Gasteiz - El delegado del Gobierno español en la CAV, Javier de Andrés, no consideró ayer que el fallecimiento el pasado domingo del preso Kepa del Hoyo en la cárcel de Badajoz tuviera nada que ver con la política de dispersión de los reclusos de ETA. Es más, lo enclavó en una situación que “no se preveía” y que puede ocurrir “ocasionalmente” tanto con los reos de la organización armada como “con otros”.

El representante del ejecutivo de Rajoy en suelo de la CAV aseveró que “el hecho de que muera un preso en prisión es algo que sucede ocasionalmente, con los presos de ETA y con otros presos”. Y en el caso concreto de Del Hoyo, fallecido por un ataque al corazón, ha sido una situación que “no se preveía”. “Ha sido un infarto mientras hacía deporte en la cárcel, y eso hay que entenderlo como un hecho que sucede con cierta frecuencia en las cárceles, porque hay una población y como todos los seres humanos están sujetos a que les puedan ocurrir cosas de este tipo”, se refirió en una entrevista en Radio Euskadi.

Cuestionado sobre la transferencia de prisiones que el Gobierno Vasco viene reclamando durante los últimos tiempos, De Andrés incidió en desligar esa competencia recogida en el Estatuto de Gernika pero pendiente de traspaso con la situación de los presos. En ese sentido, advirtió de que “la decisión de cuál es la ubicación y circunstancias legales” de los reclusos “no lo decide el Gobierno de España”, sino la Audiencia Nacional.

Para mejorar sus situación carcelaria, por último, lo que los presos deben hacer es “desgajarse de la banda, actuar con libertad, buscar sus mejores oportunidades para su proceso de reinserción en la sociedad y redimir condena”. ·Y es algo que tienen que hacer al margen de la organización terrorista”, apostilló. - DNA