Vitoria. El diputado general, Xabier Agirre, realizó ayer un claro llamamiento a la estabilidad institucional y a la colaboración con el Gobierno Vasco con el fin de poder encauzar con garantías los principales retos para Álava, que se comprometió a encarrilar en los próximos meses a pesar del escenario de crisis e incertidumbre económica.
El contexto de crisis -mucho más acusado en la economía real ahora que en la sesión del pasado ejercicio- sirvió por segundo año consecutivo como hilo conductor del discurso de Agirre ante el tradicional Pleno anual de Santa Catalina, un debate sobre el estado de la provincia que hoy se retoma con las intervenciones de los grupos junteros.
Los "retos de futuro" planteados durante su intervención, que se extendió durante hora y media, contarán con el condicionante de una crisis que, según advirtió, "ha entrado de lleno en nuestras empresas, en nuestros comercios y en nuestras familias". Con todo, se comprometió a desarrollar acciones encaminadas a garantizar la sostenibilidad de las políticas sociales, la transformación y diversificación del tejido económico de la provincia y el desarrollo y equilibrio territorial.
En cada uno de estos campos, dibujó sendas "hojas de ruta" con las que materializar esos proyectos. En palabras del propio Agirre, el Ejecutivo pretende "mantener el carácter solidario y de justicia social del territorio, defender y mantener la economía alavesa, sus empresas y el empleo, y que todos los alaveses tengan garantizados los servicios públicos y la calidad de vida con independencia de dónde vivan".
El jefe del gabinete foral eludió entrar a las polémicas que se viven día a día en las Juntas Generales de Álava sobre el trabajo de gestión de su equipo y centró su diagnóstico y propuestas en un desalentador contexto económico que, sin embargo, pidió encarar con optimismo.
La caída de la actividad, la producción y el consumo han provocado este año un "desplome generalizado de la recaudación tributaria" en el territorio, en torno al 17%. Un preocupante dato al que se sumó la caída del PIB alavés en un 4,4% en el tercer trimestre. La recuperación de la economía -advirtió Agirre- "será lenta" en Álava, un territorio que no alcanzará tasas positivas del PIB "hasta bien entrado 2010 y quizá 2011".
Agirre también hizo balance de los dos años y medio que acumula su Gobierno, una acción política fundamentada en el desarrollo e impulso de las políticas sociales, el desarrollo de las infraestructuras o el fomento del ámbito rural, entre otros aspectos. Según justificó el diputado general, "de los 56 compromisos del programa de gobierno contenido en mi discurso de investidura como diputado general, hoy puedo decir que hemos superado ampliamente el 75%".
"amenaza permanente" El clima de sosiego en los pasillos de la Diputación, la "estabilidad institucional" a la que desde un inicio hizo referencia, fue catalogada como una "una prioridad" por Agirre, que señaló a los acuerdos políticos como "la mejor forma de materializarla". Todo ello, con el compromiso de "poner siempre por delante los intereses de Álava, por encima de las cuestiones partidarias".
Así, volvió a hacer alusión a la "amenaza permanente" que suponen para dicha estabilidad "las mociones de censura alternativas", como la que comenzó a sobrevolar la Diputación cuando se produjo el cambio en Lakua. "Estar constantemente en los medios de comunicación anunciando gobiernos alternativos no es la mejor vía para la estabilidad institucional", apuntó Agirre, al tiempo que zanjó que "no es momento de debatir sobre quién gobierna Álava; es momento de seguir gobernándola".