- Sí o sí. Y en caso de duda, también. No hay más, salvo problemas respiratorios o alguna contraindicación médica. Desde hoy y hasta nuevo aviso el uso de mascarillas será obligatorio para todas las personas mayores de 6 años en la calle, al aire libre y en espacios cerrados de uso público -como supermercados o comercios- siempre que no sea posible garantizar esa distancia de seguridad de 2 metros. La medida, sobre la mesa desde jornadas atrás, entra finalmente en vigor ante la necesidad de mantener bajo control el poder de transmisión del virus.

Más aun teniendo en cuenta que la flexibilización del confinamiento en muchos lugares significa mayor movilidad y contacto interpersonal y, por lo tanto, la posibilidad de contagiarse y de infectar es proporcionalmente mayor. La decisión fue adoptada este pasado lunes de forma colegiada por los representantes sanitarios de todas las comunidades y en los próximos días podrían ser incorporados algunos anexos a esta Orden Ministerial publicada ayer en el BOE. Uno de ellos podría ser el relativo a las sanciones por incumplir esta nueva normativa. Por el momento únicamente se apercibirá a la persona infractora, aunque en el supuesto de que se constaten conductas incívicas, graves o reiteradas, se podrá proponer una multa que, en principio, sería de igual cuantía a las durante el estado de alarma: 601 euros.

Así las cosas, la prevención, la responsabilidad ciudadana y las medidas de autoprotección serán también el mejor tratamiento para arrinconar al patógeno durante los preliminares a la Fase 2. "Es necesario seguir un principio de precaución que permita continuar por la senda de la reducción de los casos de contagio de la enfermedad", apostillaban fuentes de Sanidad. En este sentido, los protectores faciales son indispensables para bloquear la emisión de esas gotitas que podrían estar emponzoñadas con SARS-CoV-2 cuando, por ejemplo, se habla con otra persona en un sitio cerrado a la cola de un comercio, pero también al aire libre cuando se está en un lugar muy concurrido, que los hay.

De este modo, las mascarillas están siendo las protagonistas de las distintas fases de la desescalada y se están convirtiendo en un complemento obligado y funcional en la vida de miles de vascos para contener la expansión del patógeno. A primeros de mes se hizo imprescindible para acceder al transporte público y, poco a poco, ha ido ganando terreno en tiendas y en el espacio público. Desde hoy, serán visibles en espacios cerrados y en la calle cuando no sea posible garantizar esa distancia salvavidas para los mayores de 6 años y recomendable para los niños de entre 3 y 5 años. De esta obligación quedarán exentas aquellas personas que tengan alguna dificultad respiratoria que pueda verse agravada al enmascararse, así como para aquellas que por su situación de discapacidad o dependencia presenten alteraciones de conducta que lo hagan inviable.

Lógicamente, quienes estén haciendo deporte (ciclistas y runners) no deberán llevar la mascarilla puesta, pero sí en el bolsillo para cuando terminen la sesión de entreno, tal y como puntualizó ayer Fernando Simón, el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias . Y respecto a los tipos de mascarilla de deberían ser usadas, desde Sanidad indican que puede ser cualquiera, aunque preferiblemente las higiénicas y las quirúrgicas, que cubra la nariz y la boca. La OMS recordaba hace unos días que las del tipo N95, FFP2 y FFP3 deberían quedar reservadas para profesionales sanitarios que atienden a pacientes con covid-19.

Eso sí, las mascarillas quirúrgicas e higiénicas tienen una vida útil de entre cuatro y ocho horas. Además, no es recomendable llevarlas puesta de manera continuada más de seis horas seguidas porque la humedad que pueden captar hace que pierda eficacia. Si se desea conservarlas para un segundo uso, deben guardarse en una bolsa transpirable o un sobre de papel "teniendo en cuenta que la parte limpia es la que llevamos pegada a la cara y la sucia es la parte externa que no debemos tocar", pero nunca en el bolso o bolsillo.

La mascarilla debe cubrir la boca, la nariz y la barbilla y todo lo que no sea llevarla así, como ponerla por debajo de la nariz, en la barbilla o en la frente, es un mal uso. Además, es muy importante saber que no se debe quitar para hablar, toser o estornudar, subrayaban desde la Organización Colegial de Enfermería y el Área de Enfermería de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Respiratoria. Y en esa compra responsable, se debe mirar el etiquetado de la mascarilla para asegurarse de que el producto cumple con la legislación y los estándares de calidad. En la etiqueta se encontrará además la información relativa a la reutilización de las mascarillas, cuántos usos permite y cuántos lavados pueden hacerse sin que el producto se resienta.