El rey emérito Juan Carlos ha comunicado a Felipe VI su "meditada decisión" de trasladarse a vivir fuera de España ante la repercusión pública de "ciertos acontecimientos pasados" de su vida privada, informa el Palacio de la Zarzuela en un comunicado este lunes.

El comunicado explica que don Juan Carlos ha enviado este lunes a su hijo una carta en la que le traslada esa decisión, que asegura que adopta "con profundo sentimiento, pero con gran serenidad".

"He sido rey de España durante casi cuarenta años y durante todos ellos siempre he querido lo mejor para España y para la Corona", asegura el anterior jefe del Estado. Añade asimismo que pretende facilitar el ejercicio de las funciones de Felipe VI "desde la tranquilidad y el sosiego que requiere -subraya- tu alta responsabilidad".

"Mi legado y mi propia dignidad como persona así me lo exigen", añade don Juan Carlos en su carta. El comunicado de Zarzuela señala que el rey ha transmitido a su padre "su sentido respeto y agradecimiento ante su decisión".

"El rey -reza el texto- desea remarcar la importancia histórica que representa el reinado de su padre, como legado y obra política e institucional de servicio a España y a la democracia; y al mismo tiempo quiere reafirmar los principios y valores sobre los que ésta se asienta, en el marco de nuestra Constitución y del resto del ordenamiento jurídico".

Sigue como miembro de la Familia Real y con tratamiento de rey

Juan Carlos I va a seguir siendo miembro de la Familia Real y a conservar el título de rey que se le reconoció tras la abdicación, por lo que su estatus se mantiene invariable a pesar de su decisión de irse a vivir fuera de España, han informado a Efe fuentes de la Casa Real.

Cuando cedió el trono a su hijo Felipe en junio de 2014, el Gobierno español aprobó un decreto por el que establecía que el anterior jefe del Estado conservaría el título de rey de forma vitalicia y con carácter honorífico, con tratamiento de "Majestad", una fórmula para "plasmar la gratitud por décadas de servicios a España".

De igual modo, se mantenía como miembro de la Familia Real, al igual que la reina Sofía a pesar de su retirada de la vida pública y de la actividad institucional en junio del pasado año.

Otro de los cargos que don Juan Carlos sigue atesorando es el de capitán general de las Fuerzas Armadas en la reserva, condición que asumió cuando cedió a su hijo el papel de jefe supremo de los Ejércitos. En cuanto a su estatus jurídico, Juan Carlos I conserva su aforamiento, por lo que solo podría ser juzgado por el Tribunal Supremo p tras su abdicación en junio de 2014.

El rey emérito pasó a ser aforado cuando perdió la inviolabilidad que le concedía su cargo de jefe de Estado. Su marcha de España no afecta a la asignación del Estado, puesto que dejó de recibirla el pasado 15 de marzo, después de que Felipe VI decidiera retirársela al mismo tiempo que renunció a su herencia.