madrid - Cerrado el plazo de votaciones a las 23.59 horas de ayer, Podemos remozará dos piezas claves en su engranaje territorial en cuestión de horas. La Comunidad de Madrid y Andalucía, dos de sus principales nichos de voto, renuevan mañana su órganos de gestión con la batalla entre las dos familias del partido morado emergiendo entre las sombras de sendos procesos de primarias que han generado más de una disputa entre los contendientes. La batalla madrileña, con los pablistas de la mano de Ramón Espinar frente a los errejonistas aglutinados en torno a Rita Maestre, será aún así la pugna que calibrará el poder interno con el que el secretario general, Pablo Iglesias, encarará la refundación del partido a abordar en primavera del año próximo. En el fondo del debate se encuentra la disyuntiva de Podemos entre una línea más pegada a la calle (Iglesias), y otra más transversal y abierta al PSOE (Errejón).
El denominado Vistalegre 2 se acerca en el horizonte, aunque aún resten meses para la celebración del congreso con el que Podemos desea dejar atrás su etapa de vertiginoso crecimiento para dar paso a su consolidación como fuerza emergente de izquierdas. Y tanto un sector como el otro desean estar bien posicionados para una refundación que, además, dilucidará el liderazgo interno. Madrid y Andalucía son, sin duda, dos de las autonomías que pueden hacer bascular los equilibrios de poder entre los sectores afines a Iglesias y su número dos Errejón, que no han dudado en mostrar sus preferencias sobre los candidatos. Ambos aparatos territoriales culminan mañana el proceso de renovación de sus órganos de dirección -consejos ciudadanos y secretaría general-, aunque la nómina de elecciones internas a resolver es más extensa. Aunque con menos turbulencias, Extremadura también elige su Consejo Ciudadano, mientras que los consejos locales de otras grandes ciudades como Málaga, Donostia, Alicante, Tarragona, Palma de Mallorca, León o Lleida también deben cerrar sus procesos.
La batalla por la Comunidad de Madrid ha sido sin duda alguna el proceso interno que mayor eco mediático ha generado. Es, de hecho, donde más nítidamente se ha vislumbrado el apoyo brindado por las dos cabezas pensantes de la formación morada a dos candidaturas concretas. Juntas Podemos, con Ramón Espinar como candidato a secretario general madrileño -y con uno de los fundadores del partido, Juan Carlos Monedero, ofreciendo su entera colaboración-, fue la plancha en la que confluyeron los oficialistas junto a los anticapitalistas liderados por Miguel Urbán. Ambos bandos, tradicionalmente alejados en algunos de sus postulados pero agrupados bajo el paraguas del liderazgo de Iglesias, respondieron así a la candidatura Adelante Podemos, dirigida por los errejonistas con la portavoz del Ayuntamiento de la capital estatal, Rita Maestre, como elegida para dirigir un aparato territorial clave para ostentar el poder estatal. Errejón fue el primero en golpear al fichar a algunos representantes tradicionalmente aliados con Iglesias, como la exdiputada autonómica de IU Tania Sánchez.
La polémica por la compraventa de la vivienda de protección oficial de Espinar ha sido la enésima polémica de un proceso interno que ha vivido un pulso capital, que fue vencido por el proyecto político de los errejonistas hace dos semanas. Diez de los once documentos que marcarán la hoja de ruta a seguir por el partido en la Comunidad de Madrid llevan su sello, frente a un único de los pablistas. El método de votación no ha escapado de las divergencias, como tampoco los apoyos brindados desde uno y otro bando a sus compañeros. Ayer, y a pocas horas de cerrarse el proceso, Monedero salió a la palestra para defender a Espinar, y de paso a Iglesias, atizando a la teoría de la transversalidad por la que aboga Errejón. Ideólogo de la estrategia de cara a las últimas elecciones generales, afeó su labor por la “mala” campaña realizada.
el sur, más tranquilo Andalucía, donde los anticapitalistas ostentan sus mayores cotas de poder en el seno de Podemos, no ha sido en esta ocasión el avispero que hace año y medio fue. El territorio más poblado del Estado sigue siendo territorio proclive a su actual líder, Teresa Rodríguez, aunque no haya estado exenta de críticas internas, sobre todo por la elección de la fecha de la renovación de los órganos autonómicos. Se enfrenta a una plancha en la que confluyen algunos sectores críticos a su gestión a los mandos de la formación morada andaluza, que han optado por unir fuerzas agrupándose en Ahora Andalucía con la presidenta del grupo parlamentario, Carmen Lizárraga, como cara visible. De otro lado están los errejonistas, que tienen al exsecretario del Organización Sergio Pascual, que abrió una de las más encarnizadas batallas de poder interno tras su fulminante cese por la repercusión que tuvieron las dimisiones en el Consejo Ciudadano de Madrid de marzo, como muñidor de la plancha. Denominada Andalucía plaza a plaza, confía en que Begoña Gutiérrez alcance la secretaría general territorial. Las más de 70.000 personas inscritas en la formación tendrán la última palabra.
Autonomía de menor peso en la toma de decisiones en el seno de la cúpula de Podemos, el caso extremeño es radicalmente opuesto al madrileño y andaluz. Tres son las candidaturas con opciones para consechar los hasta 7.500 votos de los miembros inscritos, aunque todo indica que el actual secretario general, Álvaro Jaén, seguirá pilotando el futuro de la marca morada.
Candidato de los ‘pablistas’, se ha visto salpicado por el caso de su vivienda protegida. No han faltado voces que han achacado el asunto al bando rival.
La pugna orgánica andaluza no ha estado exenta de críticas a su lider. Del bando anticapitalista, Teresa Rodríguez es la cara más visible de Podemos, pese a aspirar a reforzar su poder interno.
Presidenta del grupo parlamentario morado en suelo andaluz, es crítica con Rodríguez pero no con el líder estatal, Pablo Iglesias. Sería la tercera vía entre ‘pablistas’ y ‘errejonistas’.
Cuenta con el excolaborador de Errejón, Sergio Pascual -quien fuera cesado por Iglesias como secretario de Organización estatal abriendo un cisma interno-, como número tres.
Pieza clave en el grupo parlamentario morado local y avalado por el aparato en Madrid, Jaén es el principal candidato frente a otras dos planchas.