Gasteiz - La manifestación de ayer en París reunió a varios miles de personas que reclaman al Gobierno de Macron un cambio en la política penitenciaria con los 62 presos de ETA en cárceles de Francia. Los gobiernos vasco y navarro no estuvieron presentes en la capital francesa.

¿Por qué no estuvo ayer el Gobierno Vasco en la manifestación de París?

-El Gobierno Vasco se desenvuelve en un ámbito institucional y en ese ámbito se quiere seguir manteniendo. Trabajamos activamente en ese ámbito institucional por promover una modificación de la política penitenciaria, y lo hacemos tanto ante el Gobierno español como ante el Gobierno francés.

Los llamados ‘artesanos de la paz’ parece que han encontrado un espacio de interlocución con el Gobierno francés. ¿Qué espera de esa relación?

-El Gobierno Vasco lo valora como algo positivo. El hecho de que los gobiernos, en una materia tan sensible como esta, tengan capacidad de escuchar y relacionarse con agentes sociales preocupados por el tema es siempre positivo.

¿Pueden confluir en esta cuestión de los presos de ETA en Francia la acción del Gobierno Vasco y la de los agentes sociales, como ocurrió en el desarme de ETA?

-Pueden confluir siempre y cuando se den una serie de condiciones de realidad. En esta materia es importante situarse en la realidad, y esto significa pisar suelo y reconocer cuáles son los escollos y los elementos que los permiten superar. La posición del Gobierno español en política penitenciaria es muy clara y sabemos que esa posición tiene una influencia muy importante sobre el Gobierno francés. La movilización es importante, legítima y respetable, pero solo con las manifestaciones no se van a conseguir cambios en política penitenciaria. Hay que tocar las teclas que propician esos cambios sobre la situación de los presos.

¿Y cuál es y dónde está esa tecla?

-Tenemos una relación directa y consolidada con el Ministerio de Justicia francés para hablar de estos temas y conocemos la realidad, las dificultades, y sabemos dónde están los muros.

¿Son mejores las relaciones ahora con el Gobierno de Macron que con el anterior de Hollande?

-Tenemos un canal de comunicación más fluido y una relación mejor, más personal y directa.

¿Va a moverse el Gobierno francés sin la aprobación del Gobierno español?

-Hasta ahora no lo ha hecho en materia de política penitenciaria y a día de hoy, salvo alguna pequeña mejora en el régimen carcelario de la vida de los presos, no ha habido cambios. Por el momento, no cabe prever que el Gobierno francés vaya a distanciarse mucho del español.

¿Se refiere a la retirada en noviembre a siete presos de su calificación de DPS, lo que suaviza su régimen carcelario?

-Sabíamos desde julio pasado que el Ministerio de Justicia francés lo iba a hacer y es evidente que supone una mejora, pero no cabe decir que esto supone un cambio significativo. Además, obedece a razones operativas de la administración penitenciaria francesa más que a otro tipo de razones.

Desde el entorno de la izquierda abertzale se dice que sí se están dando pasos en París.

-Me preocupa que puedan alimentarse falsas expectativas. Que el Gobierno francés haya abierto una interlocución con los grupos de Iparralde y también con el Gobierno Vasco es, sin duda, un elemento positivo, pero de ahí en adelante hasta la fecha no hay cambios significativos en su política penitenciaria.

El Gobierno español condiciona el cambio de política penitenciaria a la disolución de ETA. Ahora añade que ETA sigue “controlando” a sus presos.

-Son argumentos para justificar el mantenimiento de una política, pero no se sostiene en el actual contexto de una ETA que ha renunciado a seguir con la violencia y además está desarmada. ETA acaba de emitir un comunicado en el que viene a dejar fuera de su ámbito la gestión de la situación de los presos. También conocemos cuáles son las decisiones adoptadas por el colectivo de presos en el sentido de agotar las vías legales individualizadas y aceptar los beneficios penitenciarios.

Pero los presos siguen sin dar el paso de pedir la progresión de grado, siguen sin manifestar su intención de dar ese paso.

-No se entiende porqué se retrasan tanto en el tiempo. El primer anuncio de que iban a adoptar las vías legales de manera individualizada de progresión de grados y beneficios penitenciarios lo hicieron en diciembre de 2013, anuncio que ha sido ratificado este año en dos ocasiones (la última antes de verano). ¿Por qué todavía hoy no han dado pasos? Es algo difícil de entender. Este retraso no ayuda.

¿Y la disolución de ETA ayudaría a ese cambio en la situación de los presos?

-Es un elemento que puede tener una influencia positiva. Se debería dar cuanto antes y de manera clara. Junto a esto sería muy importante aportar una reflexión crítica sobre el pasado de vulneraciones de derechos humanos que ha provocado ETA durante décadas, o un reconocimiento del daño causado, o una expresión de distanciamiento crítico con respecto a los delitos cometidos.

¿Por qué no lo hace? ¿Por discrepancias en el seno de ETA y en el colectivo de presos?

-No lo sabemos, no tenemos datos para poder dar una opinión for-mada.

El caso es que se hablaba de que la disolución se produciría a finales de este año o comienzos del que viene. Estamos casi en Navidad y no parece inminente.

-Obviamente no lo sé, es una decisión de ellos. Antes los rumores situaban la disolución en diciembre, ahora los posponen a primeros de año o incluso a primavera o más tarde. No lo podemos saber pero, en todo caso, lo importante es que la disolución/desaparición de ETA tiene relevancia en el clima político, en relación con las víctimas y también en la política penitenciaria. Pero, para que una desaparición de ETA tengo esos efectos positivos, es importante que sea clara, unilateral, efectiva y definitiva.

¿Qué significa efectiva?

-Que utilice términos claros, que permitan entender sin ambigüedad que a partir de un momento dado ETA ha dejado de existir. Porque si se hace una declaración que queda en un terreno ambiguo y que permite interpretar una cosa y su contraria, ese paso no tendrá efectos.

¿El término que parece que van a utilizar, el de ‘desmovilización’, es claro y efectivo?

-No vamos a imponer un término. Si ETA quiere utilizar la palabra desmovilización, la puede utilizar, pero sería necesario que lo tradujera y que dijera claramente que esa desmovilización implica que a partir de una fecha ha dejado de existir. No puede dejar lugar a ninguna duda a nadie.

¿Qué papel va a jugar el Gobierno Vasco en la disolución de ETA? ¿Similar al del desarme, con la participación de gobiernos y agentes sociales?

-Estamos dispuestos a apoyar un proceso de disolución de ETA si es unilateral, efectivo y definitivo. Esto se lo hemos transmitido y se lo hemos hecho saber a todas las entidades mediadoras internacionales que han estado trabajado en el desarme y el fin de la violencia.

¿Va a haber organismos internacionales en el proceso de disolución?

-No lo sabemos, pero en la medida que pudiera haber ese tipo de organismos, nosotros hemos transmitido esta posición.

¿Qué está haciendo el Gobierno Vasco para atraer al PP a la Ponencia sobre Memoria y Convivencia?

-Es un trabajo parlamentario más que de gobierno, pero estamos trabajando por generar espacios de confianza, por persuadir de la importancia que tiene para la convivencia que todos juntos podamos hacer una reflexión de pasado, presente y futuro que sea la base del nunca más.

Mientras EH Bildu no reconozca que matar estuvo mal, parece que el PP va a seguir en las mismas.

-Ese es uno de los escollos, pero el plan de trabajo de la Ponencia prevé abordar esta cuestión en su calendario de trabajo. Ahí se va a ver si todas las fuerzas políticas son capaces de decir algo en conjunto sobre todas y cada una de las vulneraciones de derechos humanos ocurridas en este país sin excepcionar ninguna.

¿Quién debería ceder: EH Bildu haciendo una autocrítica clara o el PP aceptando lo que hay?

-No habría que condicionar la una a la otra. Si el PP puede compartir foro con EH Bildu en la Ponencia de Autogobierno, no se entiende bien que no lo pueda hacer en la de Memoria y Convivencia. También es difícil de entender que EH Bildu tenga posiciones clarísimas cuando tiene que posicionarse sobre el GAL, Batallón Vasco Español, los crímenes del franquismo? y que en relación a los asesinatos de ETA no diga algo claro.

Otegi y otros dirigentes de la izquierda abertzale han participado hace unos días en el homenaje a la dirigente de ETA Belén González Peñalva. ¿Facilita las cosas?

-En este ámbito hay que tener mucha sensibilidad por las víctimas y medir bien lo que es aceptable y lo que puede generar daños a terceros que deberían evitarse. Nosotros somos partidarios de defender la sensibilidad que las víctimas merecen.

La izquierda abertzale, muchos de sus principales dirigentes, han pactado con la fiscalía y las asociaciones de víctimas para que se les rebaje la condena y eviten ir a la cárcel. ¿Por qué cree que no lo hace en su discurso político?

-Sería muy importante que la izquierda abertzale institucionalizara estos acuerdos alcanzados con la fiscalía y la AVT para evitar la cárcel, sería importante para que también los presos pudieran acogerse a ese tipo de argumentarios y no quedar solos en su celda sin una cobertura política.

¿Qué le queda por hacer al Gobierno Vasco en materia de víctimas?

-Estamos trabajando especialmente con la AVT en diferentes proyectos. Nos queda por hacer la manera de reparar a las víctimas de las primeras décadas (años 60 y 70) que tuvieron un especial abandono, especialmente aquellas cuyos casos han tenido un esclarecimiento incompleto, y luego las víctimas merecen que el conjunto de las fuerzas políticas y las instituciones podamos compartir una lectura crítica del pasado de lo que ha supuesto la violencia. Estas son las tareas para esta legislatura. Con las víctimas estamos teniendo un clima de trabajo constructivo, especialmente con la AVT.

¿Ve alguna posibilidad de llegar a un acuerdo con el Gobierno español para que retire el recurso sobre la ley de víctimas de abusos policiales?

-Primero vamos a aplicar la ley en todo aquello que no está suspendido, además vamos a defender la legalidad de la ley donde corresponda y, por último, vamos a intentar que el Gobierno español retire el recurso. Es una tarea muy importante porque en materia de convivencia todo lo relacionado con el pasado y las violaciones de los derechos humanos tiene que ser clarificado, reconocido y visibilizado.