Ácido hialurónico, retinoico o cítrico son solo tres de los ácidos cosméticos que en los últimos años han cobrado un protagonismo especial en el mundo de la belleza, hasta convertirse en una sustancia esencial en muchos tratamientos.

Estos ácidos cosméticos, que forman ya parte de la rutina de belleza de muchas mujeres, tienen distintas propiedades según su concentración. A concentraciones bajas son hidratantes mientras que, si esta aumenta, ayudan a eliminar la capa de células muertas de la piel (peeling), lo que la regenera y hace que se vea más luminosa y rejuvenecida.

Este tipo de ácicos son también efectivos para mejorar las manchas del sol, aumentar la calidad de las fibras de elastina y la densidad del colágeno.

Gracias a su capacidad para acceder a las capas más profundas de la piel se consiguen resultados rápidos, persistentes y visibles. Por ello se han convertido en uno de los productos cosméticos favoritos y puedes encontrarlos con aspecto cremoso o en serum.

Si todavía no sabes muy bien qué tipos de ácidos hay, qué pueden hacer por tu piel y cómo utilizarlos te presentamos a continuación diez opciones diferentes.

1- Ácido hialurónico. Es la gran estrella de la cosmética. Entre sus beneficios destaca su capacidad para hidratar la piel, reducir las arrugas y rejuvenecer la piel. Aporta luminosidad, restaura la flexibilidad y tiene un fuerte poder reafirmante. No tiene acción exfoliante.

2- Ácido azelaico. Procede del trigo, la cebada y el centeno. Cura la rosácea y el acné severo pero, a diferencia de otros ácidos que tratan este problema, el azelaico no controla la secreción sebácea, sólo reduce de forma eficiente la concentración de bacterias en el rostro para evitar la aparición de granitos e inflamación.

3- Ácido retinoico. Es un ácido regenerador perfecto para pieles mixtas y con acné, ya que controla la producción de grasa, tonifica la piel del rostro y reduce el tamaño de los poros para una apariencia lisa y suave. Es antioxidante, estimula la producción de colágeno y es despigmentante, entre otros beneficios. Al ser vitamina A pura es muy efectivo, pero puede resultar bastante irritante. Aplícalo de noche para que no te de el sol.

4- Ácido málico. Está en frutas como la manzana. Va bien a los cutis sensibles, ya que es un estimulante orgánico de exfoliación suave que ofrece un montón de beneficios: mantiene la humedad correcta de la cara, equilibra el pH de las fórmulas, unifica el tono y disimula las líneas de expresión.

5- Ácido láctico. Se obtiene de la fermentación de la leche y funciona como un exfoliante químico que limpia las impurezas del rostro sin necesidad de frotar. Por su suavidad, puede ser utilizado para pieles sensibles. Mejora la hidratación, la producción de colágeno y la elastina, combate las marcas de acné y renueva las células de la piel del rostro, entre otros beneficios. La mejor edad para aplicarlo es de los 25 años en adelante.

6- Ácido salicílico. Su procedencia natural es la corteza del sauce, pero actualmente es sobre todo de producción sintética. Tiene gran capacidad exfoliante sobre todo en casos de grasa, problemas de acné y caspa en el cuero cabelludo. Al ser un ácido demasiado fuerte, no es conveniente utilizarlo sin consultar a un dermatólogo.

7- Ácido cítrico. Se produce en cítricos como naranjas, limones, pomelos y limas. Tiene una propiedad exfoliante que elimina las células muertas de la piel y la limpia sin causar irritación. Sus propiedades antioxidantes y antibacterianas hacen de este ácido cítrico uno de los grandes aliados para combatir el acné.

8- Ácido glicólico. Procede de la caña de azúcar, las uvas o extractos de la remolacha y tiene propiedades terapeúticas, regeneradoras e hidratantes. Reactiva la formación de elastina y colágeno. Combate arrugas, líneas de expresión, manchas, cicatrices e impurezas. Es apto para cutis mixtos y grasos y no debe exponerse la piel al sol tras su aplicación. No está recomendado su uso antes de los 18 años.

9- Ácido ascórbico. Conocido como vitamina C, es uno de los antioxidantes más fuertes. Tiene origen vegetal, aporta luminosidad, reduce las arrugas y atenúa las manchas en la piel. Aumenta la síntesis de colágheno e inactiva el daño de los radicales libres.

10- Ácido mandélico. Procede de las almendras amargas. Es un exfoliante suave apto para todo tipo de pieles ya que no provoca ni irritación ni enrojecimiento. Es recomendable para tratamientos de acné. También tiene propiedades antibacterianas, despigmentantes y antibióticas lo que lo convierte en una buena opción para tratar las manchas de la piel.

Si aún no utilizas ácidos cosméticos y te estás planteando incluirlos en tu rutina de belleza sería conveniente que acudieras a un especialista que te ayude a elegir el producto que mejor le va a tu piel y te dé las pautas sobre la forma en la que debes administrártelo. Ya ves que las opciones son muchas y puede que no todas sean igual de beneficiosas para tu piel.