Parece que el buen tiempo, con temperaturas más propias del verano, ha llegado para quedarse y este hecho está animando a muchas personas a sacar sus motos del garaje y a prepararse para volver a disfrutar de la carretera.

Llega el momento de empezar a organizar rutas, escapadas de fin de semana o vacaciones, pero antes de nada, tras los meses de inactividad, debemos echar un vistazo a la moto y ponerla a punto. Tenemos que revisar la parte mecánica y eléctrica del vehículo y, además, equiparnos de forma adecuada para circular en la moto con altas temperaturas.

Los expertos de AMV nos hacen varias recomendaciones que debemos tener en cuenta antes de volver a montarnos en la moto para que podamos disfrutar de ella sin sobresaltos.

1- Puesta a punto. Lo primero que debemos tener en cuenta es el estado de los neumáticos. Comprobaremos su presión, descartaremos cortes, grietas o deformaciones en las cubiertas y nos cercioraremos de que la profundidad de las ranuras de la banda de rodadura no es inferior a 1,6 mm.

Comprobaremos que la moto tenga los niveles adecuados de aceite, líquido de frenos y líquido refrigerante, así como que las suspensiones y los frenos se encuentran en condiciones óptimas.

El tensado y el engrase de la cadena, así como comprobar el estado de la batería, son otros aspectos a tener en cuenta.

Por último, por la importancia de ver y de ser vistos en la carretera, conviene chequear el circuito eléctrico y comprobar que los intermitentes, la luz de cruce, la luz de freno trasero, las luces largas y el claxon funcionan correctamente.

2- Equipación correcta. Con la llegada del calor, entre la equipación básica de un motero no puede faltar el casco, modular o jet para circular por ciudad e integral de verano para carretera o autopista. Este último tiene grandes rejillas y orificios de ventilación especiales para el calor.

Los guantes deberán ser ligeros, transpirables y con orificios de ventilación. Deben quedar ajustados y proteger los dedos, los nudillos, la palma de la mano y las muñecas.

En cuanto al calzado, elegiremos botas de caña corta con perforaciones para ir más ventilados. Debemos optar por chaquetas con entradas de aire en el pecho, en los laterales y en la espalda y que lleven protecciones para los hombros, antebrazos, codos, tronco y espalda. Los pantalones tendrán ventilación en las piernas y protecciones en las rodillas, espinillas y caderas.

3- Hidratación. Debemos hidratarnos por dentro y por fuera bebiendo agua en las horas previas y dándonos una ducha antes de montar en la moto.

4- Consultar la meteorología y programar rutas. Si va a hacer mucho calor, es recomendable parar cada dos horas para descansar e hidratarnos. La deshidratación aumenta la fatiga haciendo que los tiempos de reacción ante cualquier imprevisto sean mayores. También conviene evitar comidas copiosas y tomar más alimentos frescos y ligeros como fruta o ensaladas.

5- Huir del excesivo calor. Debemos partir a primera hora, cuando las temperaturas son más frescas, tratando de evitar las horas centrales del día.

6- Papeles en regla. Es importante comprobar que tenemos toda nuestra documentación y la de la moto en regla: permiso de conducir, permiso de circulación, tarjeta de la ITV, impuesto de circulación y recibo del seguro de la moto. También es conveniente llevar, en papel o en digital, una copia de la póliza del seguro y los datos de nuestra compañía por si tuviéramos que contactar con ella por alguna incidencia. Asimismo, sería bueno comprobar que contamos con cobertura de grúa.

Así pues, una vez que tengas todo listo para sumergirte en el mundo de las dos ruedas, solo te quedará coger carretera y manta y a disfrutar.