La rehabilitación de viviendas se ha convertido en una necesidad ineludible para las ciudades que aspiran a ofrecer calidad de vida, bienestar y seguridad a sus vecinos.
En un contexto urbano donde buena parte del parque residencial supera varias décadas de antigüedad, intervenir sobre los edificios existentes no solo es una cuestión de mantenimiento, sino también un compromiso con un modo de vida más digno, sostenible y adaptado a las necesidades actuales.
En el caso de Vitoria-Gasteiz, una ciudad que ha apostado claramente por un modelo urbano innovador y humano, la rehabilitación adquiere una relevancia especial, especialmente cuando se vincula con la accesibilidad universal y el confort de los vecinos de los edificios con más décadas a sus espaldas.
Una realidad en la que coincidieron los cinco ponentes que tomaron parte el pasado lunes en una interesante mesa sectorial bajo el título de ‘Ayudas para la mejora de la accesibilidad en viviendas y edificios’.
Ellos fueron, Borja Rodríguez, concejal de Urbanismo en el Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz y presidente de la sociedad Ensanche 21; Alberto Garay, responsable de Promoción del negocio de Rehabilitación de Comunidades de Laboral Kutxa; Mario Cantón, secretario de COATARABA; Víctor Manuel Bayona, director para Araba, Navarra y La Rioja de Orona, S.Coop. y Cristina Fernández, delineante proyectista y jefa del dpto. de Subvenciones de MC2 Estudio. El director de DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA, César Martín, fue el encargado de la presentación y moderación del diálogo.
Accesibilidad universal
Uno de los aspectos más visibles, y al mismo tiempo más urgentes y acuciantes en algunos casos, es la mejora de la accesibilidad en las viviendas más obsoletas. A medida que la población envejece y crece la diversidad funcional entre los ciudadanos, garantizar que todos los vecinos pueden entrar y salir de sus viviendas sin barreras se convierte en un derecho fundamental.
Colocar un ascensor en un edificio que no lo tiene (más de 8.000 en el caso de la capital alavesa) no es simplemente una mejora; es, para muchas personas, la diferencia entre poder mantener una vida autónoma o depender diariamente de terceros.
Por eso, “la accesibilidad universal debe ser un pilar esencial en cualquier estrategia de rehabilitación”, como comentó el pasado martes el concejal de Urbanismo, que además puso en valor la importancia de las ayudas públicas para que la rehabilitación sea entendida como una inversión en bienestar y accesibilidad. Ayudas que, en el caso del consistorio gasteiztarra, se cifran en 3 millones de euros anuales.
Avanzar en una ciudad mejor
La accesibilidad no es el único aspecto importante. La rehabilitación permite actualizar instalaciones antiguas, mejorar el aislamiento térmico y acústico, reforzar estructuras, modernizar espacios comunitarios o incrementar la eficiencia energética. Y estas actuaciones, además de mejorar la calidad de vida, contribuyen a un futuro más respetuoso con el entorno.
Avanzar hacia una ciudad del siglo XXI implica repensar los espacios en los que vivimos. Las viviendas deben ser saludables, seguras, accesibles y adaptadas a las necesidades de las personas. Ya no basta con que un edificio se mantenga en pie; debe ofrecer condiciones óptimas para que quienes lo habitan puedan gozar de un bienestar accesible. Y estas ayudas públicas caminan de la mano para lograrlo y eliminar desigualdades.
Borja Rodríguez: “La rehabilitación elimina desigualdades”
El Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz ha reforzado en los últimos años su apuesta por la rehabilitación de viviendas como una de las herramientas clave para mejorar la calidad de vida de la ciudadanía, impulsar la cohesión social y garantizar que la ciudad se mantenga como una urbe del siglo XXI.
Esta estrategia, como el pasado martes en esta mesa de debate explicó el propio concejal de Urbanismo, se centra tanto en los barrios consolidados de la capital como en el Casco Viejo, donde se concentran gran parte de los edificios más antiguos y donde viven numerosos vecinos con recursos limitados, para quienes las obras de reforma pueden resultar inasumibles sin este apoyo institucional en forma de ayudas.
“La rehabilitación de viviendas permite adaptar los hogares a las necesidades actuales de confort, eficiencia energética y accesibilidad”.
“La solución en este caso es mantener el impulso público con el apoyo de todos los agentes implicados en este tipo de acciones de rehabilitación”
Con este objetivo, el Ayuntamiento puso en marcha ayudas públicas específicas, pensadas para aliviar la carga económica de las obras y fomentar intervenciones que de otra manera no podrían acometerse”, recordaba el propio Borja Rodríguez, al tiempo que especificaba la cuantía de estas ayudas: dos millones de euros anuales para el caso de actuaciones en toda la ciudad (con especial incidencia en barrios como Adurza, Coronación, San Cristóbal...), así como un millón de euros anual destinado en este caso a las viviendas localizadas en el barrio histórico de Vitoria-Gasteiz. Como quedó patente en la mesa sectorial organizada por DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA el pasado martes, uno de los ejes prioritarios es la mejora de la accesibilidad, para que esta sea universal.
Pero, estas ayudas generan beneficios que van más allá de lo individual. Un edificio rehabilitado mejora la estética del barrio, reduce la degradación urbana y contribuye a que la ciudad siga siendo un lugar atractivo, inclusivo y competitivo.
Por todo ello y tal y como el propio Borja Rodríguez recordó en esta interesante cita, desde el Ayuntamiento insisten en la importancia de la rehabilitación como una tarea colectiva entre instituciones, comunidades de vecinos y ciudadanía para ir de la mano y actualizar un parque residencial que en muchos casos supera muchas décadas de antigüedad. Pasos firmes en esta apuesta por el bienestar, la inclusión y la modernización de la ciudad.
Mario Cantón: “El primer paso es saber elegir a profesionales adecuados”
Cuando una comunidad de vecinos o un propietario individual decide acometer una obra de rehabilitación para mejorar la accesibilidad de su vivienda, suele encontrarse ante un proceso complejo donde entran todo tipo de decisiones técnicas que se le escapan, trámites administrativos y, por supuesto, un desembolso económico importante.
Por eso, cada vez más vecinos optan por dejarse aconsejar por profesionales especializados, como los de COATARABA, cuyo acompañamiento resulta decisivo para que la reforma sea un éxito y para poder beneficiarse de las ayudas públicas disponibles.
“Las obras de accesibilidad —instalación de ascensores, eliminación de barreras arquitectónicas, renovación de portales, mejora de la movilidad interior o ampliación de espacios de paso— no son simples reformas estéticas. Exigen una evaluación detallada del edificio, un diagnóstico técnico preciso y una planificación que tenga en cuenta la normativa, la viabilidad estructural y las necesidades reales de los vecinos. Aquí es donde nuestra experiencia se vuelve imprescindible”, como enfatizaba el martes este profesional.
"Cada vez más vecinos optan por dejarse aconsejar por profesionales especializados, como los de COATARABA, cuyo acompañamiento resulta decisivo para que la reforma sea un éxito y para poder beneficiarse de las ayudas públicas disponibles"
Además del asesoramiento técnico, contar con profesionales especializados es clave para orientarse a la hora de acogerse a las ayudas públicas. dispuestas en este sentido y que suelen estar sujetas a requisitos específicos. Aquí, aparecen de nuevo expertos como los de COATARABA, que acompañan a los vecinos en cada paso, explicando qué documentación hay que preparar, cómo justificar las obras o qué criterios de prioridad pueden aplicarse.
Como dijo en varias ocasiones Mario Cantón, dejarse asesorar por profesionales es más que una recomendación: es una garantía de que la obra será adecuada, de que se aprovecharán al máximo las ayudas y de que el resultado permitirá mejorar realmente la calidad de vida de quienes viven en ese edificio que antes no era para nada accesible.
Alberto Garay: “La rehabilitación implica empatía y solidaridad”
En la rehabilitación de viviendas para mejorar la accesibilidad no se trata solo de actualizar un edificio antiguo, sino de garantizar que todas las personas, independientemente de su edad o condición física, puedan entrar y salir de su hogar con comodidad y seguridad.
Como bien explicó Alberto Garay en esta cita celebrada el pasado martes, esta necesidad puede analizarse desde dos perspectivas complementarias: “la económica, que demuestra que estas obras son una inversión y no un gasto, y la social y de salud, que apela a la empatía, la solidaridad y la responsabilidad compartida dentro de una comunidad de vecinos de un edificio”.
"Optar por mejorar la accesibilidad es también un acto de solidaridad y de respeto hacia quienes más dificultades encuentran en su día a día"
Como él mismo detalló durante su turno de palabra en esta mesa redonda, si se mira desde el lado económico (como es lógico interesa especialmente al propietario particular), mejorar la accesibilidad de un edificio incrementa el valor de cada vivienda de forma notable. Y es que cada vez más compradores priorizan viviendas accesibles, lo que significa que un edificio sin ascensor o con obstáculos importantes puede perder competitividad en el mercado inmobiliario.
Dentro de este prisma, este profesional de Laboral Kutxa hizo mención a las ayudas públicas que colaboran para reducir el importante coste y esfuerzo económico de este tipo de obras; además de las facilidades de financiación de entidades bancarias como la suya.
“Pero la accesibilidad no puede entenderse únicamente desde la perspectiva económica. También tiene un componente fundamental de salud, convivencia y empatía. En muchas comunidades residen personas mayores, con movilidad reducida, con discapacidad o familias con niños pequeños”, mencionaba durante su presentación Alberto Garay, que añadía que aquí las comunidades de vecinos tienen un papel clave.
“Optar por mejorar la accesibilidad es también un acto de solidaridad y de respeto hacia quienes más dificultades encuentran en su día a día. Es comprender que, aunque hoy podamos movernos sin problemas, nadie está libre de necesitar en el futuro un entorno adaptado”, remarcaba.
Cristina Fernández: “Es importante reconocer la voluntad de las instituciones”
Una larga trayectoria ayudando a más de 3.500 vecinos da el bagaje suficiente para saber que el camino de una rehabilitación en pro de mejorar la accesibilidad de una vivienda no está libre de dudas y complicaciones.
“Es completamente normal que surjan dudas de cómo empezar, qué obra es necesaria, cómo solicitar las ayudas públicas o qué requisitos hay que cumplir. En este escenario, contar con el asesoramiento de profesionales especializados se convierte en un apoyo fundamental para garantizar que la intervención salga bien y que los vecinos puedan afrontar el proyecto con seguridad y tranquilidad”, comenzaba su exposición Cristina Fernández, delineante proyectista y jefa del dpto. de Subvenciones de MC2 Estudio.
"Es justo agradecer que estas ayudas sigan existiendo y que las administraciones continúen ampliándolas y adaptándolas a los residentes"
“Pero, además del aspecto técnico, el acompañamiento profesional es clave en un punto que suele generar mucha incertidumbre: la solicitud de ayudas públicas. Sin embargo, el procedimiento para acceder a estas ayudas no es sencillo. Requiere recopilar informes, presentar documentación específica, cumplir con requisitos económicos o energéticos y ajustarse a plazos estrictos. Y ahí es donde la figura del profesional se vuelve imprescindible”, como reconocía en varias ocasiones esta profesional que lleva años ayudando a muchas comunidades de vecinos en este sentido.
“Al mismo tiempo, es importante reconocer la voluntad de las instituciones públicas que continúan impulsando estas líneas de ayudas. Sin este apoyo económico, una gran parte de las comunidades —especialmente aquellas con vecinos de rentas bajas o edificios antiguos que requieren intervenciones costosas— tendría grandes dificultades para acometer reformas tan necesarias. Las subvenciones permiten que proyectos que parecían inalcanzables se conviertan en realidad, mejorando la calidad de vida de las personas y haciendo que nuestras ciudades avancen hacia la accesibilidad universal”, dijo.
Por eso, como la misma Cristina Fernández apuntaba es justo agradecer que estas ayudas sigan existiendo y que las administraciones continúen ampliándolas y adaptándolas a los residentes.
Víctor Manuel Bayona: “Un ascensor es un traje a medida para un edificio”
La instalación o renovación de un ascensor en un edificio es una de las intervenciones de rehabilitación accesible más transformadoras que puede llevar a cabo una comunidad de vecinos.
No solo mejora la movilidad de las personas con dificultades, sino que incrementa la comodidad para todos. En definitiva, poner o cambiar un ascensor significa dar un paso importante hacia un edificio más accesible, moderno y preparado para las necesidades actuales.
“La accesibilidad es un concepto que hoy se entiende como un derecho básico. Cada vez más comunidades toman consciencia de que contar con un ascensor no es un lujo, sino una necesidad.
En muchos edificios antiguos, los tramos de escaleras pueden convertirse en auténticas barreras arquitectónicas. Por eso, instalar un ascensor o sustituir uno antiguo por un modelo más funcional es una inversión que mejora la vida diaria y la salud de los vecinos”, detallaba Víctor Manuel Bayona, director para Araba, Navarra y La Rioja de Orona, S.Coop.
A su juicio, en este proceso, resulta fundamental contar con empresas especializadas que entiendan que cada edificio es un mundo. Firmas como la suya, como Orona, han desarrollado una manera de trabajar que se asemeja a crear un traje a medida.
“Contar con esta financiación pública permite que las comunidades no tengan que renunciar a una obra tan necesaria por falta de recurso"
“Cada comunidad tiene características arquitectónicas propias: espacios reducidos, huecos complicados, estructuras antiguas, portales estrechos o patios interiores que no ofrecen una solución evidente.
Lejos de aplicar un sistema estándar, Orona analiza cada caso de forma personalizada para encontrar la solución técnica más adecuada, adaptándose a la realidad del edificio y garantizando que el ascensor final responda exactamente a las necesidades de sus usuarios”, comentaba.
Además, aquí es donde cobran una importancia esencial las ayudas públicas, que se han convertido en un pilar indispensable ya que subvenciones permiten cubrir una parte del coste total de la obra y aliviar la carga económica de las familias.
“Contar con esta financiación pública permite que las comunidades no tengan que renunciar a una obra tan necesaria por falta de recursos. Además, incentiva que los edificios se pongan al día en cuestiones de accesibilidad y eficiencia, algo esencial en nuestras ciudades”, defendía Víctor Bayona.
Además de ser accesibles, los ascensores modernos son también sostenibles y eficientes. La tecnología actual permite reducir el consumo energético, aprovechar mejor la energía generada durante el descenso, minimizar ruidos y vibraciones y garantizar un funcionamiento más seguro y fiable.
Este factor resulta cada vez más importante para comunidades que buscan no solo mejorar su edificio, sino hacerlo de manera responsable y con visión de futuro.