Leipzig. La canciller alemana, Angela Merkel, se propone impulsar un nuevo proceso de prohibición contra el ultraderechista Partido Nacional Democrático (NPD), tras descubrirse una trama terrorista de tinte neonazi con 10 asesinatos a la espalda en sólo siete años y de la que la Policía no tenía pistas. Clandestinidad Nacionalsocialista (NSU), como se autodenominaba el grupo ahora descubierto, actuó entre 2000 y 2007 matando al menos a ocho comerciantes turcos, uno griego y una policía alemana y, pese a todo, permaneció en el anonimato durante mas de catorce años. Sólo el suicidio de dos de sus miembros, Uwe Mundlos y Uwe Böhnhardt, de 38 y 34 años, cuyos cadáveres aparecieron en una autocaravana incendiada en Eisenach (Turingia), al este del país hace 10 días, destapó la trama que confirmó la supuesta tercera integrante del grupo, Beate Zschäpe, de 36 años, tras entregarse a la policía.
Un vídeo encontrado en la casa que los tres compartían y en el que el grupo reivindicaba los diez asesinatos, fue la pista definitiva. Además los miembros de la célula asumían en esa cinta al menos otros dos intentos de atentado con bomba, ambos en Colonia, que se saldaron con 23 heridos.
Pero lo más grave del caso no es el desconocimiento del mismo por parte de la Policía, sino la posibilidad de que los servicios de contraespionaje alemanes lo encubrieran. Y es que Beate Zschäpe, la integrante aún viva, fue confidente de los servicios secretos durante años. Ante esta evidencia el ministro federal de Interior, Hans Peter Friedrich, exigió ayer a los responsables de la lucha antiterrorista del estado de Turingia explicaciones sobre los más de 14 años de impunidad del grupo. "Resulta muy intranquilizador que no se reconociera relación alguna entre la serie de asesinatos en toda Alemania y el entorno de la ultraderecha", señalaba, antes de reclamar también que "se aclare rápidamente" si detrás de los miembros del comando terrorista se oculta "una red mayor".
Estrategia Por su parte Merkel, superada por el escándalo, carga contra NPD a pesar de que no hay evidencias de que este partido estuviera conectado con el grupo terrorista. Ante la cúpula de su propio partido, la Unión Cristianodemócrata (CDU), Merkel presentó ayer una moción destinada a reanimar el proceso de ilegalización iniciado en 2000 contra el NPD y que en su momento fue rechazado por razones formales por el Tribunal Constitucional. Merkel calificó de "vergüenza para Alemania" la existencia de la citada trama terrorista que relaciona con el NPD a través de su ideología extremista. En la moción, la canciller germana se declara "consternada" por esos asesinatos, que revelan la determinación de la ultraderecha a luchar "con métodos terroristas" contra el Estado de derecho. >dna/efe