Vitoria. El Gobierno Vasco ha aprobado este martes una serie de medidas urgentes para paliar las "enormes afecciones económicas" que va tener la pandemia del COVID-19 en Euskadi para las que ha dispuesto una cantidad que podría superar los 1.000 millones de euros, con gasto directo y avales.

Tras la reunión del Consejo de Gobierno semanal, el consejero de Hacienda y Economía, Pedro Azpiazu, ha detallado estas medidas con las que el Ejecutivo autonómico pretende responder con "inmediatez" y garantizando que pondrá a disposición de la superación de esta crisis "todos los medios económicos y humanos a su alcance".

Las medidas se enmarcan en cuatro áreas de actuación: inversión directa, facilitar avales, crear nuevas líneas de financiación y refinanciar programas de apoyo a empresas.

La primera es el denominado "Programa COVID-19", dotado inicialmente con 300 millones de euros, pero ampliable hasta los 500 millones en caso de ser necesario. Esta cantidad procede de remanentes de tesorería y excedentes de créditos presupuestarios.

Un segundo paquete de medidas se refiere a la apertura de una línea de financiación del Instituto Vasco de Finanzas, con una cuantía de 25 millones de euros, que se activará esta semana con el objetivo de "facilitar la necesaria liquidez al tejido productivo vasco, sobre todo centrado en pymes y autónomos".

En relación con la anterior, el Gobierno Vasco creará, en el plazo más breve posible, una nueva línea con la que se articularán líneas de financiación de circulante con avales de la comunidad autónoma por un importe de 500 millones de euros a coste cero a cinco años, con uno de carencia, en colaboración con las entidades bancarias que tienen actividad en Euskadi y la sociedad de garantía Elkargi.

La cuarta medida es de flexibilización, refinanciación y adaptación de las condiciones financieras en forma de anticipos reintegrables, préstamos o avales a empresas en programas como Gauzatu, Bideratu, Indartu y otros.

Con estas medidas, que se aplicarán de manera "inmediata", se pretende reforzar el sistema sanitario vasco, con el suministro y producción de medicamentos y la adquisición de material sanitario, el refuerzo de la atención preventiva y el asesoramiento telefónico, la adopción de medidas extraordinarias de refuerzo personal sanitario para atención asistencial domiciliaria y la habilitación de nuevos espacios de atención en centros sanitarios.

Las medidas dirigidas a las empresas, pymes, profesionales y autónomos, por valor de 500 millones, perseguirán evitar la propagación del coronavirus en ellas y ayudar a la adquisición de equipos y herramientas tecnológicas, y además se ampliarán las dotaciones de los programas para empresas en dificultades.

Otra serie de medidas van encaminadas a las familias, como la aplicación extensiva del programa de conciliación de la vida laboral y familiar con ayudas de reducción de jornada para el cuidado de menores y personas contagiadas o aisladas por coronavirus, el cuidado de menores y personas mayores afectadas por el cierre de centros educativos y residencias de día, así como a incentivar la flexibilización de la jornada laboral con ayudas públicas.

El consejero de Hacienda y Economía ha explicado que todas estas medidas son complementarias a las adoptadas por el resto de instituciones y ha anunciado que el Gobierno Vasco tiene previsto reunirse con las diputaciones y la Asociación de Municipios Vascos-Eudel para analizar de manera conjunta las ayudas fiscales como aplazamientos, exenciones y moratorias, tanto en lo que afecta a obligaciones fiscales de empresas y autónomos, como en lo que hace referencia a tributos locales.

Azpiazu no ha querido aventurar una estimación sobre cuánto puede verse afectado el Producto Interior Bruto de Euskadi por esta pandemia y se ha limitado en reiterar que, lógicamente, va a tener una incidencia "negativa".