vitoria. Gobierno Vasco, diputaciones y la asociación de ayuntamientos, Eudel, pusieron ayer la primera piedra para avanzar de forma conjunta en la lucha contra la crisis a la espera del nuevo margen de déficit que Europa hará público el próximo día 29. La nueva cantidad que ampliará la capacidad de endeudamiento y, por ende, la disponibilidad financiera añadida para acometer nuevos proyectos todavía es una incógnita, pero para cuando se conozca a finales de mes también se sabrá su destino.
Ésa es en resumidas cuentas la misión que abordará la comisión delegada avalada por el cónclave interinstitucional convocado ayer por el lehendakari, Iñigo Urkullu, en Ajuria Enea. El Ejecutivo autonómico pidió a las entidades forales que "arrimaran el hombro" y así lo harán, a tenor de la respuesta ofrecida en la mesa conjunta, aunque como matizó el diputado general de Álava, Javier de Andrés, el acuerdo implicará que todo se comparta: la financiación y el riesgo asumido en forma de deuda por cada institución y también la capacidad de decidir dónde se invierte ese montante.
A través de la implicación del coeficiente vertical, el Gobierno Vasco asumirá el 70% de los 245 millones de financiación que conllevará este proyecto, mientras que las diputaciones correrán con el 30% del montante, repartido entre el 15% de Bizkaia, 6% de Álava y 10% de Gipuzkoa, cantidades que, en todo caso, no superarán el colchón que reportará las variación del objetivo de déficit, según las previsiones que maneja el Gobierno Vasco.
A falta de conocer cuáles serán los proyectos a los que irán a parar estas cantidades, los participantes en el encuentro aclararon que el dinero en ningún caso permitirá sufragar el gasto corriente; es decir, las pagos ordinarios asumidos por las instituciones, sino que estarán reservados para la inversión y, a poder ser, a proyectos no finalistas, sino nuevas oportunidades de crear empleo, el verdadero caballo de batalla del trabajo institucional en estos momentos.
estructura Los mimbres del acuerdo global tejido ayer se vertebrará en un plan de reactivación económica dotado con 200 millones de euros, un segundo fondo de solidaridad donde irán a parar 45 millones y un tercer apartado destinado al emprendizaje que contará con 5 millones.
"Infraestructuras, innovación y empleo", como definió el diputado general de Bizkaia, José Luis Bilbao, quien fue el único de los tres responsables forales que aportó las primeras pinceladas concretas sobre el destino del dinero que llegará a su territorio histórico: la línea 3 del Metro de Bilbao y la variante de Ermua.
Los demás aguardan a entrar en materia para pronunciarse, aunque a modo de primera impresión del resultado de este inusual encuentro en la residencia oficial del lehendakari, la satisfacción coincidente que mostraron la presidenta de Eudel, Ibone Bengoetxea, De Andrés y Bilbao contrastó con el malestar del diputado general de Gipuzkoa, Martin Garitano, quien marcó distancia desde un principio por ver limitado el encuentro a los planes de actuación y no abordar un cambio en profundidad del "modelo económico" que, según el dirigente abertzale, resulta imprescindible para abortar la situación de crisis que padece Euskadi.
En este contexto, Garitano optó por definir lo acontecido en el encuentro como un intercambio de impresiones basado en el "diálogo" en lugar de describirlo como un acuerdo, pero lo cierto es que ordenará a su consejera de Hacienda que participe en la comisión delegada al igual que lo harán sus homólogos vizcaíno y alavés.
sin Fiscalidad Garitano también mostró su enojo por la decisión del Gobierno Vasco de pasar de puntillas ayer en el debate sobre la posibilidad de reformar el modelo fiscal actual, un asunto que se abordará en la reunión prevista por el lehendakari, también en Ajuria Enea, el miércoles o jueves de la próxima semana "a falta de que se concreten las agendas", según explicaron fuentes de Lehendakaritza.
El portavoz del Gobierno Vasco explicó que la decisión de trasladar el asunto fiscal al encuentro con los líderes de los partidos responde a que, a fin de cuentas, son las propias formaciones las que "condicionan" a las diferentes instituciones con sus posturas políticas.
Amparado por esta argumentación, Erkoreka restó importancia al distanciamiento verbal de Garitano y destacó que pese a no existir una concordancia "al 100%" en las versiones de lo representantes institucionales, la reunión ofreció unos "frutos positivos" que definió como la consecución de "un mínimo común denominador" entre el Gobierno Vasco y las diputaciones "en torno a una serie de proyectos importantes para la reactivación económica".
En el encuentro también plantearon un plan de redimensionamiento del sector público que las administraciones implicadas abordarán en las próximas semanas.