madrid - Si las opciones de que algún candidato a la Presidencia española supere la sesión de investidura son muy limitadas por la falta de acuerdo y el poco tiempo que queda para negociar, en el caso de Mariano Rajoy las probabilidades se acercan cada vez más al cero por ciento. El presidente en funciones está aislado políticamente y un buen puñado de partidos quieren desalojarlo y deshacer sus medidas estrella, como la reforma educativa, la ley mordaza que fija sanciones elevadas para determinadas formas de protesta, o la prisión permanente revisable. Por si ese lastre fuera poco, los presuntos casos de corrupción o las prácticas poco éticas vinculadas a cargos del PP han resurgido intensamente en los últimos meses, complicando en extremo que pueda atraerse a algún socio. Peor aún, se está registrando un rebrote importante en un momento crucial para la investidura, a tan solo diez días de que el rey arranque la ronda con los partidos para proponer candidato, y a dos semanas de repetir elecciones si no hay acuerdo.
En concreto, Rajoy acudirá a la ronda en el peor momento para el PP, con un ministro salpicado por los papeles de Panamá, con el alcalde de Granada investigado por una presunta trama de corrupción urbanística, y con Aznar supuestamente multado por realizar ingeniería fiscal para ahorrar en impuestos. Los casos han trascendido en las últimas horas y se suman a la descomposición del partido en Valencia y su timidez a la hora de apartar a la exalcaldesa Barberá.
La primera noticia que sacudió al PP ayer fue la detención del alcalde de Granada, José Torres Hurtado, por la construcción de una sala de fiestas y una pista de patinaje en una zona verde, y por invasión de terrenos privados. Torres ha sido un importante activo para el PP porque ha triunfado cuatro veces en las elecciones municipales, aunque en los últimos comicios perdió fuerza y sus controvertidas declaraciones han sido también motivo de embarazo en el partido, como sucedió cuando llegó a decir que las mujeres, “cuanto más desnudas, más elegantes” son. Ayer negó las acusaciones de corrupción y avisó de que no piensa dimitir.
Fue detenido junto a la concejal de Urbanismo, Isabel Nieto, y otros quince miembros del ayuntamiento y empresarios. Torres quedó en libertad con cargos por diez delitos tras ser interrogado por la Policía, a la espera de que el juez decida si lo llama a declarar. La querella la interpuso la Fiscalía de Urbanismo y Medio Ambiente, y puede provocar una moción de censura en el ayuntamiento para desalojarlo. El PP no tuvo otra salida que suspender de militancia a Torres y Nieto para no perjudicar más a Rajoy. C’s es el único partido que se abre a dialogar con el PP sobre la investidura, aunque prefiere que lo aparte como candidato y proponga un nombre de consenso menos quemado. Ayer lanzó mensajes en ese sentido. En este contexto, es disparatado pensar que el PSOE se puede prestar a una gran coalición con Rajoy que ni siquiera liderarían los propios socialistas.
aznar Por otro lado, un diario digital ha apuntado una maniobra fiscal del expresidente Aznar que, sin llegar a ser confirmada por las partes, ha provocado de entrada una tormenta política. Y no tanto por el hecho en sí mismo y por el debate abierto sobre la ejemplaridad y la ética de todo un expresidente, sino porque se habría reunido con el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, para pedirle explicaciones por la multa impuesta. La cita fue confirmada por el ministro, lo que sirvió para disparar las especulaciones sobre la veracidad de la noticia aunque, según matizó Montoro, la reunión no tuvo por objeto abordar la sanción. Sería la segunda vez que un ministro de Rajoy recibe a una figura vinculada con el partido e inmersa en algún problema fiscal o legal. Ya sucedió con el exvicepresidente Rodrigo Rato. La oposición vio ayer trato de favor y se preguntó si el Gobierno recibe a cualquier ciudadano. El PSOE ha pedido la comparecencia de Montoro en el Congreso.
Según OK Diario, el matrimonio Aznar-Botella creó una sociedad limitada para gestionar los derechos de propiedad de sus libros y conferencias. Con ese instrumento, rendían cuentas con el fisco a través del Impuesto de Sociedades, más rentable que el IRPF. Por ello, la Agencia Tributaria habría impuesto a Aznar una multa de 70.403,96 euros y le habría obligado a abonar una liquidación complementaria de 199.052,19 euros por irregularidades cometidas en 2011 y 2012. Montoro no confirmó ayer esa multa.
Cabe matizar que, aunque en otro tiempo Aznar fue un referente político del PP, representa al ala más dura y está muy distanciado de Rajoy. Además, ya fue objeto de críticas por los supuestos regalos de la trama Gürtel a su hija, cuando en el pasado había sido exhibido como un ejemplo ético por el PP. Por todo ello, Rajoy podría no darse por aludido por la supuesta multa a Aznar, e incluso sacar pecho porque la habría pagado y “lo importante es que la ley sea igual para todos”, según dijo el secretario general del Grupo Popular en el Congreso, José Antonio Bermúdez de Castro.
El problema para el partido radica en que Montoro lo recibió en la sede del Ministerio. Desde Podemos, Íñigo Errejón aseguró que “muchos ciudadanos desearían que, cada vez que tienen una dificultad con su declaración de IRPF, el ministro de Hacienda los recibiera en su despacho”. C’s dijo que “la igualdad de todos los españoles ante las investigaciones de Hacienda tiene que quedar muy clara”.
Mientras tanto, el ministro de Industria, José Manuel Soria, siguió enredándose con los papeles de Panamá. Según esos documentos, tuvo vinculaciones en los noventa con una sociedad offshore, el nombre que reciben las empresas situadas en paraísos fiscales con el fin de ahorrar impuestos. Es una práctica legal, siempre y cuando el dinero que se oculta no sea de procedencia ilícita. Sin embargo, genera críticas por cuestiones éticas. Soria, que comparecerá en el Congreso la próxima semana a petición propia, aseguró en un primer momento que no había tenido ninguna relación con la sociedad UK Lines, empresa británica que a su vez habría abierto otra firma con igual nombre en Bahamas, y atribuyó la aparición de su nombre a un error. Más tarde, matizó que esa sociedad tenía una relación comercial con su empresa familiar Consignataria Oceanic. Las dos empresas tendrían en común que uno de los accionistas habría sido su padre. Algunos medios han revelado documentos con su supuesta firma en UK Lines, fundada por su padre y Manuel Kadi. Soria insistió en desvincularse de la gestión de la empresa, que habría quedado en manos de Kadi tras la muerte de su padre en 1990, y dijo que ha tributado por las herencias.