- Las grandes instituciones privadas de crédito de 45 países se comprometieron a financiar masivamente la descarbonización mundial para mitad de siglo, aunque la presidencia de la COP26 avisó de que esa promesa no reemplaza a los fondos que las grandes economías adeudan a los países en desarrollo. El compromiso suscrito por 450 entidades como HSBC, el Banco Santander, Deutsche Bank, Morgan Stanley, BVVA, J.P Morgan, Grupo Financiero Banorte, Mitsubishi UFJ, Bancolombia o Bank of America asciende a 130 billones de dólares (112 billones de euros), que “es más de lo que se necesita para la transición global”, según el responsable de finanzas climáticas de la ONU, Mark Carney.

“El dinero está aquí. Pero el dinero necesita proyectos alineados con las cero emisiones”, agregó Carney, para señalar que ahora es necesario que proliferen los proyectos sostenibles donde canalizar esas inversiones anunciadas a través de la Alianza Financiera de Glasgow hacia las Cero Emisiones Netas.

Además, esa promesa debe ir acompañada de mecanismos para medir y comprobar que ese dinero cumple efectivamente su objetivo. “Los inversores necesitan tener tanta claridad y confianza en el impacto climático de sus inversiones como tienen en las métricas tradicionales de beneficios y pérdidas”, dijo el ministro británico de Economía, Rishi Sunak.

Esa ingente cantidad de capital privado que pretende contribuir a evitar que las temperaturas no suban más de 1,5ºC a final de siglo respecto a los valores preindustriales no sutura la brecha de 20.000 millones de dólares (17.300 millones de euros) que los Estados ricos adeudan a los países en desarrollo, según los compromisos adquiridos en el Acuerdo de París de 2015.

En aquella cita, los gobiernos de las grandes economías del planeta se comprometieron a destinar anualmente a los países en desarrollo 100.000 millones de dólares (86.400 millones de euros) entre 2020 y 2025 para ayudarles a acometer la transición energética.

Pero en 2020 solo se llegó a los 79.600 millones (68.800 millones de euros), según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), y no se espera que ese agujero se cierre antes de 2023, reconoció el presidente de la COP26, Alok Sharma. “El análisis subyacente aporta confianza en que se movilizarán 500.000 millones entre 2020 y 2025 (más de 431.000 millones de euros). Pero esto no es suficiente y he seguido presionando a los países desarrollados (...) para ir más lejos y más rápido”, declaró Sharma durante la cumbre del clima de Glasgow.

El presidente del Grupo de Países Menos Desarrollados, Sonam P. Wangdi, declaró que la coalición de 46 Estados a los que representa, donde habitan 1.000 millones de personas, necesita “solidaridad global”. “Somos los que menos hemos contribuido al problema del calentamiento global. Representamos menos del 1 % de las emisiones globales y aún así sufrimos desproporcionadamente (...). Nuestras vidas dependen de las decisiones que se tomen aquí en Glasgow”, dijo el butanés. Reclamó “más apoyo a la adaptación de esos países” y, en concreto, dinero para “pérdidas y daños porque la gente está sufriendo”.

Solo en 2017, los huracanes Harvey, María e Irma generaron daños por más de 224.000 millones de dólares (193,5 millones de euros) y Naciones Unidas estima que los países vulnerables precisan de 300.000 millones de dólares (259.000 millones de euros) al año para financiar su adaptación al cambio climático.