PARÍS .La operación, llevada a cabo en cooperación con la Guardia Civil, tuvo lugar en un caserío situado a las afueras de la localidad de Louhossoa, a 30 kilómetros al este de Baiona.

En un comunicado, el ministro del Interior, Bruno Le Roux, consideró la operación como "un nuevo duro golpe a ETA" tras el descubrimiento de otro depósito de armas de la organización terrorista el pasado 12 de octubre en un bosque situado a 100 kilómetros al noreste de París, en el municipio de Carlepont.

Le Roux también recordó el arresto el pasado 5 de noviembre en Ascain del presunto jefe del aparato militar de ETA, Mikel Irastorza, con dos de sus cómplices.

El ministro recordó la "determinación" de Francia a "luchar contra el terrorismo en todas sus formas", al tiempo que se felicitó de la "excelente cooperación" con las fuerzas del orden españolas.

El Ministerio francés no confirmó la identidad de los detenidos, que medios independentistas franceses aseguran que son personas de la sociedad civil comprometidos con el proceso de desarme de la banda.

En este sentido, el presidente de honor de la Liga francesa de Derechos Humanos (LDH), Michel Tubiana, confirmó al diario "Le Monde" que él mismo debía haber participado en la operación de inutilización de las armas, pero que finalmente no se encontraba en el lugar de los hechos.

El activista de los derechos humanos, de 64 años, aseguró que se trataba de una "iniciativa voluntaria de ETA para desarmarse" y que las armas iban a ser neutralizadas para "posteriormente ser entregadas a las autoridades francesas".

Tubiana indicó que la intervención de la policía impidió que se desarrollara esta operación y acusó a París y a Madrid de "transformar una iniciativa voluntaria en una detención".

Para el presidente de honor de la LDH los gobiernos de Francia y España han querido llevar a cabo una "operación de comunicación", aseguró que "las autoridades estaban informadas" y "no podían ignorar que se trataba de una iniciativa de neutralización" de armas.

Tubiana indicó a "Le Monde" que han tratado de coordinar con las autoridades francesas las condiciones de desmantelamiento del arsenal, pero que no han tenido respuestas positivas.