Desde la Agencia Vasca de Meteorología Euskalmet, su director, José Antonio Aranda explica en esta entrevista los cambios que ya se están notando debido al cambio climático y los que todavía están por llegar. Aún así, matiza que existe una gran diferencia entre el cambio climático, emergencia climática o clima cambiante.
¿Cómo influye la información meteorológica en la sociedad?.
–A pesar de lo que pensamos, cuanto más avanzada es la sociedad, más depende de la información meteorológica. Para ir de vacaciones, para poder fabricar alguna cosa, para que las piezas lleguen a las fábricas,… para todo este tipo de cosas, incluso para vestirse, utilizamos la información meteorológica.
“Hay un montón de paradigmas que tenemos que ir cambiando; sino lo hacemos voluntariamente lo haremos forzados”
Olas de calor, sequias, inundaciones… ¿es una emergencia climática o un clima cambiante?
–Siempre ha habido situaciones de mucho calor, tanto en Euskadi como en el resto de la península. Situaciones de calor no significan cambio climático. El cambio climático es cuando comparas muchos años ,decenios con otros decenios, y ves que son diferentes. En estas comparaciones sí que vemos que ha habido una importante subida de temperatura, que es muy clara. Esto es un cambio climático. Pero el que haya una ola de calor perse no significa cambio climático, calor también había antiguamente.
Lo que el cambio climático sí se ha notado es en que cada vez son más frecuentes las olas de calor, por ejemplo. ¿Estamos a tiempo de revertir las consecuencias que traerá el cambio climático?
–No. Desde mi punto de vista ya no. El Co2 tiene una característica y es que permanece, de media, décadas en la atmosfera. Cada vez que quemamos algo permanece de media décadas en la atmosfera. Lo cual estamos calentando la atmosfera bastante solo con el Co2 que hemos echado. Pero esto no es lo único preocupante: gran parte del calor que ha absorbido la atmosfera no se ha quedado ahí, se ha ido al mar, y el mar está haciendo de almacenamiento de ese exceso de calor. Y para calentar el mar hace falta muchísima energía, pero muchísima, es una autentica barbaridad. De hecho, para calentarlo necesitamos mil veces más energía que para calentar el aire. Una vez que ya hemos calentado el mar, deberá soltar ese calor. Lo que sí podemos hacer es no empeorar la situación. Cuanto más contaminemos, más calor añadiremos y empeorará la situación. Pero el que calor que ya ha almacenado, lo irá soltando de manera irremediable y se irán notando las consecuencias del cambio climático.
¿Qué consecuencias viviremos?
–Las consecuencias del cambio climático ya han comenzado. Por ejemplo, en el cantábrico están desapareciendo especies y apareciendo nuevas, el cambio climático está trayendo nuevas enfermedades, nuevas plagas… hay ya muchas consecuencias, y seguirán aumentando.
“El cambio climático es un tema mucho más complejo de lo que pensamos. Depende de todos los habitantes del mundo”.
¿Qué medidas se pueden adoptar para no empeorar, al menos, esta situación?
–Es un tema mucho más complejo de lo que parece. El que piense que este tema depende solamente de los Gobiernos o de las empresas, está muy confundido. Sobre todo depende de cada una de los ocho mil milones de habitantes que vivimos en el planeta. Dentro de esos ocho mil millones, sobre todo depende de las personas que vivimos en la parte más desarrollada del planeta, es decir, Europa, Estados Unidos, Canadá… Gastamos muchísima energía y muchísimos recursos porque es parte de nuestro estilo de vida. Mientras no cambiemos esta filosofía, no cambiaremos nada. Por ejemplo, no es viable que en nuestro ocio, nuestras vacaciones sean cada vez más lejos. Eso es un consumo energético bestial. Mientras pensemos eso, bien poco vamos a solucionar el futuro de la humanidad y de la tierra. Hay un montón de paradigmas que tenemos que ir cambiando. Sino cambiamos voluntariamente, lo haremos involuntariamente; forzados por la madre naturaleza.
Como curiosidad: ¿por qué los fenómenos atmosféricos tienen nombre de persona?
–(ríe). Pues no lo sé, supongo que porqué se nos hace más cercano. Si te dicen que la borrasca que está en un lugar, se acerca, se te olvidará pronto. Pero si te dicen: la borrasca pepe está a punto de llegar. Te quedas más fácil con el tema, lo asociamos y lo retenemos. Es más humano así.