gasteiz - Bilbao, luego Donostia y ayer le tocó el turno a Vitoria, la tercera capital que recibe de manos del Gobierno Vasco el listado de personas asesinadas por ETA, grupos terroristas de extrema derecha o fuerzas policiales. Un conglomerado de datos que repasa los últimos cincuenta años y que Lakua ha reunido basándose en informaciones del Ministerio del Interior, los gobiernos vasco y navarro y medios de comunicación, fundalmentalmente. En el caso de Gasteiz, el total alcanza 42 víctimas que perdieron su vida en atentados cometidos en Vitoria o gasteiztarras que fueron víctimas de esta violencia en otras latitudes. Todos damnificados por la vulneración del derecho a la vida, un hecho común que no es suficiente, a ojos del alcalde de Vitoria, Javier Maroto, para “mezclar” en un mismo listado a las víctimas de ETA y el resto.

Esta fue la primera reacción del dirigente del PP ante el estudio correspondiente a los Retratos municipales de las vulneraciones del derecho a la vida que el secretario de Paz y Convivencia, Jonan Fernández, y la directora de Atención a Víctimas, Monika Hernando, se encargaron de trasladar hasta el Consistorio de la capital alavesa.

Así, a diferencia de la acogida positiva que este mismo proyecto tuvo en las sedes municipales de Bilbao y Donostia, Maroto dejó patente desde el primer minuto que la herramienta facilitada por el Gobierno Vasco a los ayuntamientos no casa con la visión del pasado que defienden los populares.

En este contexto, el primer edil gasteiztarra no ejerce de verso suelto y se aferra al estricto dictado de su partido respecto a la trayectoria terrorista de la banda armada. “Las víctimas de ETA precisan un reconocimiento específico”, destacó el alcalde en las declaraciones públicas posteriores a la entrega del documento.

A efectos prácticos, la visión de Maroto contraria al informe no tiene ningún efecto en el trabajo que desde la Secretaría de Paz y Convivencia se viene realizando en esta materia desde el inicio de la legislatura. Y es que, el documento que Fernández hizo llegar ayer al responsable de la gestión municipal en Gasteiz no deja de ser una herramienta a disposición de los consistorios para que a, partir del momento en el que disponen de ella, puedan utilizarla de la forma que consideren oportuno para realizar diferentes actos en recuerdo de los fallecidos o promover iniciativas que se apoyen en estos sucesos para evitar que se repitan hechos similares en el futuro.

Las divergencias explicitadas por Maroto siguen la misma senda que ha descolgado al PP de otras iniciativas institucionales al negarse a poner “en igualdad de plano” a las víctimas de ETA con las que padecieron la violencia de las fuerzas policiales, por ejemplo.

En su valoración, el primer edil defendió que lo acontecido en Euskadi a lo largo de las últimas décadas “no ha sido una guerra, no ha habido dos bandos”, por lo que aplicar una lectura equidistante sería un error que privaría a las víctimas de ETA de un reconocimiento correspondiente a “un hecho singular que requiere de una memoria específica y singular”. Bajo esta argumentación, criticó abiertamente el trabajo realizado por Fernández y su equipo al considerar que se trata de mezclar “churras con merinas” en un listado que tildó de “batiburrillo”.

El aludido, por su parte, explicó también desde el Ayuntamiento que el trabajo en este ámbito que está llevando a cabo el Gobierno Vasco es favorable a “no mezclar contextos victimiológicos y criminológicos que son diferentes”, pero también “a no excluir a ninguna víctima”.

Pese a estas discrepancias, Maroto y Fernández ofrecieron una visión común sobre esta iniciativa en ciertos aspectos, como el hecho de que hace tan solo un par de años un encuentro entre ambos para hablar de lo que parece una historia agotada “era impensable”, según apuntó el alcalde de Vitoria.

buesa y el 3 de marzo Las 42 víctimas de vulneraciones de derechos humanos que recoge el volumen correspondiente a la capital alavesa quedan lejos en número de los 94 damnificados contabilizados en Bilbao y, sobre todo, de las 126 que suma el municipio de San Sebastián.

ETA es el responsable de tres de cada cuatro casos registrados en la capital alavesa, asesinatos que comenzaron en plena Transición con la muerte en 1978 de un miembro de la Policía Armada. Militares y policías son mayoría en estos crímenes, pero también figuran profesionales de ámbitos tan diferentes como el propietario de una panadería, el conserje del popular colegio Marianistas, un perito de Michelin, un veterinario o el propietario de locales nocturnos.

Nombres y apellidos anónimos que han pasado al olvido salvo casos excepcionales como el del ex diputado general de Álava, Fernando Buesa, y su escolta, el ertzaina Jorge Díez Elorza, ambos asesinados mediante un coche-bomba en febrero de 2000. Entre las demás víctimas, los damnificados por vulneraciones del derecho a la vida causadas por Fuerzas de Seguridad, un apartado en el que son pocos los vitorianos que no recuerdan o que no han oído hablar alguna vez a sus mayores de los asesinatos del 3 de Marzo. Fruto de aquella carga policial contra un grupo de trabajadores que participaban en una asamblea perdieron la vida cinco obreros.

nuevos informes Una vez entregada la documentación a los ayuntamientos de las tres capitales vascas, fuentes del Gobierno Vasco trasladaron a este periódico que a partir de ahora se completará esta misma labor en otros 146 municipios. Estas mismas fuentes destacaron que la previsión es culminar el trabajo en junio para que sea en ese mismo mes cuando se haga entrega a las nuevas formaciones consistoriales, fruto de las elecciones de mayo, de los respectivos informes correspondientes a cada localidad.