La comunidad autónoma tendrá Presupuestos el próximo año y, además, la estabilidad económica será generalizada a lo largo y ancho del mapa territorial y ninguna de las principales instituciones se verá abocada a la prórroga, incluida la Diputación de Álava. PNV y PSE, socios en el Gobierno Vasco y buena parte de las instituciones, cerraron el martes a la noche con el PP un pacto presupuestario y fiscal que ayer tuvo su primera plasmación concreta: los populares facilitarán la aprobación de las Cuentas en el Parlamento Vasco, en principio con su abstención, a cambio de incorporar enmiendas por un valor de 30 millones de euros. Es el segundo año consecutivo en que el PP da su apoyo en esta votación.
En un proyecto presupuestario de 11.486 millones, sus enmiendas suponen un 0,26%, una cifra discreta que permite al Gobierno Vasco mantener casi intactas sus Cuentas. El PP de Alfonso Alonso, que en la negociación del proyecto de 2017 pactó una cantidad similar (29 millones), no ha apretado por ese flanco. El factor determinante en su apoyo ha sido la rebaja en el tipo nominal del Impuesto de Sociedades, del 28% actual al 24%, un punto por debajo del Estado. A cambio, se han endurecido las deducciones para que la recaudación no se resienta y para garantizar los servicios públicos. Aunque presentar este acuerdo haya sido más complicado para los socialistas por su negativa inicial a rebajar el tipo de Sociedades, PNV, PSE y PP han hallado las vías para que todos se encuentren cómodos. La abstención popular será suficiente para aprobar las Cuentas pese a las enmiendas a la totalidad de EH Bildu y Elkarrekin Podemos, que serán tumbadas el 11 de diciembre.
garantizar los servicios El consejero de Hacienda y Economía, Pedro Azpiazu, firmó ayer en Gasteiz con el portavoz económico del PP, Antón Damborenea, sus “bases para propiciar que Euskadi disponga de Presupuestos Generales en 2018”. Los dos interpretaron que el acuerdo lanza “un mensaje de estabilidad institucional y responsabilidad política”. PNV y PSE, por su parte, coincidieron en destacar que los servicios públicos están garantizados. En un acto sobre el cambio climático, el lehendakari realizó el mismo análisis y habló de acuerdos “sólidos, realistas y positivos” que “garantizan los servicios públicos y recursos para la reactivación económica y el empleo”.
Las enmiendas del PP proponen sobre todo incrementar la inversión en centros de salud y los conciertos sanitarios (cinco millones), aumentar las ayudas a familias con hijos y a la conciliación (5,5 millones), y mejorar la Formación Profesional Dual, los conciertos y ayudar a los institutos con alumnos inmigrantes (otros cinco millones). El resto de sus enmiendas van encaminadas al empleo juvenil, la justicia gratuita, el metro de Bilbao a Rekalde y mejorar las comunicaciones con Loiu.
Este acuerdo afianza la vía de colaboración en materia presupuestaria entre la coalición PNV-PSE y el PP en un momento en que la brecha con EH Bildu es cada vez mayor. La colaboración se ha extendido en el tiempo y en el espacio. Por un lado, es el segundo año consecutivo en que el PP facilita la aprobación de las Cuentas autonómicas. Por otro, queda encarrilada la negociación en las Juntas de Araba, un territorio donde, a diferencia de Bizkaia y Gipuzkoa, PNV y PSE no tienen mayoría absoluta y donde, hasta ahora, habían sacado adelante su proyecto con el respaldo de EH Bildu. Los populares han tratado de preservar su espacio político con la expectativa de recuperar la Diputación y el Ayuntamiento de Gasteiz en las elecciones de 2019. A pesar del pulso mantenido en las últimas jornadas, el pacto se aplicará también en Álava, aunque la escueta nota de prensa del martes fue deliberadamente genérica y no aludió al territorio, lo que permite al PP preservar su espacio y que no se venda el acuerdo como un cambio de cromos. Todas las partes coincidieron ayer en circunscribir este pacto al año 2018, y también se desvinculó de los Presupuestos estatales de Rajoy, que ni siquiera han sido presentados aún.
fiscalidad En cuanto al pacto fiscal, el Impuesto de Sociedades va a quedar prácticamente tal y como lo han planteado PNV y PSE en las últimas horas. Habrá una rebaja en el tipo nominal hasta el 24% (20% para las pymes), y se activarán tres mecanismos de compensación para que no caiga la recaudación. Solo en uno de ellos se ha introducido un matiz tras el acuerdo con el PP: la compensación de las pérdidas de ejercicios anteriores hablaba de 15 años, y ahora serán 20. El IRPF se revisará con el horizonte del año 2020, pero no habrá cambios el próximo año, salvo en Álava, donde existe cierta tradición en las bonificaciones a las familias. Aumentarán las deducciones para los jóvenes por compra de vivienda habitual, y las deducciones a familias con niños o ancianos a su cargo. Esta reforma la ha peleado el PP y allana el pacto presupuestario en Álava. Las reformas se tramitarán vía enmiendas en las tres Juntas Generales.
No ha sido un acuerdo fácil de gestionar y se ha buscado un punto de encuentro. El documento del pacto de los Presupuestos vascos se centra en el “mensaje de responsabilidad institucional y de estabilidad política”, sin perjuicio de que cada uno mantenga “sus propios postulados ideológicos”. El PNV expresó ayer su satisfacción porque “se consigue estabilidad” y poner en marcha “con seguridad y firmeza” políticas sociales y de empleo, y recalcó que el PP es quien ha mostrado “voluntad real de cerrar el pacto”. En un comunicado, criticó que EH Bildu se haya autoexcluido con “posiciones maximalistas, sin madurez política e introduciendo en el debate cuestiones políticas ajenas a la negociación”, en alusión a su exigencia de desatar una crisis de gobierno de escala autonómica para romper con los socialistas por su apoyo a la suspensión del autogobierno catalán.
La secretaria general del PSE, Idoia Mendia, por su parte, aplaudió el acuerdo en Radio Euskadi por dos razones: porque garantiza la estabilidad “en todas las instituciones” y porque, pese a la rebaja en el tipo de Sociedades, “hay garantía de que no solo no va a caer la recaudación, sino que puede que mejore”. “Se garantiza la recaudación para sostener los servicios, y que las empresas paguen por sus beneficios reales”, dijo.
EH Bildu y Elkarrekin Podemos, por su parte, fueron críticos con la rebaja en Sociedades y arremetieron contra los socialistas. Otegi llegó a especular con un “chantaje económico” al PSE, a quien, según dijo, se ha podido amenazar con la desbandada de importantes empresas, tal y como declaró en Radio Popular-Herri Irratia. Bildu acusó al PNV de estar cada vez “más anclado a España”.
La comunidad autónoma ha cerrado el círculo de la estabilidad económica. No solo tendrá Presupuestos, sino una reforma fiscal actualizada y un acuerdo para cinco años con Madrid sobre el Cupo que clarifica su relación financiera.
Presupuestos. El PP presentará 30 millones en enmiendas. Cinco millones se destinarán a la sanidad mediante la mejora de los conciertos y las inversiones en centros; las ayudas a familias con hijos se incrementarán en tres millones y la conciliación en 2,5; habrá cinco millones adicionales para mejorar los conciertos educativos, la FP dual y los institutos con muchos inmigrantes; se invertirá en estudios para ampliar el metro de Bilbao a Rekalde y para mejorar las comunicaciones con el aeropuerto de Loiu; y se invertirá más en el empleo juvenil y la justicia gratuita.
Fiscalidad. El Impuesto Sociedades bajará del 28% al 24% (20% en pymes). Se endurecerán las deducciones por pérdidas de ejercicios anteriores (70% para pequeñas empresas y 50% para el resto), se introducirá una limitación a las deducciones por I+D+i del 70%, y subirá el tipo mínimo efectivo (17% grandes empresas y 15% pymes). El IRPF cambiará el año próximo en Álava. Subirá un 20% la deducción por vivienda para menores de 30 años en municipios de menos de 5.000 habitantes; y también crecerá un 20% la deducción por hijos y ancianos a cargo.