Toledo. El presidente del PP, Mariano Rajoy, hizo ayer un llamamiento a los ciudadanos para que hagan realidad cuanto antes el cambio de Gobierno, que es lo que necesita España, y no "circos" ni "burlas" como "el debate sobre cambio de caras" que vive el PSOE.
Rajoy hizo ayer en Toledo, en la clausura de la convención local de su partido, varias alusiones a las discusiones que se dan en el PSOE sobre la sucesión o continuidad de José Luis Rodríguez Zapatero.
En su opinión, los socialistas están planteando "un debate sobre un cambio de caras", y eso, en la actual coyuntura económica, es para Rajoy "un cuento y una burla a los españoles", un "circo" que el país no puede permitirse porque lo importante y prioritario ahora es la recuperación.
La solución a la crisis pasa, dijo, por "un cambio de Gobierno y un cambio de política", algo que garantiza el PP porque tiene ideas, un plan y la experiencia de 1996. Entonces, de la mano de José María Aznar, los populares reactivaron la economía tras una situación similar a la actual, recordó Rajoy.
El Ejecutivo de Zapatero, sin embargo, "no está en condiciones para llevar adelante la recuperación" y encima se enzarza en "un circo" sucesorio.
Las referencias a la crisis del Partido Socialista volvieron a aparecer tras la jornada de inauguración del viernes, en la que casi todos los altos cargos del PP que tomaron la palabra criticaron el asunto. Ante los aproximadamente 50 candidatos a las alcaldías de las capitales de provincia y ante la mayoría de la dirección nacional, el presidente del PP demandó a su partido que se ocupe de lo que preocupa a la gente, de lo que la gente les dice cuando van por la calle.
Según señaló, si el Partido Popular actúa así, "las cosas irán bien" y "pronto" gobernará "en muchos lugares", para empezar en las comunidades autónomas y en los municipios que tienen elecciones el próximo 22 de mayo.
En contraposición con "los circos" y "espectáculos" del PSOE, el PP encarna un "proyecto nacional" para todos los españoles, incluidos antiguos votantes socialistas, a los que dijo que "serán bien recibidos" por su partido.
Afirmó Rajoy que el PP es además sinónimo de confianza y de eficacia, que por esas razones les votarán ahora ciudadanos que antes no lo hacían y que, por ello, su partido sabrá estar "a la altura de las circunstancias".
"Aquí hay un proyecto nacional con objetivos nacionales, con medidas adaptadas al territorio, con medidas para todos", resumió el presidente de los populares.
Ese proyecto nacional está condensado en el programa municipal que el PP presentó en la convención de Toledo y en el manifiesto local que sus candidatos en las capitales de provincia firmaron ayer.
Los dos textos serán, a su vez, la base del programa electoral para las generales que el PP exhibirá al público en pocas fechas, según avanzó Rajoy.
Por su parte, y también ayer, unos minutos antes que Rajoy, la secretaria general, María Dolores de Cospedal, reprobó que precisamente "una de las personas" que figura como posible sucesora al frente del PSOE "hable de Zapatero en pasado". "Están todo el día enzarzados en la sucesión y con eso faltan al respeto a los ciudadanos", apostilló.
La número dos del PP afirmó que el ministro de Fomento, José Blanco, al que se refirió como "Pepiño Blanco", sostiene que Rajoy no se presenta a las elecciones municipales de mayo, pero añadió que el PP sabe que "España necesita un nuevo alcalde" y "un nuevo alcalde de alcaldes". "Y el mejor alcalde se llama Mariano Rajoy", proclamó Cospedal, cosechando un aplauso del auditorio.
Cospedal subrayó que "los españoles no pueden esperar mucho" del PSOE porque su único interés en los comicios "es saber si su líder anuncia su marcha antes o después del día de las elecciones". Es más, dijo que tampoco pueden esperar que los alcaldes socialistas, que "con tanto fervor han aplaudido a Zapatero", "tengan ahora la honestidad de admitir que son coautores de la mayor destrucción de empleo de la historia de España".