vitoria. "No es el equipo con el que me hubiera gustado liderar el partido en Álava, pero espero que podamos llegar a ser realmente un equipo y remar en la misma dirección", reconocía el pasado lunes Xabier Agirre en una entrevista en EITB después de haber arrebatado dos días antes la presidencia del ABB a Iñaki Gerenabarrena con cierto sabor agridulce. Entre otras cosas porque el núcleo duro de la nueva ejecutiva (9 de los 14 burukides) seguía estando en manos de la plancha afín al expresidente.

Pues bien, justo una polémica semana después -hay que recordar que el Tribunal Nacional de Justicia del PNV, órgano de control interno del partido, suspendió el pasado miércoles la votación a burukides por las irregularidades detectadas, obligando a su repetición- Agirre obtuvo el equipo que deseaba. Y lo hizo de largo, tiñendo de monocolor la nueva ejecutiva del ABB.

Después de cinco horas largas de sesión, el nuevo presidente logró el control casi absoluto del partido una vez conseguido el apoyo de la mayoría de los candidatos afines al otro sector, el liderado por Iñaki Gerenabarrena, que para la sorpresa de los presentes decidió retirarse del proceso electoral. Así pues, de los 14 miembros de la ejecutiva -el Tribunal Nacional no ordenó repetir la votación para presidente- , Agirre contará con 13 leales además del burukide Eugenio Jiménez, que aunque era el candidato de la plancha de los dos sectores, al final se posicionó públicamente a favor de Gerenabarrena.

La espantada de los afines a este último generó tanta sorpresa como tensión en la sede de Postas. A la conclusión de la ejecutiva ninguno quiso realizar declaraciones ante los medios, si bien, según transcendió de fuentes cercanas, "la decisión la hemos tomado porque la nueva Ejecutiva nacía viciada". Otro portavoz defendió la "legitimidad" de la anterior y criticó "la falta de consideración" hacia los recursos presentados.

agirre, crítico con el rechazo Quien sí habló a los periodistas al término de las votaciones fue el propio Xabier Agirre, quien mostró su respeto por el resultado aunque no compartió la decisión de quienes ayer se retiraron del proceso. El partido, dijo a pie de calle, "tiene las vías suficientes para trasladar cualquier discrepancia". Y destacó después el exdiputado general que en la votación se produjo una participación cercana al 70% de las organizaciones municipales del territorio, realizando a continuación un llamamiento a la unidad para que todos remen en la misma dirección. "Todos somos necesarios", insistió el presidente tras reconocer que la nueva Ejecutiva coincide "en buena medida" con su equipo. Respecto a la posibilidad de que el sector más soberanista ahonde en la brecha interna del partido y presente nuevos recursos, puede que esta vez ante la justicia ordinaria, Agirre eludió hablar de posibles impugnaciones del resultado porque no tiene, señaló con fina ironía, "una bola de cristal". Reiteró, eso sí, la libertada que cada cual tiene y los mecanismos que existen para hacer "lo que crea que tiene que hacer".

recurso desestimado La comisión de garantías y control detectó que en el proceso del pasado sábado se produjeron anomalías ya que si se hubiera votado conforme a los resultados obtenidos previamente en las juntas municipales la nueva ejecutiva contaría con más miembros del sector de Agirre. El órgano de control interno del PNV suspendió dicha elección por las irregularidades detectadas y ordenó su repetición. Tras ser impugnada esa Ejecutiva, afines a Gerenabarrena recurrieron dicha decisión, que fue desestimada, y ayer escenificaron la protesta retirándose del proceso. Al inicio de la reunión, varios de los candidatos y apoderados comunicaron a la Ejecutiva su oposición a participar en el proceso electoral y abandonaron la sede.