Trece personas han sido imputadas en Míchigan en Estados Unidas acusadas de un supuesto complot de terrorismo doméstico para secuestrar y "posiblemente asesinar" a la gobernadora demócrata del estado, Gretchen Whitmer, con la intención de "instigar una guerra civil".

Seis personas han sido acusadas federalmente de conspiración por secuestro, mientras que otras siete, asociadas con el grupo miliciano 'Wolverine Watchmen', han sido acusadas por el Estado de Míchigan, según ha informado este miércoles la Fiscal General de este estado, Dana Nessel.

Entre los planes del supuesto complot se incluía el intento por derrocar a varios gobiernos estatales que los acusados consideran "están violando la Constitución" de Estados Unidos.

En el caso de Míchigan, pretendían "juzgar" a la gobernadora por sus actos antes de las elecciones y el grupo llevó a cabo el entrenamiento y la planificación del secuestro de Whitmer en junio y en julio, incluso usando armas de fuego y ejercicios de combate.

En una sesión celebrada el 11 de julio, supuestamente trataron de fabricar artefactos explosivos improvisados, aunque los artefactos no detonaron, según ha informado el FBI en declaraciones recogidas por la cadena de televisión CBS.

"Se sospecha que las personas bajo custodia estatal han intentado identificar los domicilios de agentes de la ley con el fin de tomarlos como objetivo, han hecho amenazas de violencia con la intención de instigar una guerra civil y han participado en la planificación y el entrenamiento de una operación para atacar el edificio del capitolio de Míchigan y secuestrar a funcionarios del gobierno, incluido el gobernador de Míchigan", ha informado Nessel en una conferencia de prensa según declaraciones recogidas por CNN.

El grupo 'Wolverine Watchmen', que no aparece en la lista de los 576 "grupos extremistas antigubernamentales" de Estados Unidos, señala en su página web que "una ciudadanía bien armada es la mejor forma de Seguridad Nacional y puede disuadir mejor el crimen, la invasión, el terrorismo y la tiranía", según ha informado el 'New York Post', ya que la misma no está disponible actualmente.

En medio de la carrera electoral que culminará el próximo 3 de noviembre con los comicios presidenciales, la gobernadora ha expresado en unas declaraciones televisadas que "sabía que este trabajo sería difícil", pero que nunca hubiera imaginado "algo así".

En este sentido, ha culpado al presidente, Donald Trump, quien ha declinado repetidamente condenar a los grupos de extrema derecha del país.

El propio Trump, a través de su cuenta de Twitter, ha criticado que "en lugar de darme las gracias (por las detenciones), me llama supremacista blanco mientras Biden y los demócratas se niegan a condenar a los antifa, anarquistas, saqueadores y turbas que queman las ciudades dirigidas por los demócratas".

"¡No tolero ninguna violencia extrema!. ¡Defender a todos los americanos, incluso a los que se oponen y me atacan, es lo que siempre haré como su presidente!", ha añadido a este respecto.

AUMENTO DE LOS GRUPOS EXTREMISTAS

"Apenas la semana pasada, el Presidente de los Estados Unidos se presentó ante el pueblo estadounidense y se negó a condenar a los supremacistas blancos y a los grupos de odio como estas dos milicias de Míchigan", ha lamentado, en referencia al debate presidencial que tuvo lugar entre los dos aspirantes a la Casa Blanca, en el que Trump les trasladó a estos grupos "retrocedan y esperen", ante la pregunta del moderador de si condenaba su existencia y actos.

"Los grupos de odio escucharon las palabras del presidente no como una reprimenda, sino como un grito de guerra, como una llamada a la acción. Cuando nuestros líderes hablan, sus palabras importan. Tienen peso", ha añadido Whitmer.

El pasado abril, Trump escribió en su cuenta de Twitter "¡Liberad Míchigan!", ante la declaración del estado de emergencia en el estado y las medidas que Whitmer, a la que se refiere como "esa mujer", tomaba para frenar la expansión del coronavirus, incitando a los ciudadanos a protestar contra las administraciones estatales.

Mientras que este miércoles, Trump ha considerado a través de Twitter que "la gobernadora Whitmer de Míchigan ha hecho un terrible trabajo. Cerró su estado para todos, excepto para las actividades náuticas de su marido", y ha añadido que "el Gobierno Federal proporcionó una tremenda ayuda a la Gran Gente de Míchigan". "¡Gobernadora Whitmer, abra su Estado, abra sus escuelas y abra sus iglesias!", le ha pedido a través de la citada red social.

El candidato demócrata a la Casa Blanca también se ha referido al asunto en Twitter y ha asegurado que "cuando la gobernadora Whitmer trabajó para proteger su estado de una pandemia mortal, el presidente Trump hizo un llamado a '¡Liberar a Míchigan!'".

Esta "llamada fue escuchada", ha incidido, tras subrayar que Trump "está dando oxígeno a la intolerancia y el odio que vemos en el camino de nuestro país - y tenemos que detenerlo".

Por otra parte, Nessel ha destacado que "se ha producido un inquietante aumento de la retórica antigubernamental y el resurgimiento de grupos que abrazan ideologías extremistas".

"Estos grupos a menudo tratan de reclutar nuevos miembros aprovechando un momento de disturbios civiles y utilizándolo para avanzar en su programa de autosuficiencia y resistencia armada. Esto es más que un simple desacuerdo político o una defensa apasionada, la misión de algunos de estos grupos es simplemente crear el caos e infligir daño a otros", ha advertido.