- El presidente de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko, promulgó ayer una ley que modifica la normativa penal y, entre otras medidas, endurece los castigos por la organización de protestas no autorizadas y la rehabilitación del nazismo. Así, las personas implicadas en la celebración de actividades masivas e infracciones del orden que ya recibieron castigos administrativos en dos ocasiones durante un año, pueden ser procesados penalmente con un castigo de cárcel de hasta tres años.

Además, se endurece la responsabilidad por la organización y participación en “acciones que violan burdamente el orden público” y la pena de cárcel pasa de tres años a cuatro.

También afrontarán una sanción penal los miembros de organizaciones declaradas como extremistas y las personas que colaboren con ellos.

Los dueños de los portales de Internet también afrontarán castigos por la difusión de información prohibida y en caso de reincidir dos veces en un año serán multados o condenados a cárcel por un plazo de hasta dos años.

Por otro lado, el presidente de la República Checa, el socialdemócrata Milos Zeman, apoyó ayer a la opositora bielorrusa Svetlana Tijanóvskaya frente al régimen del “último dictador europeo”, Lukashenko. “[Zeman] Deseó a la oposición la victoria en la lucha contra el último dictador europeo”, señaló el portavoz presidencial, Jiri Ovcacek.

Zeman recibió en su residencia de verano de Lány a Tijanóvskaya, que llegó a Praga el pasado domingo y permanecerá en el país centroeuropeo hasta mañana.