Miles de personas salieron este sábado a las calles de Rangún, antigua capital y ciudad más poblada del país, para manifestarse contra el golpe de Estado perpetrado el lunes por el Ejército.

Una columna de personas marchaba por una de las principales avenidas de la urbe con proclamas en favor de la democracia y en oposición a la junta militar, encabezada por el general Min Aung Hlaing.

Hasta el momento solo se han encontrado con pequeños dispositivos policiales que no han podido hacer nada contra la masiva afluencia de personas, donde predominaban prendas o pañuelos de color rojo, que se identifica con el partido Liga Nacional para la Democracia (LND) encabezado por la nobel de la Paz Aung San Suu Kyi.

La depuesta líder del gobierno birmano se encuentra desde el lunes bajo arresto domiciliario y en "buen estado de salud", apuntó anoche en las redes sociales un portavoz de la LND.

El Ejército ha tratado de frenar el incipiente movimiento de desobediencia civil ordenando un apagón nacional de internet.

Médicos, profesores, estudiantes universitarios, funcionarios de diversos ministerios y trabajadores de varios sectores, entre otros, se habían manifestado ya para mostrar su oposición contra la toma del poder por parte de los uniformados.

Aunque las protestas organizadas este sábado en Rangún son las más grandes hasta la fecha contra la asonada castrense.

El Ejército alega un fraude masivo en las elecciones de noviembre, donde la LND arrasó al imponerse en el 83% de los escaños en liza, para hacerse con el poder.

Los militares, que ya gobernaron el país con puño de hierro desde 1962 hasta 2011, han arrestado a al menos 147 personas, entre ellas Suu Kyi y el depuesto presidente, Win Myint.