Gasteiz. Al portavoz del PNV en las Juntas Generales de Álava aún le dura el asombro de los números que sobrevolaron a principios de semana el encuentro de Javier de Andrés con representantes de la sociedad alavesa. Un acto celebrado en el museo Artium que pretendió ser la puesta de largo de un plan anticrisis de un diputado general "en fuera de juego" que nace sin apoyos. Lejos de considerar que ésta debe ser la receta para impulsar el territorio alavés, Ramiro González apuesta por la aplicación del acuerdo firmado también el lunes en Lehendakaritza entre jeltzales y socialistas.

¿Qué efectos tendrá el pacto fiscal de PNV y PSE en Álava?

Es un plan tremendamente importante. Hay un compromiso de 6.000 millones de euros que en los próximos tres años se van a dedicar a planes de reactivación de la economía y fomento del empleo. De esa cantidad, por peso de la economía alavesa, más de mil deberían corresponder a este territorio. Mil millones de euros en programas de desarrollo, de generación de actividad económica y empleo pueden tener un efecto muy importante sobre nuestra economía. Ayer (por el lunes) Javier de Andrés presentó su propio plan, cuya novedad son 4 millones más de euros al año para la reactivación económica. Comparemos esos cuatro millones con los mil que plantea aportar el Gobierno Vasco.

De Andrés aboga por bajar impuestos frente al aumento de recaudación que plantean PNV y PSE.

En el pacto de PNV y PSE no hay una subida de impuestos generalizada, todo lo contrario. Hay un esfuerzo por incrementar la tributación sólo de las rentas más altas y de los que tienen más beneficios. Estoy absolutamente convencido de que las rentas bajas y medias van a salir beneficiadas de este acuerdo. No se toca prácticamente su tributación, pero el dinero recaudado va a servir para aumentar el consumo y la actividad económica. Y este aumento beneficiará, fundamentalmente, a las rentas medias.

¿Puede asegurar a los alaveses que no van a salir perjudicados frente a guipuzcoanos y vizcaínos a raíz de este pacto?

El compromiso del Gobierno Vasco y especialmente del lehendakari, Iñigo Urkullu, con Álava es absolutamente claro. Es un compromiso diario que lo hemos visto ya en este principio de legislatura. Lo hemos visto, por ejemplo, con una aportación económica importante para el Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz, un compromiso que no fue capaz de adquirir el lehendakari Patxi López. Los alaveses verán en el día a día, en las inversiones, en el desarrollo económico los beneficios del acuerdo. Ese esfuerzo se va a notar.

¿Qué motivos cree que han llevado a De Andrés a presentar esta propuesta?

Para empezar, no es un verdadero plan de reactivación económica. Es una propuesta improvisada que supone en realidad un descenso de las cantidades que se dedican a la promoción económica en nuestro territorio. Javier de Andrés anunció a bombo y platillo que va a dedicar 2,8 millones a los programas de innovación. A esos mismos programas el Gobierno de Xabier Agirre les dedicaba prácticamente 4 millones. Por tanto, lo que hay es un descenso del esfuerzo para la reactivación económica del territorio. ¿Por qué lo presenta? Por motivos de mera oportunidad política. Presenta un plan de marketing, una propuesta vacía, sin contenido. Es pura imagen porque siente que está fuera de juego tras el acuerdo entre PNV y PSE. Está intentado buscar un hueco en la política vasca. Después de este pacto el PP ha sentido que no tenía ese hueco y en lugar de negociar con el resto de partidos o hacer propuestas serias se ha sacado de la manga un pretendido plan de cara a la opinión pública.

Al contrario que en Álava, Arantza Quiroga sí parece flexibilizar su postura y ve posible participar en el acuerdo de Lehendakaritza.

Da la sensación de que en el PP no tienen las cosas claras. Es cierto que escuchamos a Arantza Quiroga hacer continuos llamamientos al acuerdo y pedir flexibilidad, pero paralelamente Javier de Andrés va en sentido contrario. Nos presenta unas propuestas que son prácticamente incompatibles con ese acuerdo. Creo que el PP debería aclararse y decidir si quiere o no sumarse. Mi impresión es que en Álava no se quiere ese acuerdo, que Javier de Andrés está más cómodo en la política del desacuerdo.

¿Interpreta la decisión del PP como un examen que determinará el peso de De Andrés en el partido?

Puede ser un examen. Una incorporación del PP al acuerdo desautorizaría por completo a Javier de Andrés.

El lehendakari mostró su disposición a favorecer la estabilidad institucional si los 'populares' se unían al pacto. ¿Limitaría esta circunstancia su labor de oposición?

No creo. Nos llevaría a una oposición constructiva, como la que estamos haciendo. El PNV plantea aquí y en todos los sitios políticas de hacer y es lo que seguiríamos haciendo.

¿El PP contará con los votos del PNV en los presupuestos del próximo año si se suma al acuerdo?

No nos veríamos obligados a apoyar, pero afrontaríamos la negociación presupuestaria con la mejor disposición. El PNV no va a ir con una carta en blanco ante el proyecto presupuestario de otra fuerza. No obstante, sería mucho más fácil abordar una negociación presupuestaria si hay más margen debido a un mayor nivel de gasto en los presupuestos.

¿Ha habido los primeros contactos para sondear las Cuentas de 2014?

Ninguno. Esas negociaciones o esos primeros contactos presupuestarios deberían empezar pronto, pero en los ejercicios anteriores el PP no dio inicio a las negociaciones hasta después de presentar el proyecto de presupuestos, allá por el mes de noviembre. No hay trabajo de cocina previo.

¿Hasta qué punto marcará el rumbo del resto de la legislatura la incorporación o la ausencia del PP en el acuerdo de Lehendakaritza?

Nos quedan menos de dos años. Ahora mismo la pelota está en el tejado de Javier de Andrés. Tiene que decidir si quiere acabar la legislatura en absoluta soledad o si quiere hacer un esfuerzo sincero por llegar a pactos con el resto de la oposición. El acuerdo fiscal será la piedra de toque.