BARCELONA - El juez del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) Carlos Ramos, que investiga al exconseller de Justicia y ex secretario del Govern catalán Germà Gordó por el caso del 3% sobre la supuesta financiación irregular de Convergència Democràtica de Catalunua (CDC), envió ayer a la Guardia Civil al Palau de la Generalitat, al Parlament, a la Consellería de Justicia y al Centro de Telecomunicaciones de la Generalitat (CTTI) para requerir las agendas de Gordó, actualmente diputado en el Parlament. Los agentes estuvieron acompañados en estas visitas por el fiscal Anticorrupción José Grinda, encargado del caso del 3%. El exconseller de Justicia está citado a declarar, precisamente, el próximo lunes ante el magistrado Carlos Ramos por su presunto papel de intermediación en el pago de comisiones de empresarios a CDC a cambio de adjudicaciones, en el marco del llamado caso del 3% que abrió un juez de El Vendrell (Tarragona). El TSJC abrió una investigación a Gordó por los delitos de tráfico de influencias, prevaricación y malversación, después de que el juez de El Vendrell, que mantiene como investigados a cargos de CDC no aforados, apreciara indicios de su participación en la trama de presunto pago de comisiones. En el caso del Palau de la Generalitat, el conseller de Presidencia, Jordi Turull, dio orden de impedir el acceso a la Guardia Civil, si bien se comprometió a entregar la información requerida, por lo que los agentes permanecieron en la sala de espera, situada junto al patio de acceso a las dependencias de la Generalitat. Turull explicó posteriomente a través de Twitter la razón que le llevó a oponerse a que los miembros de la Guardia Civil accedieran al Palau de la Generalitat. “Colaboración con la justicia, toda. Espectáculos y humillaciones en el Palau que desde hace seis siglos acoge la Generalitat, ni una”, escribió el conseller en la red social.
Tampoco tuvieron mucha suerte los guardias civiles que se desplazaron a la conselleria de Justicia. Aunque sí pudieron acceder al interior, Gordó no dejó rastro de su agenda de actividades ni de su libro de visitas tras su paso por este departamento, por lo que la Guardia Civil solo pudo llevarse el registro de los actos públicos y protocolarios a los que asistió. Según fuentes de la investigación, los responsables de la Conselleria de Justicia, dirigida ahora por el miembro de ERC Carles Mundó, no pudieron dar respuesta a todos los requerimientos del juez Ramos dado que el exconseller no dejó esa documentación. En el primero de los requerimientos que los agentes llevaron al departamento, el juez solicitaba que se le facilitara el libro de visitas de Gordó durante su etapa al frente de Justicia, entre 2013 y 2016, cuando aún estaba en CDC, así como una relación de los integrantes de su equipo administrativo.
Los responsables de la consellería, tras consultar sus archivos informáticos, contestaron que no disponían de ningún libro de visitas de la etapa Gordó, dado que ese tipo de registro -que sí funciona actualmente- no existía durante la época en que fue conseller. Así, la Guardia Civil solo se pudo llevar la relación del personal administrativo que formaba parte del equipo de Gordó. Por lo que respecta al Parlament, los agentes de la Guardia Civil copiaron el correo de Gordó.
Gordó: “Sin comentarios” La respuesta del máximo implicado en este asunto, Germà Gordó, a la actuación de la Guardia Civil fue tan escueta como enigmática. A través de su cuenta de Twitter, Gordó, que desde que dejó el PDeCAT permanece como diputado no adscrito en el Parlament catalán, afirmó: “Sin comentarios, cielo sereno”.
Igual de tranquilo se mostró el diputado de ERC en el Congreso Gabriel Rufián, quien expresó su “colaboración total y absoluta” para que se investigue la trama del 3% y, en este sentido, señaló que la Guardia Civil “vaya donde quiera” e “investigue a quien quiera”. “Por ERC no será”, enfatizó.
La tranquilidad con la que el propio Gordó o el republicano Rufián se tomaron la actuación de la Guardia Civil, contrastó con las críticas lanzadas por la expresidenta del Parlament, Núria de Gispert, contra su sucesora, Carme Forcadell, por dejar entrar en la Cámara catalana a agentes de la Guardia Civil. “Yo no los dejaría entrar. Turull les ha impedido el paso en el Palau (de la Generalitat). Que entren en el Congreso, que tienen mucho más trabajo”, aseguró De Gispert.
Por su parte, el conseller de Cultura, Lluís Puig, denunció la puesta en escena porque “ resulta muy espectacular la imagen de la Guardia Civil entrando en edificios públicos que siempre han estado con las puertas abiertas”. Puig afirmó que “sin esta escenografía” las autoridades catalanas hubieran actuado igual porque “nosotros no destruimos los ordenadores”, en alusión al PP. -DNA