Vitoria. La consejera de Empleo defiende la necesidad de llegar a acuerdos tanto en el ámbito político como en el económico. Recuerda el histórico entendimiento del PSE con el nacionalismo y asegura que ahora también lo tendrá que hacer con la izquierda abertzale. Sin embargo, descarta llegar a acuerdos con formaciones que no apuesten por la centralidad.
Estamos ya en el tramo final de la legislatura y la crisis persiste, ¿cree que es mejor agotarla o apostar por un gobierno fuerte?
Yo reclamo una política de altura basada en la búsqueda de consensos. Esa política que supone mirar al país, pensar en Euskadi, pensar en las oportunidades. Ocurren muchas cosas de forma vertiginosa en lo macro que inciden en el día a día y más allá de que se inicie o se termine una legislatura, hay que pensar en las cosas importantes y en el interés general. No se puede esperar, es vital actuar. Es lo que yo he echado en falta. Hemos pensado más en lo que ha pasado que en lo que está pasando y lo que ocurrirá en el futuro.
¿A qué cosas importantes se refiere? No habla solo de crisis.
Hay que pensar en que definitivamente vemos el fin del terrorismo. Vemos el anuncio de ETA, vemos también la legalización de Sortu, que me parece que es un paso muy importante hacia la normalización. Un paso muy importante hacia que todas las expresiones políticas puedan tener su reflejo parlamentario, vinculado a esos procesos que lógicamente la izquierda abertzale tiene que hacer también. Y quedan algunos asuntos pendientes como el caso Bateragune que espero que también se pueda resolver definitivamente con la salida de la cárcel lo antes posible de quienes están en prisión por esa cuestión. También ocurren cosas en lo económico, porque pasamos en una semana de estar casi en las puertas del abismo y de la presunta intervención del Estado español a parecer ver un poco la luz al final del túnel. Y más allá de que estemos en un final de legislatura es importante buscar consensos y acuerdos.
El problema es que después de que el PP se ha descabalgado del gobierno tal vez la mejor manera de hacer un Gobierno fuerte es hacer borrón y cuenta nueva con unas elecciones. Volver a medir las fuerzas de cada uno.
Las elecciones no resuelven nunca la búsqueda de consensos. Las elecciones son para que en nuestro caso la sociedad vasca se exprese y a través de esa expresión se puedan configurar unas mayorías y unas minorías, pero los consensos van más allá. El Partido Popular tiene una mayoría absoluta en el Gobierno de España. Probablemente le sirve para sacar adelante algunas cuestiones en el Parlamento. Ahora, no le sirve para llegar a acuerdos sobre las cosas importantes que hay que hacer en el país. Los acuerdos no se logran con mayorías, es una disposición de los partidos políticos. Hay que generar también espacios de más confianza, dejar de hacer política de poco recorrido. Los partidos tienen que estar más dispuestos a llegar a acuerdos sobre los asuntos fundamentales. Que tienen que ver con la convivencia, que tienen que ver con asegurar la paz de manera definitiva y desde luego también en los aspectos que tienen que ver con el ámbito económico.
Los puentes del PSE con el PNV están rotos, las dos partes lo reconocen, ¿puede permitirse Euskadi esa desunión?
El socialismo vasco se ha entendido históricamente con el nacionalismo. Ahora también debe tratar de entenderse con un nacionalismo que tiene su expresión de izquierdas. El PNV tiene que decidir si ocupa una centralidad o no la quiere ocupar y si el PNV opta por la centralidad nos encontraremos.
Entonces en el caso de un empate en las próximas elecciones entre PNV y EH Bildu, ¿el PSE apostaría por un pacto con el PNV antes que con Bildu?
Bueno, todavía queda demasiado tiempo para ese momento. Hay que esperar a las elecciones. Hay mucho partido por jugar y ocurren muchas cosas en política. Habrá que ver. Pero el gobierno que se constituya en el futuro debe de ser un gobierno que tome decisiones, tiene que ser un gobierno fuerte, que gestione desde la centralidad y que ponga a las posiciones extremas en los extremos.
Ustedes han tenido conexiones con Bildu en el ámbito fiscal, ¿está en la centralidad? ¿Es una apuesta del PSE dentro de la centralidad?
Bueno, cada cual tiene que responder qué posición quiere ocupar. El socialismo es un dique de contención de las posiciones extremas. Desde luego ocupa esa centralidad. Y desde esa centralidad el socialismo vasco quiere liderar Euskadi y quiere seguir liderando Euskadi. A partir de ahí cada uno debe responder a la pregunta de si quiere ocupar el extremo o la centralidad. Nosotros estamos en la centralidad y el que venga se encontrará con nosotros. Cuando hemos estado en la oposición hemos apoyado cosas que nos han parecido importantes para el país, cosa que no ha pasado cuando nosotros hemos gobernado. Hay que reconducir posiciones hacia el sentido común pensando en este país.
Dice el lehendakari que van a presentar los Presupuestos 2013 en plazo, ¿conoce ya las directrices de gasto de su Departamento? ¿Habrá recortes el próximo año?
Estamos gestionando, las directrices de futuro están muy ligadas a los ingresos. Es una cuestión que se define en el Consejo Vasco de Finanzas y hasta las diputaciones consideran que es pronto para valorar las estimaciones del próximo año. Habrá que esperar.
También habrá que esperar para afrontar el debate fiscal.
Estamos en la última parte de la legislatura y el siguiente Gobierno sin duda tendrá que culminar varias reflexiones. Son debates que ha abierto este gobierno en cuestiones como la eficiencia de la administración y ahí está abierta la comisión que tiene que ver con las duplicidades: Las competencias que me una institución no las pude repetir otra. Una reflexión madura y serena en la que, desde el respeto a lo que es hoy el modelo institucional vasco, se piense también en su eficiencia. El Gobierno ha tratado de abrir también un debate sobre la política de ingresos. Y ahí están los debates sobre la fiscalidad. Y en tercer lugar está la política de gasto, es decir con el modelo de ingresos que se decidan qué servicios podemos prestar a los ciudadanos.
Echa en falta más recursos para activar un plan de empleo del tamaño que requiere esta crisis.
Los recursos dedicados a la formación y a la orientación en estos momentos son suficientes para la capacidad de gestión administrativa que se tiene en un ejercicio presupuestario. El plan de choque contra el paro que firmamos junto a los agentes sociales tiene más de 300 millones de euros. Lo importante es que las políticas de empleo estén acompasadas con políticas de apoyo a las empresas, porque si la economía no se activa, no funciona la capacidad de desarrollo de los proyectos empresariales, porque no tienen recursos o respaldo a la internacionalización. Entonces no es posible crecer en empleo. En Euskadi la situación es mejor que en otras comunidades, pero no somos una isla ni en relación al resto de España ni a Europa, la macroeconomía influye en la microeconomía. Las políticas de austeridad no pueden suplir a las políticas de crecimiento. La política de recorte solo nos lleva a la pobreza y ahí ya tenemos a un especialista que es el Partido Popular. En Euskadi son necesarios consensos porque o ponemos a Euskadi en primera división o podemos perder el tren por mucho tiempo. No nos podemos olvidar de la I+D+i o la internacionalización.
¿Han recortado ayudas de Lanbide?
El presupuesto de Lanbide ha estado sometido a los criterios de austeridad de todo el gobierno, que ha sido intentar reducir el gasto no prioritario y expandir el gasto que consideramos prioritario. Hemos sido un gobierno muy austero en los gastos superfluos para hacer otras cosas. En Lanbide el Presupuesto que tenemos es expansivo mientras las políticas activas en el resto del Estado se han recortado un 56%.