Ginebra - El alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Zeid Ra’ad al Hussein, advirtió ayer de que Nicaragua puede tener un futuro similar al de Venezuela si no se detiene la represión contra la ciudadanía y se libera a los manifestantes detenidos. “Debe haber un cambio de actitud del Gobierno, porque de lo contrario las condiciones con el tiempo se asemejarán a lo que vive Venezuela, con una economía debilitada”, dijo Zeid a la prensa, a la que comentó algunas de las situaciones más preocupantes de derechos humanos en el mundo.
“Debe liberare a quienes nunca debieron ser detenidos por ejercer su derecho a reunirse pacíficamente”, agregó el alto responsable de la ONU, quien dentro de dos días entregará el testigo a su sucesora, la expresidenta de Chile Michelle Bachelet.
Zeid, a quien se le reconocen sus posiciones claras en defensa de los derechos humanos más allá de presiones políticas, dijo que -como ocurrió al inició de la crisis en Venezuela- en Nicaragua se acusa a los líderes de las protestas de terrorismo, cuando en realidad “están luchando por los derechos más básicos”.
Denunció “el grado tan intenso de represión” que han ejercido las fuerzas gubernamentales y grupos armados irregulares que las apoyan, en particular contra los estudiantes, muchos de los cuales están detenidos. “No me sorprendería que en el futuro escuchemos que hubo desapariciones o casos de tortura”, anticipó.
Relatos impactantes Zeid tuvo la oportunidad de hablar con líderes del movimiento estudiantil que pide la salida del presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, cuyos relatos le impactaron por la gravedad de los hechos descritos. El alto comisionado saliente dijo también que espera que el Consejo de Derechos Humanos (CDH) ordene a tiempo una investigación de las violaciones de derechos y libertades, como ha solicitado su oficina.
El CDH inicia el próximo 10 de septiembre en Ginebra su tercer y último periodo de sesiones del año. La Oficina de Derechos Humanos de la ONU denunció desde el inicio de la crisis en Nicaragua, el pasado abril, la represión, en particular la participación de grupos de tipo paramilitar y sus ataques sin motivo contra los manifestantes.
Presión a nivel regional Zeid dijo que deben ejercerse rápidamente presión a nivel regional e internacional sobre el Gobierno del presidente nicaragüense, Daniel Ortega, porque las denuncias y declaraciones de la ONU no son suficientes. “Si se trata de gente que se prepara para atacar jóvenes estudiantes no van a escuchar o dejarse persuadir por un funcionario de la ONU”, explicó.
Zeid declinó comentar la mediación que el presidente Ortega ha pedido a la ONU, señalando que este esfuerzo corresponde al secretario general de la organización, Antonio Guterres. Asimismo, la ONU también denunció ayer que el grado de represión “es tan alto” en Nicaragua que ha forzado al exilio a ciudadanos por el simple hecho de expresar opiniones distintas a las del Gobierno, en un patrón de violencia que no cesa.
La organización lamenta que “el mundo aparte la vista” de la crisis que ha surgido en el país centroamericano, donde a pesar del “contexto de miedo y desconfianza que se ha generado”, las protestas exigiendo el respeto de las libertades han continuado.
El informe señala que en la primera fase de la crisis la policía y elementos armados progobierno -entre otros, las denominadas “fuerzas de choque” y turbas- reprimieron las protestas, y en una segunda etapa desmontaron violentamente las barricadas levantadas por los manifestantes. “Todo ello con el beneplácito de autoridades estatales de alto nivel y de la Policía Nacional, a menudo de forma conjunta y coordinada”, sostiene el informe. Agrega que “aunque el Gobierno ya no niega la existencia de elementos armados progubernamentales, sí aprueba sus acciones y les permite operar con impunidad. - Efe
300
Como consecuencia de la represión en Nicaragua, más de 300 personas han resultado muertas y unas 2.000 heridas, según el recuento de distintos organismos de derechos humanos.
Violaciones de DDHH. Entre las violaciones de los derechos humanos que la Oficina de la Derechos Humanos ha logrado documentar figuran el uso abusivo de la fuerza por parte de la Policía, “que a veces se tradujo en ejecuciones extrajudiciales, desapariciones forzadas, detenciones arbitrarias y generalizadas, torturas y malos tratos”.
Obstáculos en las investigaciones. La oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH) dijo ayer que ha encontrado obstáculos para realizar su misión en Nicaragua, en especial por la falta de colaboración del Gobierno cuando se trata de investigar a víctimas no oficialistas. “Esta labor ha encontrado obstáculos, no hemos recibido respuestas a las solicitudes de información, no hemos podido tener acceso a los centros de detención, salvo en una ocasión en junio, no hemos podido realizar misiones al terreno fuera de Managua”, dijo el coordinador de la misión.