Sobresueldos, ‘papeles’ y caja B:
“Jamás me he ocupado de ninguna cuestión de contabilidad. Lo único que me importaba era que los informes del Tribunal de Cuentas fueran positivos”.
“Jamás” oyó hablar de financiación ilícita, ni de donaciones en efectivo, ni ningún empresario le habló de una donación: “No sé si se ha confundido de testigo, señor letrado”.
No sabía si Lapuerta visaba las cuentas de Bárcenas.
“Jamás recuerdo haber asistido a un debate sobre los presupuestos o sobre las cuentas públicas en 30 años de miembro del Comité Ejecutivo”.
“(Los complementos) son absolutamente falsos. Cobrábamos un sueldo de diputado y bastantes personas del partido tenían un complemento que abonaba el partido y que se declaraba a Hacienda. Cuando entramos en el Gobierno dejamos de cobrar ese complemento porque no se podía”.
Niega haber cobrado del partido, al ser preguntado por la época 1996-2003, cuando era ministro: “Jamás, sería ilegal”.
Niega que se decidiera compensar a los que entraron en el Gobierno: “En absoluto se tomó tal acuerdo, ni ahora ni nunca”. Si alguien recibía gastos de representación o pagas extras lo decidían “los servicios económicos del partido”.
“Cuando conocí los papeles (de Bárcenas) porque los publicaron los medios, vi que lo que decían sobre mí era absolutamente falso. Hablé con un sinfín de dirigentes que me dijeron que lo suyo era absolutamente falso; luego leí que algunas personas dijeron que algunos traspasos de fondos sí se habían producido. Por eso me pareció legal y honesto decir, cuando se me preguntó, que la gran mayoría eran falsas y que otras, según había leído en los periódicos, podían ser ciertas”.
Bárcenas y los SMS
“Tengo la costumbre de responder a los mensajes (...). Respondí y eso es todo, podía utilizar esa frase u otra, no tiene significado ninguno (...). Significa que no hicimos nada que pudiera perjudicar a ningún proceso”.
“No lo llamé (...). En la vida uno manda muchos mensajes, pero no hice absolutamente nada hasta el punto de que no lo llamé”.
“Hasta que dejó el partido no recibí ninguna queja de él”.
“A mitad de 2010, cuando había dejado el puesto de tesorero y el Senado, pidió una reunión para despedirse conmigo, con su mujer y el señor (Javier) Arenas. Me pareció razonable”.
“Dijo que necesitaba una sala para meter sus papeles, que ya los retiraría, y si se le podía dejar el coche del partido un tiempo mientras iniciaba su nueva vida. Nos pareció razonable”.
“En absoluto” le pidió ayuda ante la presión de María Dolores de Cospedal ni le avisó de que podría no ser presidenta de Castilla-La Mancha.
Conoció sus cuentas en Suiza “cuando se publicaron en los medios” y “en absoluto” se prestó a ser avalista.
El aviso sobre las parcelas de Majadahonda y Arganda del Rey
“A finales de 2004 el señor (Alvaro) Lapuerta pidió verme con doña Esperanza Aguirre (...), no recuerdo exactamente qué (dijo) pero sí que citó Arganda y Majadahonda (...). Se lo contó delante de mí a Esperanza Aguirre y como ella era presidenta del partido en Madrid le dije que se ocupara de esos asuntos”.
No recuerda si estuvo Bárcenas. “Tengo al cabo del día 10 o 12 reuniones y me queda, haciendo un esfuerzo, lo que considero más fundamental”. No recuerda que se mencionase en ella a Correa, ni a Martinsa ni a Ignacio González.
Tampoco recuerda que Aguirre le comunicase después sus decisiones. “Doy por sentado que la gente cumple las instrucciones y no hay tiempo para su seguimiento”.
Francisco Correa
“No conocía a Correa (...). Si le conocía era de saludarlo en algún acto del partido, cosa que no puedo afirmar con total nitidez”. No sabía que Orange Market era su empresa.
“(A finales de 2004) el tesorero del partido me dijo que algunos proveedores estaban usando el nombre del PP en algunos ayuntamientos de Madrid. Le pregunté si había algo que consideraba no ajustado a Derecho y me dijo que no tenía pruebas, pero que no le gustaba. Le pregunté qué proponía y él dijo que dejar de trabajar con esos proveedores”.
No sabe cómo lo supo Lapuerta, no recuerda que hablase de municipios concretos ni tampoco si en esa reunión había más gente o si estuvo Bárcenas. No sabe quién es Joaquín Molpeceres.
Álvaro Pérez, ‘el Bigotes’
El único con el que recuerda haber coincidido en algún acto público. “Le he visto en algunos actos públicos porque él llevaba esos temas en la empresa de Correa”.
Desconoce la carta que le envió a finales de 2003 hablándole de una deuda del partido en Galicia. “Desconocía la existencia de esa deuda ni sé cómo se resolvió”. “Mucha gente manda cartas al presidente sobre temas muy diversos (...). En Moncloa tengo gente que se dedica a responder cartas del presidente o de los ministros; si no, es imposible manejarse”. “Puedo enseñarle decenas de cartas en las que me tutean y ponen Excelentísimo Señor al frente”.