moscú/varsovia. El presidente de Polonia, Lech Kaczynski, de 60 años, falleció ayer por la mañana junto con otras 96 personas al estrellarse el avión en el que viajaban cerca del aeropuerto de la ciudad rusa de Smolensk, debido al mal tiempo o a un posible fallo del piloto, según las primeras investigaciones, cuando se dirigía a una ceremonia de homenaje a las víctimas de Katyn (Rusia).
En el avión siniestrado, un Tupolev 154 en el que no hubo supervivientes, también viajaban la esposa de Kaczynski, María, así como los jefes de las instituciones estatales más importantes, parlamentarios, sacerdotes, comandantes de las Fuerzas Armadas, líderes de partidos políticos y algunos familiares de las víctimas de la masacre de Katyn.
Entre los altos cargos fallecidos figuran el gobernador del Banco Central polaco, Slawomir Skrzypek; el jefe del Estado Mayor del Ejército polaco, Franciszek Gagor; el viceministro de Asuntos Exteriores, Andrzej Kremer, y el vicepresidente del Parlamento, Jerzy Szmajdzinski.
El accidente se produjo cerca del aeropuerto militar Séverni de Smolensk cuando el aparato iba a tomar tierra, al parecer en medio de una densa niebla, después de que el piloto rechazara la sugerencia de desviar el vuelo hasta Moscú o Minsk, la capital bielorrusa, según fuentes de la Fiscalía rusa. Las autoridades rusas no dudaron en atribuir el accidente a la actitud de los pilotos del avión por desobedecer estas órdenes de los operadores de vuelo.
El jefe del Comité de Instrucción de la Fiscalía rusa, Alexandr Bastrikin, dijo, por su parte, que la grabación de las conversaciones de los pilotos con operadores de vuelo confirma que la tripulación decidió "por su cuenta" efectuar la maniobra de aterrizaje.
La muerte del presidente, que fue confirmada por fuentes rusas poco después del siniestro, sacudió ayer Polonia y mientras el primer ministro polaco, Donald Tusk, convocaba urgentemente a su Gobierno, centenares de ciudadanos se acercaban a la sede presidencial para depositar flores y mensajes de condolencia.
Tusk convocó de inmediato a los miembros de su Ejecutivo, algunos de los cuales se encontraban fuera de Varsovia, y se puso asimismo en contacto con el presidente del Parlamento, Bronislaw Komorowski, según informó el portavoz del Gobierno polaco, Pawel Grass. De acuerdo a la Constitución polaca, le corresponde a Komorowski, en tanto que jefe de la cámara de diputados, asumir la presidencia en funciones.
Por su parte, el presidente ruso, Dmitri Medvédev, envió a Smolensk al ministro de Situaciones de Emergencia, Serguei Soigu, mientras el jefe del Gobierno, Vladímir Putin, quien también visitó el lugar de la tragedia, encabezará una comisión que investigará el accidente.
El canal ruso de televisión Rossía 24 transmitió imágenes desde el bosque en el que se estrelló el Túpolev 154, cerca de Smolensk, en las que se pudo ver la cola del avión, un ala y el tren de aterrizaje destruidos por el impacto contra la tierra, que abrió un descampado en el bosque.
En las imágenes también se vieron árboles abatidos por el impacto, multitud de pequeños fragmentos del avión y columnas de humo, aunque las autoridades rusas sostienen que tras el accidente no hubo incendio a bordo de la nave. Equipos de bomberos regaban los restos del avión y el bosque con ayuda de gruesas mangueras, mientas numerosos socorristas recorrían la zona en busca de cadáveres.
"El avión se preparaba para aterrizar, pero no llegó hasta la pista. Según los primeros datos, la nave aérea se enganchó de los árboles, cayó y quedó destruida. En la catástrofe no hay supervivientes", dijo el gobernador de Smolensk, Serguéi Antufiev, a la agencia Interfax.
El piloto del Túpolev-154 realizaba el cuarto intento de aterrizaje cuando ocurrió la desgracia, pues en condiciones de escasa visibilidad previsiblemente descendió demasiado y la nave se enganchó con los árboles, según la Fiscalía rusa.
misión truncada La delegación encabezada por Kaczynski y compuesta en total por 88 personas, iba a participar en un acto en memoria de los aproximadamente 20.000 polacos asesinados en la conocida como masacre del bosque de Katyn, cerca de Smolensk, 70 años atrás. Los prisioneros polacos, la mayoría miembros del Ejército polaco, pero también intelectuales, fueron ejecutados en masa por el Ejército Rojo en la primavera de 1940, poco después del pacto entre Hitler y Stalin para repartirse Polonia. El hecho se ha convertido en símbolo de la opresión polaca durante la época soviética.
Lech se convirtió en jefe del Estado en 2005, tras una fulgurante carrera en la que formó junto con su hermano gemelo, Jaroslaw, un tándem de gobierno en Polonia.