madrid. Las últimas revelaciones de Wikileaks y publicadas ayer por el diario El País, destapan las impresiones que la embajada de EEUU en Madrid tiene sobre los miembros del Gobierno socialista y el Rey Juan Carlos I, a quienes considera como un "Gobierno colaboracionista" con Washington.
El embajador de EEUU en España en diciembre de 2008, Eduardo Aguirre, consideraba que el presidente español "se dirige más al gallinero que a los de la primera fila y que no sacrifica su punto de vista ante ningún tema". "Siempre pone sobre la mesa todas sus opciones para conseguir sus objetivos a corto plazo", señala, y "no tiene una mala disposición hacia el Gobierno de EEUU de manera innata" ya que subordina la política exterior española a los intereses políticos internos, y la relación con el país norteamericano supeditada a esta premisa.
Se refiere al Rey en términos elogiosos y afirma que "tiene una buena disposición hacia EEUU, pero siempre actuará en beneficio de lo que él perciba que son los intereses de España" y le sitúa en un plano de "formidable aliado" allí donde coincidan los intereses de ambos países. "El Rey tiene una relación respetuosa con Zapatero y se comunican bien. Zapatero le consulta y le informa de vez en cuando y el Rey no tiene problemas en decirle lo que piensa, pero no le da consejos" dice el documento.
El actual embajador en España, Alan D. Solomont, opinaba seis meses después, en junio de 2009, que el actual vicepresidente primero y ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, además de ser "muy capaz, serio, y encantador" es el miembro "más impactante" del Gobierno y un aliado "muy útil y poderoso". "Es conocido por su inteligencia, cree ser ser el más inteligente del Gobierno pero con discreción, laboriosidad, y resulta cuidadoso con los detalles y es un gran negociador". "Es uno de los dos o tres personajes a los que Zapatero consulta antes de tomar decisiones importantes, y no solo sobre asuntos que le competen directamente como ministro".
Del ministro de Fomento, José Blanco, el embajador Aguirre le define como "elemento muy importante en la ecuación para mantener unas fuertes relaciones bilaterales", y D. Solomont opina de él que es un gran admirador del presidente estadounidense, Barack Obama, y que a veces "intenta demostrar que es cercano" a EEUU. Sin embargo", añade el documento secreto, "Blanco ha dejado un mal sabor de boca a algunos interlocutores americanos en el pasado, para los que era especialmente una persona no fiable.
La ministra de Defensa, Carme Chacón, es calificada de "lista" y de haberse ganado el respeto para ser una titular eficaz de Defensa en el informe de enero de 2009 (Aguirre) y aunque era considerada "inmadura políticamente" reconoce que se ha convertido en un verdadero activo de Zapatero por venderse bien. "No es muy orgullosa, pero sí tiene el típico orgullo español. El embajador cree que el Gobierno americano no la va a cambiar, por lo que habrá que adaptarse y trabajar con ella" describe.
El exministro de Asuntos Exteriores Miguel Ángel Moratinos no gozaba en el informe de Aguirre de la simpatía de EEUU, tachado de "bienintencionado pero egoísta" aunque le consideraba "un gestor responsable al que debería tenerse en cuenta".
bono, león y alonso Del presidente del Congreso, José Bono, se hace un análisis de su época como ministro de Defensa y tras una reunión con el embajador estadounidense en junio de 2004, George Argyros, se le califica de "sabueso mediático" del que se intuye que muchas de sus gestiones pueden ir orientadas a su "propio engrandecimiento" y del que no se sabe "qué podemos esperar de Defensa bajo su mandato".
La embajada de EEUU también hizo informes sobre el secretario de la Oficina del Presidente, Bernardino León, y el portavoz del PSOE en el Congreso, José Antonio Alonso cuando era ministro de Interior.