MADRID - El PNV ha hecho gala históricamente de su capacidad negociadora para sacar el máximo partido a sus escaños en el Congreso de los Diputados, lo que le ha granjeado una posición de influencia e interlocución política en Madrid que probablemente no tenga parangón en este momento concreto con ningún otro partido de ámbito territorial. A sus acuerdos para llevar a cabo las transferencias que recoge el Estatuto de Gernika se suman los movimientos para impulsar las infraestructuras vascas o un nuevo tiempo en materia de convivencia. Pero, en este contexto donde se trata de evitar a toda costa una repetición de las elecciones que suponga dar una segunda oportunidad a la derecha, el PNV ha decidido no poner ninguna condición a Pedro Sánchez a cambio de sus seis abstenciones.

El presidente de la ejecutiva jeltzale, Andoni Ortuzar, recalcó ayer este gesto en una entrevista con la cadena Ser el día después de su encuentro con el socialista. Pidió que otros partidos sigan su ejemplo. Reconoció que el PNV se ha preciado en otras ocasiones por su perfil negociador, pero ahora “no ha negociado nada” ni ha puesto “ni una condición encima de la mesa”. “La situación es de la suficiente gravedad como para que tengamos que tener una responsabilidad sin condiciones”, zanjó.

Ortuzar ya avanzó anteayer tras la cita con Sánchez que el PNV no sería ningún obstáculo para la investidura. Tampoco lo serán los nacionalistas catalanes de ERC. El pulso se centra en los socialistas y Podemos. Los jeltzales se abstendrán, un gesto suficiente para permitir la investidura en un escenario de acuerdo entre el PSOE y Podemos. Sus seis votos a favor no son estrictamente necesarios y no cambian nada, y fue en ese contexto donde el PNV puso condiciones para pasar al sí. Sus votos a favor solo tendrían la llave si Podemos no diera el sí y solo se abstuviera, y el resto de partidos nacionalistas o regionalistas dieran también un sí expreso. Ese escenario es una carambola que nadie cree. Por ello, fue en ese contexto donde el PNV puso alguna condición al asegurar que cambiaría sus abstenciones por votos a favor si el programa que pactaran Sánchez e Iglesias respetara las competencias vascas y estableciera salvaguardas para que las medidas sociales no se apliquen de manera uniforme en todo el Estado. El PSOE está dispuesto. Además, Ortuzar matizó que, en el caso de que todo dependiera en el último momento del PNV, haría lo necesario para evitar las elecciones y que la legislatura eche a andar cuanto antes, porque es urgente abordar las transferencias e infraestructuras como el TAV. A lo largo de la legislatura, el PNV tendría ocasión de canalizar sus exigencias.

El portavoz jeltzale en el Congreso, Aitor Esteban, aseguró en Radio Euskadi que no serán “impedimento” para la investidura, pero el “compromiso será mayor” si hay respeto a las competencias. Tanto él como Ortuzar desearon que la reunión de ayer entre el PSOE y Podemos fuera un punto de inflexión.