Este martes, 8 de febrero, era el día señalado para que comenzara el juicio por los presuntos abusos sexuales que Carlota Prado sufrió, durante su participación en 'Gran Hermano Revolution', por parte de José María López, unos sucesos que ocurrieron hace casi cuatro años.
La jueza encargada del caso iba a dirimir hoy si el acusado cometió o no los citados abusos contra la joven, por los que la Fiscalía pide dos años y seis meses de cárcel, además de una indemnización que asciende a 6.000 euros.
El único acusado por vía penal es José María López, aunque en la demanda interpuesta por la presunta víctima también se incluye a Zeppelin, la productora de 'Gran Hermano', por presuntos daños morales hacia Carlota debido a lo que sucedió después de los hechos. No obstante, esa causa debería dirimirse en un juzgado de lo civil al estar vinculada con la relación laboral entre la víctima y la productora.
Sin embargo, Zeppelin, si sería responsable subsidiario en caso de que López fuera condenado, puesto que si este no hiciera frente a la indemnización sería la productora quién debería pagar el importe por la relación laboral que le unía con el acusado.
ASÍ OCURRIERON LOS HECHOS
Cuando ocurrieron los hechos en la casa de 'Gran Hermano', Carlota y José María eran pareja y ya habían mantenido relaciones con anterioridad.
Ambos estuvieron presentes en la fiesta que se celebraba aquella noche en la casa del programa, pero poco después se dirigieron juntos hacia el dormitorio.
El programa grabó entonces cada uno de sus movimientos, como hacen cada vez que surge un romance dentro de un reality, puesto que es uno de los contenidos favoritos de la audiencia en este tipo de concursos.
Sin embargo, la noche de los hechos algo no fue como se pensaba, y el equipo del programa comenzó a tener dudas sobre si lo que estaba ocurriendo era consentido o no. La persona que estaba de guardia esa noche decidió consultar con una compañera y posteriormente con sus superiores para saber cómo debía proceder.
Finalmente, decidieron utilizar la megafonía de la casa para pedirle a la pareja que se colocara los micros y a Carlota, la presunta víctima, que acudiera al confesionario con el fin de tratar de aclarar la situación.
Según la Fiscalía, el acusado estaba aquella noche "guiado por un ánimo libidinoso y a sabiendas del estado de semiinconsciencia en que se encontraba y aprovechándose de esta circunstancia, comenzó a realizar bajo el edredón movimientos de claro contenido sexual, pese a que balbuceando débilmente, dijo 'no puedo'".
SE SUSPENDE EL JUICIO
El juicio por los hechos debería haber empezado este martes, pero finalmente se ha suspendido debido a que la víctima, que estaba citada para declarar como testigo, no se ha presentado alegando problemas psiquiátricos.
La jueza ha suspendido la sesión y, por el momento, no ha anunciado una nueva fecha, ya que el testimonio de Carlota Prado "es preciso" para el desarrollo de la vista oral.
La segunda sesión, prevista para el viernes, también ha quedado suspendida.