¿Es impresión mía o nos está costando muy poco volver a algo parecido a la normalidad tras dos años de pandemia?

—Somos "animales de costumbres" y nos cuesta poco volver a viejos hábitos. No obstante, esa normalidad se ha modificado, y hay personas que han descubierto sus capacidades para enfrentarse a la incertidumbre y a la frustración.

¿Es previsible que, conforme pase el tiempo, vayan apareciendo consecuencias no esperadas de lo que hemos vivido?

—Nuestra vida continua y, lo que nos suceda de aquí en adelante, dependerá de cómo vayamos integrando nuestra situación actual, y de los nuevos acontecimientos y circunstancias. Las consecuencias pueden ser inesperadas e indeseadas, pero en cómo nos afecten, tenemos margen de maniobra.

Yendo a su campo de trabajo específico, ¿qué huellas dejará a los niños y los adolescentes?

—En menores, sí ha dejado huella. Los menores han vivido unas experiencias que les han expuesto a aprendizajes absolutamente novedosos. La huella en sus valores, hábitos y emociones es única y no necesariamente indeseable.

¿Está viendo patologías específicas o anomalías de conducta causadas directamente por la pandemia?

—Las dificultades por las que hemos recibido consultas están más relacionadas con situaciones vitales cotidianas, que con efectos directos de la covid, con un aumento de la intensidad de las dificultades que se vivían anteriormente.

¿Tenemos motivos para temer que en los jóvenes se van a desmadrar en las fiestas ya sin restricciones?

—Las fiestas van a ser las primeras para muchos jóvenes que han cumplido los 18 años durante la pandemia y por falta de experiencia, podemos anticipar que algunos lo pueden hacer de modo inapropiado y torpe.

¿Es preocupante que los adolescentes y jóvenes sigan teniendo el alcohol en el centro de su ocio?

—Sí, cuando el consumo lleva a la pérdida del control. Y ¡ojo! la preocupación es útil solo cuando precede a la acción reflexiva, y no sirve para nada si nos dejamos llevar por las emociones.

¿Hay algún modo eficaz de disuadirles de beber... sobre todo, cuando ven que nosotros no dejamos de hacerlo?

—Con AEfectividad: Afectividad y Efectividad, sin recriminaciones o críticas personales, cuando les vemos "bebidos", y tomando medidas ajustadas a la edad y al estilo de cada adolescente.

¿Estamos ante una generación sobreprotegida y consentida?

—Rotundamente sí, y también hiperexigida, aunque parezca contradictorio. Los resultados están siendo nefastos: jóvenes que se jactan de "saberlo todo" y que se sienten menos capaces de lo que realmente son.

¿Por qué en unas chavalas y unos chavales específicamente educados en valores no acaban de calar los mensajes sobre la igualdad?

—Las contradicciones entre los mensajes, los modelos y las experiencias, constituyen obstáculos para convertir los valores teóricos en actitudes que guíen la acción.

¿Debemos aspirar a ser amigos de nuestros hijos?

—Amigos como sus "amigos iguales", no. Amigos como personas en las que pueden confiar, sí. l