- Bajan las aguas revueltas en el PP, aún y cuando el andamiaje territorial parecía haberse convertido en un remanso de paz tras salvar in extremis las amenazas de moción de censura en Murcia y quizás Castilla y León. Y se abren en un territorio en paz, a priori, ya que Andalucía es gobernada por Génova tras largas décadas de gestión socialista. La presidenta del PP de Sevilla, Virginia Pérez, que cuenta con el apoyo de Génova, repetirá en el cargo después de ganar ampliamente a la otra candidatura, que estaba encabezada el alcalde de Carmona, Juan Ávila, con el respaldo de la dirección autonómica de Juanma Moreno.

Virginia Pérez será la única candidata que irá a la votación en el congreso del próximo sábado, ya que ha obtenido en la primera vuelta un 22,6% más de votos y los estatutos del partido marcan que, si un candidato obtiene un 15% más, pasará en solitario al cónclave. Pérez, ante las voces que apuntan a la fuerte tensión interna, apostó por integrar en su equipo con vistas al sábado. Aunque no escapó a las críticas que hablan de un pucherazo. El proceso interno andaluz, pese que parecía que se iba a solventar con calma, es un auténtico polvorín y está tensionando a la formación.Antes de la votación, Ávila pedía la suspensión del proceso y lanzaba la sombra de la sospecha sobre posibles “irregularidades”, y estando inmerso en la negociación para fusionar candidaturas llegó a llamar “golfos y sinvergüenzas” a sus adversarios.