Gasteiz - El PNV llevó en su programa electoral el compromiso de celebrar una consulta esta legislatura, que acabará en otoño del próximo año. La izquierda abertzale ha tomado el compromiso en bruto y en su literalidad, sin los detalles que obligaban a llegar primero a un acuerdo entre partidos que pudiera después someterse a ese referéndum ciudadano. Es decir, la consulta sería instrumental y la estación término del proceso. Primero debería llegarse a un acuerdo y a un texto articulado que reemplace al Estatuto de Gernika, y la consulta sería la vía para ratificarlo después. Por ello, el Gobierno Vasco ha defendido que, ahora que la ponencia parlamentaria que busca un nuevo estatus de autogobierno está en marcha, es imposible decir al cien por cien cuándo será el plebiscito, porque dependerá de cuándo llegue el acuerdo. El portavoz de Lakua, Josu Erkoreka, consideró ayer abiertas todas las posibilidades, incluso que el referéndum se haga en 2016, como pide EH Bildu. Según dijo en Euskadi Irratia, todo depende del ritmo de los acuerdos, de modo que, si los partidos dan “un impulso” a la ponencia, hacer la consulta en la actual legislatura “es posible”.

Con ese planteamiento, que la consulta llegue el próximo año dependerá de la actitud de los partidos y su voluntad de llegar a acuerdos, incluida la izquierda abertzale. Por el momento, no obstante, parece complicado por la proximidad de las elecciones generales y las propias autonómicas, y por el rechazo de los socialistas al derecho a decidir. Erkoreka recordó que la fecha que el PNV incluía en su programa electoral para celebrar una consulta sobre un nuevo estatus político para Euskadi “era una previsión” que “tenía sus pasos previos”. “El refrendo era el cuarto paso, es decir, que tras lograr el acuerdo político y llevarlo a las instituciones y ser confirmado, vendría el refrendo. Antes de comenzar la legislatura se hizo una previsión de que podría realizarse en 2015, pero lo que ha ocurrido ha sido que el trabajo de la ponencia sobre autogobierno ha sido más lento, porque la propia ponencia ha implantado sus ritmos y las cosas se han retrasado”, argumentó. Añadió que “cuando hay voluntad política” los procedimientos se aceleran, pero instó a ver el cariz que toma el debate en otoño.- M.Vázquez