Era la noche. Tenía que serlo. El Baskonia, en su último encuentro de la fase regular en el Buesa Arena, tuvo la oportunidad de cerrar ante su público matemáticamente su presencia en el play in, pero lo que estaba llamado a ser una fiesta terminó en desastre.
El conjunto gasteiztarra, sin la actitud ni la concentración adecuada para un partido de esta importancia, se vio totalmente desbordado y dio una imagen preocupante ante un Efes que a su superioridad en cuanto a talento y plantilla también le sumó mayor energía defensiva y deseo. Un parcial al borde del descanso dio algo de esperanza, pero los alaveses tiraron definitivamente el partido en el tercer parcial y el último cuarto de hora se hizo eterno.
La presencia de Chiozza en el quinteto inicial junto a Howard, Marinkovic, Sedekerskis y Kotsar fue la gran sorpresa del comienzo del encuentro. El ajuste, pese a las recientes buenas actuaciones del base norteamericano, no le salió bien a Ivanovic, ya que el Baskonia comenzó el encuentro agarrotado en ataque y sufriendo mucho en los cambios defensivos, especialmente ante un inspirado Clyburn.
El Efes, más concentrado y agresivo en ambos lados de la cancha, logró a los cuatro minutos de juego una ventaja de 6-14 que obligó a Ivanovic a parar el encuentro e introducir a Miller-McIntyre en lugar de Chiozza. El cambio no cambió en exceso el guión del encuentro, ya que los azulgranas siguieron mostrándose muy endebles atrás. Los nueve puntos de Howard y siete de Moneke maquillaron el abultado marcador de 22-32 en el primer cuarto, sintomático de los problemas defensivos de los locales y el acierto del Efes.
Pequeño halo de luz
En la reanudación y aprovechando los minutos de descanso de Larkin y Clyburn, el Baskonia se acercó ligeramente gracias a los puntos en penetración de Miller-McIntyre. El base azulgrana hizo daño con su potencia al Efes, pero tras llegar a situarse a cinco puntos con el 31-36, los turcos respondieron con cuatro puntos de Jones y tres de Thompson para volver a superar los dobles dígitos de renta.
Aunque los gasteiztarras lograron reducir la sangría de puntos del primer cuarto, la sensación de dominio siguió del lado del Efes, más activo en defensa y con grandes porcentajes desde el perímetro. La distancia se mantuvo alrededor de esos diez tantos hasta que al borde del descanso llegaron dos triples seguidos de Rogkavopoulos y un palmeo sobre la bocina de Miller-McIntyre para cerrar la primera parte con mejores sensaciones y a sólo cuatro puntos (45-49), una gran noticia por lo visto.
Al regreso de vestuarios, sin embargo, las sensaciones volvieron a ser tan malas e incluso peores que al comienzo. El conjunto gasteiztarra se atascó completamente en ataque, sin movilidad, acierto ni confianza en sus jugadores. En consecuencia, el Baskonia sólo fue capaz de anotar dos puntos en los primeros seis minutos de la segunda parte, en los que perdió el partido.
Un tercer cuarto horrible
Los alaveses comenzaron a cometer pérdidas sonrojantes, incluso en los saques de banda, se vieron superados en el rebote y en ataque no encontraron un faro que les guiara. Todo lo contrario ocurrió en el Efes, que sumó a todos sus jugadores a la causa, incluso dos piezas con escaso protagonismo como Hollatz y Osmani, que, por ganas y confianza, hicieron muchísimo daño a los locales y completaron uno de sus mejores partidos en la Euroliga.
De esta manera, se pasó con un parcial de 2-16 del 45-49 al 47-65 con el que el Efes dejó sentenciado el encuentro ante un Baskonia que, desesperado con su actuación, perdió la fe con 14 minutos por disputarse e incluso recibió algunos pitos de la grada. Ivanovic buscó alternativas e incluso juntó a sus dos pívots en la cancha para intentar defender a un secundario como Osmani, pero nada funcionó.
El parcial del tercer cuarto, de 8-28, hizo justicia a lo visto sobre la cancha, con una superioridad turca casi insultante. Con un 53-77 en el marcador y todavía diez minutos por delante, el tramo final del encuentro fue un martirio para el Baskonia, lejos incluso de poder pelear el basket average particular a su rival directo por el play in.
Ahora, los gasteiztarras deberán jugarse su pase a las eliminatorias las dos últimas jornadas en las canchas del Real Madrid y la Virtus Bolonia. El peor de los escenarios posibles.
