El coordinador general de LAB, Igor Arroyo, ha considerado que la inversión de Mercedes-Benz en Vitoria "demuestra que no es incompatible" la exigencia de los derechos laborales y la convocatoria de huelgas con las inversiones.

En Radio Euskadi, Arroyo ha dicho haber echado en falta en el acto de este martes en esa planta "una mención más intensa de los representantes institucionales respecto al papel de los trabajadores en Mercedes".

Ha recordado que esa empresa afrontó en el 2022 "un proceso de huelgas". El comité de empresa adoptó "una línea sindical más combativa y luego han venido todas estas inversiones, con lo que se demuestra que no es incompatible el ser cumplidor con las obligaciones y el ser también exigente con los derechos laborales", ha sentenciado.

"Me llama la atención -ha dicho- que se hagan tantas declaraciones institucionales menoscabando, criticando y poniendo en cuestión el derecho a la huelga y a la movilización".

"Deberían de ser más cuidadosos" en este aspecto porque "si están satisfechos con el desarrollo económico" vasco, se debe a "la clase trabajadora que lo hace posible" y al modelo sindical vasco "con una agenda más firme" en defensa de los derechos laborales, ha reflexionado.

También le faltó en ese acto de ayer en Vitoria "una reflexión sobre la transición en el ámbito de la automoción, más allá de Mercedes".

Chantaje

Por otra parte, Arroyo ha expresado su "sorpresa ante el chantaje" que, a su entender, hizo el portavoz del Gobierno Vasco, Bingen Zupiria, respecto a los contratos relevo en la función pública cuando planteó la exigencia de la firma de ELA y LAB.

Ha confiado en que el Gobierno Vasco cambie esa actitud propia de "la línea más agresiva de negociación" y "retire de la mesa cuanto antes ese chantaje" que perjudica a "cientos de personas".

Finalmente, ha adelantado que LAB no se va a sentar en una Mesa de Diálogo Social "sin contenido".