Estados Unidos y Suiza llegaron a un pacto este viernes para rebajar aranceles hasta el 15 %, que incluye la apertura “sin precedentes” del mercado suizo a empresas estadounidenses y una inversión multimillonaria del país europeo en EE.UU., informó la Casa Blanca.

Este acuerdo marco, que también incluye a Liechtenstein, recorta la tarifa inicial del 39 % impuesta por el Gobierno de Donald Trump a Suiza en agosto y la sitúa al nivel de la tasa negociada con la Unión Europea.

El “histórico” convenio comercial “brindará a los exportadores estadounidenses un acceso sin precedentes a los mercados suizo y de Liechtenstein e impulsará miles de millones de dólares en inversiones en suelo estadounidense, creando miles de empleos”, según la hoja informativa oficial.

En concreto, el pacto asegura la llegada de 200.000 millones de dólares desde Suiza y Liechtenstein, de los cuales al menos 67.000 millones se invertirán en 2026, en sectores como farmacéutico, maquinaria, dispositivos médicos, aeroespacial, construcción, manufactura avanzada, fundición de oro e infraestructura energética.

La Casa Blanca citó compromisos de empresas como Roche, Novartis, ABB y Stadler, que trasladarán parte de su producción a EE.UU.

Acuerdo definitivo en 2026

Además, EE.UU. podrá exportar productos agropecuarios clave —carne de pollo, bisonte y res, así como semillas, frutas, químicos y bebidas alcohólicas— con aranceles y cuotas preferenciales.

La Administración Trump prevé concluir un acuerdo definitivo a principios de 2026. Según Washington, la adopción del convenio permitirá eliminar para 2028 los 38.500 millones de dólares de déficit comercial con Suiza y Liechtenstein.

Estamos muy entusiasmados con este acuerdo y lo que significa para la industria manufacturera estadounidense”, dijo el representante comercial de EE.UU., Jamieson Greer, al comunicar el avance del proceso.

El anuncio llegó tras la visita a Washington del vicepresidente y ministro de Economía suizo, Guy Parmelin, para negociar un recorte arancelario similar al logrado por la UE y otras economías. En agosto, EE.UU. había impuesto a Suiza aranceles del 39 %, una de las tasas más altas de la Administración Trump, debido al amplio superávit comercial suizo. El gravamen afectó duramente a industrias como la relojera, la mecánica y la alimentaria, impactando exportaciones emblemáticas como el chocolate y el queso.