El ministro Escrivá es una isla y su soledad se agrava por momentos en la negociación del traspaso del Ingreso Mínimo Vital. Y no se debe a que el Gobierno vasco quiera arañar más de lo que corresponde en la transferencia del IMV: es este ministro quien se empeña en un planteamiento sin precedentes, porque "nunca en la historia" Euskadi ha asumido un traspaso en los términos que plantea Escrivá, sin la parte económica, a medias, y reservándose la autorización de los pagos de la ayuda desde la Seguridad Social. Así lo ha dejado ver nuevamente una voz dentro del propio socialismo, la vicelehendakari segunda y líder del PSE, Idoia Mendia, quien explicó que su lectura "choca frontalmente" con la posición del Gobierno vasco, que "en toda su historia nunca ha asumido una transferencia" en esos términos.

Mendia cree que debe pactarse la competencia de manera íntegra para tramitar los expedientes de la ayuda desde Lanbide y asumir también el pago. No es un planteamiento nuevo y lo ha defendido en privado en el marco de las negociaciones todos estos meses. PNV y PSE van de la mano. El bloqueo del traspaso dura ya ocho meses, porque tendría que haber llegado el 31 de octubre de 2020, y se debe a la posición del ministro de la Seguridad Social, que contradice incluso el traspaso completo que prometió el ministro de Política Territorial, Miquel Iceta.

Además, tras la propuesta enviada desde Madrid al Gobierno vasco y rechazada por la consejera de Autogobierno, Olatz Garamendi, el Gobierno español no ha vuelto a enviar ninguna otra. Ha pasado más de un mes. Mendia atribuye esta situación a que Escrivá realiza una interpretación "literal" de la disposición adicional quinta que pactó con el PNV en el Congreso en el decreto 20/2020, como ha explicado en Herri Irratia.

PRESUPUESTOS DE SÁNCHEZ

La situación ha llegado a una vía muerta por la cerrazón del ministro y su planteamiento inédito e inaudito para el Ejecutivo vasco. El Gobierno de Urkullu no aceptará una transferencia en estos términos. Tampoco hay resquicio de dudas en Idoia Mendia, aunque espera que este asunto se reconduzca a través del diálogo y el entendimiento. Garamendi seguirá insistiendo para hacer ver que el traspaso del IMV debe ser íntegro y respetar el Concierto Económico, de manera que Euskadi pague esta ayuda social y se realicen ajustes a través del Cupo, el dinero que se paga al Estado por los servicios que presta en suelo vasco.

Este bloqueo está llevando al límite la relación del PNV con este ministro y amenaza incluso los Presupuestos de Sánchez para el próximo año. Aunque el cierre de filas es absoluto entre PNV y PSE en el Gobierno vasco al defender el traspaso completo, Mendia no va tan lejos en el caso de los Presupuestos estatales, sale en defensa de los proyectos del presidente Sánchez y pide a los jeltzales que "no se cierren puertas" amagando con no apoyarlos, porque ellos mismos admiten que no hay alternativa al Ejecutivo del PSOE y Unidas Podemos.

Mendia también tiene "muchas conversaciones" con Escrivá, aunque el peso de la negociación corresponde a Garamendi quien, a su vez, tiene su interlocución con Iceta. Mendia reclama el derecho de los ciudadanos a que no se "complique su existencia" y puedan gestionar la ayuda en una sola ventanilla, la de Lanbide, sin quedar a los pies de los caballos y posibles recursos de la Seguridad Social o distintas administraciones que generen incertidumbre.

ENCOMIENDA DE GESTIÓN

Mendia explica que el origen de esta discusión se encuentra en que Escrivá hace una interpretación literal de la disposición adicional quinta que pactó con el PNV en el decreto 20/2020, que incluía una encomienda de gestión como modelo provisional. "Acordó esa disposición adicional con el PNV, y él hace una interpretación literal. Eso choca frontalmente con la posición del Gobierno vasco. El Gobierno vasco en toda su historia nunca ha asumido una transferencia en los términos en los que el ministro pretende. No asumimos transferencias en forma de encomiendas de gestión", dijo, para recordar que las encomiendas de gestión son algo puntual a la espera de asumir la competencia.

"Necesitamos la transferencia íntegra, que nosotros tengamos la competencia para el reconocimiento, la tramitación del expediente y el pago del IMV", y así "con todas las transferencias". Y más aún con el IMV: "Tenemos un sistema de protección social muy complejo y el IMV ni siquiera se acerca a él, porque nosotros tenemos no solo la RGI, sino que a la persona que percibe la RGI le hacemos un itinerario o laboral o de inclusión".

Ante esa complejidad, solicita que el IMV se integre "en nuestro sistema", y reivindica el derecho del perceptor de la ayuda a que "no le compliquemos la existencia" y a acudir "a una única ventanilla, que la nómina se le haga y se olvide de quién le paga, sin ninguna complicación sobre posibles recursos". Apostó por la "plena colaboración" con Madrid, pero con la transferencia bien hecha y con el montante económico anual.

SIN DESCANSO DE GARAMENDI

Garamendi aseguró en Onda Vasca que "no hay novedades, tristemente", aunque haya habido reuniones. Rechazó que Euskadi sea una mera gestora. A pesar de que admitiera que el calendario no se está cumpliendo, dio mayor relevancia a que los traspasos sean completos, y aclaró que no están "de vacaciones ni de impasse".