Vitoria - Los años de crisis económica, con sus secuelas de desempleo y desigualdad, así como la lentitud de la incipiente recuperación económica han puesto a prueba los instrumentos de protección social de Euskadi, que, a tenor de los datos económicos, han respondido con más eficacia y generosidad que en otros países europeos. Según la información facilitada ayer por el Eustat, el gasto en protección social por habitante de la Comunidad Autónoma Vasca ascendió en el año 2014 a 8.341 unidades en Paridad de Poder de Compra (PPC), lo que supone un 5,5% más que la media de la UE-28, que gastó 7.903 PPC por habitante, y un 36,3% más que el correspondiente al Estado español (6.121).

En esta estadística la unidad en Paridad de Poder de Compra se puede aproximar al euro, pero en realidad es una conversión monetaria que iguala el poder de compra de diversos países al eliminar las diferencias en los niveles de precio entre ellos. El Instituto Vasco de Estadística, Eustat, difundió ayer los datos comparativos del gasto en protección social per cápita de Euskadi en relación con los países europeos y con España utilizando la PPC como medida.

gasto en aumento De esta forma, el Eustat determina que entre los años 2010 y 2014 el gasto en protección social en Euskadi creció un 9,9%, por encima del incremento del 8,6% registrado por la UE-28 y del 3,7% del conjunto del Estado español. En 2014, la inversión vasca en protección social superó en 2.220 PPC la de España y en 438 la media europea. Esta diferencia en el gasto a favor de Euskadi con respecto a la media de la UE-28 es una situación que se mantiene con pequeñas variaciones desde el año 2008.

Según los datos del Eustat, el nivel de gasto social per cápita de la CAV se sitúa por delante de los de países como Reino Unido (7.885 PPC), Italia (7.781) e Irlanda (6.895), pero por detrás de Luxemburgo (14.894), Dinamarca (11.071), Países Bajos (10.795), Austria (10.624), Alemania (10.359) y Francia (10.345 PPC), entre otros.

Las pensiones, las prestaciones asistenciales y por desempleo, las ayudas a la inclusión social, la atención domiciliaria, la formación para el empleo y la asistencia sanitaria son algunas de las principales partidas que conforman el gasto en protección social. En el caso de Euskadi, el sistema de garantía de ingresos que conforman la RGI, la ayuda para vivienda y las AES (Ayudas de Emergencia Social) también son un capítulo importante que alcanza a un elevado número de personas y cuyo presupuesto crece de año en año. En 2015, por ejemplo, estas prestaciones supusieron un gasto aproximado de 525,2 millones de euros; un 5,5% más que el año anterior. También hay que tener en cuenta que la cuantía básica de la RGI, es de 665,90 euros mensuales, un 58,3% superior a la media del Estado y la más elevada de todas las comunidades autónomas.

Según la metodología utilizada por el Eustat, los gastos de los sistemas de protección social incluyen conceptos como prestaciones sociales, gastos administrativos, transferencias a otros sistemas (pagos sin compensación a los sistemas de protección social) y “otros gastos”. Las prestaciones sociales, que constituyen el núcleo de la estadística, son “los pagos, tanto en efectivo como en especie, que reciben los hogares desde los sistemas de protección social y que son suministrados directamente, es decir, suponen un incremento equivalente de la renta disponible del beneficiario”.