BARCELONA. El Hospital Clínic ha ensayado con buenos resultados una vacuna terapéutica del sida que ha conseguido reducir la carga viral de esta enfermedad en la mayoría de los pacientes a los que se suministró.
Éste ha sido el primer ensayo con esta vacuna, a la que seguirá un segundo cuyos resultados se harán públicos a finales de este año o a comienzos de 2012. En el caso de que corroboren el primer estudio, el Clínic se plantea la comercialización de la vacuna en un período de dos o tres años.
Josep Maria Gatell, codirector del Hivacat, el programa de investigación de vacunas contra el sida y jefe del servicio de enfermedades infecciosas del Clínic, ha dicho hoy en rueda de prensa que éste es el primer proyecto de vacuna contra el sida que se prueba en humanos.
Gatell ha precisado que se trata de una vacuna dirigida a los más de 30 millones de personas que padecen el sida en el mundo, de los que el 85 por ciento viven en países en desarrollo.
La vacuna permitiría llegar a millones de personas, especialmente en los países pobres, al tratarse de un producto mucho más barato que los actuales tratamientos antirretrovirales, que son muy costosos y que prácticamente sólo de aplican en los países ricos.
Todo el proceso de creación de la vacuna se ha desarrollado entre 2005 y 2011, y uno de los avances más significativos de todo el proceso ha sido el haber logrado pasar de un millón de virus a mil millones en una vacuna.
La vacuna es personalizada y se elabora a partir de las células dentríticas, que forman parte del sistema inmunitario, de cada paciente.
Este avance, según ha dicho el investigador Felipe García, primer firmante del estudio publicado en la revista "Journal of Infectious Diseases", ha permitido que las defensas de los pacientes se hayan visto reforzadas con este tratamiento y que pudieran hacer frente a los virus inoculados en la vacuna.
Veinticuatro personas han participado en el ensayo, la mitad de los cuales configuraron el grupo de control y no recibieron la vacuna.
Los autores del ensayo desconocían quienes eran los pacientes que habían recibido la vacuna, un método que se denomina doble ciego, y ninguno de ellos había recibido tratamiento antirretroviral.
Los resultados, según el doctor García, han sido que los pacientes que fueron vacunados vieron como disminuía su carga viral y también se produjo un aumento significativo de sus defensas.
A pesar de los avances logrados con este tratamiento, en ninguno de los casos, ha remarcado el doctor Gatell, se logró que el virus fuese indetectable.
En el caso de que finalmente la vacuna se comercializara, sus beneficios tendrían una doble consecuencia.
La primera es que los pacientes dejarían de tomar antirretroviarles, con lo que dejarían de estar sometidos a un sistema incómodo que puede derivar en la aparición de resistencias si se administra mal.
La segunda consecuencia es el considerable ahorro económico que supondría la comercialización de la vacuna, a modo de ejemplo, sólo el Hospital Clinic destina cada año 30 millones de euros a los tratamientos con antirretrovirales.