Miguel Ángel Muñoz ha visitado este jueves el plató de 'El Hormiguero' para cerrar una semana dedicada casi en su totalidad al mundo de la interpretación, excepto Ona Carbonell, todos los invitados que han pasado estos días por el espacio de Antena 3 son actores.

El conocido intérprete ha hablado con Pablo Motos sobre sus últimos proyectos, entre los que se incluyen el estreno de la obra 'El síndrome del copiloto', una adaptación de la exitosa novela 'Mujeres que compran flores' y que se podrá ver en Teatros del Canal a partir del próximo 7 de abril: y el documental que estrenó hace unos meses, '100 días con la Tata'.

LOS NERVIOS DEL ESTRENO

La promoción de la nueva obra de teatro de Miguel Ángel Muñoz, 'El síndrome del copiloto', era la principal razón de la entrevista.

El actor reconoció que pocas veces está más nervioso que cuando se enfrenta a un estreno sobre las tablas, algo que ocurrió con su nuevo proyecto apenas hace un para de días en Málaga: "Solo he estado igual de nervioso la primera vez fui a saltar cuando me estaba sacando el título de paracaidismo. Y es la misma sensación. Vas teniendo unos nervios que van 'in crescendo' poco a poco", contaba sobre sus sensaciones antes de subirse al escenario.

Además, también ha compartido con la audiencia por qué eligieron ese título para la representación y cuál es el papel que él interpreta: "Se llama 'El síndrome del copiloto' porque es una mujer que ha sido la copiloto de la vida de su marido y es la primera vez que toma el timón del 'barco'", explicaba sobre el tema de la obra y desvelaba a que personaje da vida: "Yo soy el fantasma, soy su marido muerto, y la acompaño durante toda la travesía hasta llegar al Estrecho de Gibraltar para tirar las cenizas".

"Hay momentos que pueden recordar un poco a 'Ghost'", afirmaba comparando su proyecto con una película conocida por todos para que la gente se pudiera hacer una idea de por dónde van los tiros.

EL 'INCIDENTE' DE LA MARATÓN DE BOSTON

Como ocurre con cada uno de los invitados, en 'El Hormiguero' nadie se va sin haber hablado de su lado más personal.

Muñoz contó durante su charla con Motos un 'pequeño' problema que lo hizo vivir un momento 'tierra trágame' en plena Maratón de Boston.

"Lo peor de todo, voy a decirlo de una manera elegante, es que yo me voy de vientre... Me ha pasado mil veces que me he cagado encima y esta vez fue tremendo. Maratón de Boston, lesionado, desde el kilómetro 4 pasando por enfermería, peleando y de repente en el kilómetro 9 o 10 una mujer que va lanzada con un top y una braguita súper pequeñita me pasa y unos metros más adelante se para, se va a un lateral, se baja la braguita y lo echa todo ahí al lado de la gente", un escatológico gesto que él no dudó en imitar unos kilómetros más adelante: "No había baños, porque había pasado unos baños un kilómetro antes y me quedaban como dos kilómetros para los siguientes, y no podía aguantarme, me lo iba a hacer encima. Pero no hice lo mismo que la chica, sino que hice un allanamiento de morada en toda regla: Me metí en un jardín, me bajé los pantalones cortos, eché lo más grande y como no tenía como limpiarme, cogí una hoja y me raspé todo", aseguró sobre su mal trago en Estados Unidos.

LA IMPORTANTE REFLEXIÓN DE MIGUEL ÁNGEL SOBRE LA VEJEZ

Si hay una persona importante en la vida Miguel Ángel esa es su Tata.

Hace solo unos meses estrenó su proyecto más personal, el documental '100 días con la Tata' sobre los meses de confinamiento que pasaron juntos, y ahora Pablo Motos ha querido saber cómo lleva él el tema de la vejez: "Es uno de los grandes temas de mi vida, aceptar la vejez. Mi tata es feliz a sus 97 años porque tiene una actitud ante la vida absolutamente excepcional. Yo no sé si seré capaz de ser como ella, pero es muy difícil con mi personalidad, que me gusta hacer muchas cosas, aceptar que cuando llegue a una determinada edad el cuerpo me fallará y las cosas que me hacen más feliz ya no las podré hacer por mis limitaciones físicas", señalaba sobre lo que piensa de su futuro y ha elogiado la forma de enfrentarse a la vida de la mujer junto a la que creció: "Mi tata apenas ve, apenas oye, no puede hacer nada de lo que le gustaba en su vida y se levanta todos los días con el ánimo de intentar hacer feliz a los demás y de agradecer a las personas que le ayudan a tener una vejez mejor. Es tremendo, no se queja nunca y le duele todo el cuerpo. Y todos los días hace por vivir con alegría. Es admirable y ojalá yo pudiera acercarme a eso, pero sé que me va a costar muchísimo más que a ella", decía emocionado.

Además, ha aprovechado para pedir un favor al público. A la Tata le encanta el vino Quina Santa Catalina, pero ya no se fabrica porque la empresa quebró, por lo que el invitado quiso hacer un llamamiento al respecto: "Todos aquellos que encuentren Quina Santa Catalina que escriban por favor a tata@pacienciafilmscom y que me manden el enlace. He conseguido ya 20 botellas", comentaba.