'Emily in Paris' es uno de los grandes éxitos de Netflix y ha conseguido colarse entre las ficciones más vistas desde la emisión de su primer capítulo.

Hace solo unos días, la segunda temporada de la aclamada serie aterrizaba en la plataforma de streaming estadounidense y ya se encuentra entre los títulos más vistos de su catálogo a nivel internacional, aunque la nueva tanda de capítulos no ha sido del gusto de todos y ha provocado una gran polémica en Ucrania.

CRÍTICAS DE NUEVO

La primera entrega de la serie también causó cierta polémica y no sentó nada bien a los franceses. Consideraron que la trama de la ficción que se desarrolla en París estaba llena de clichés sobre ellos y sus costumbres, y no dudaron en quejarse públicamente de la imagen que la producción de Darren Star ofrecía del país galo.

Ahora, su segunda temporada también ha llegado con críticas bajo el brazo, en este caso desde el gobierno de Ucrania.

El ministro de Cultura de Ucrania ha calificado de "inaceptable" e "insultante" el retrato que 'Emily in París' hace de su país y ha arremetido contra la serie por ofrecer una "imagen caricaturizada" de sus compatriotas.

EL PERSONAJE DE LA POLÉMICA

Durante la nueva entrega de las aventuras de Emily en la Ciudad de la Luz, la protagonista, interpretada por Lily Collins, intenta sumergirse mucho más en la cultura francesa y acude a clases para aprender el idioma. Allí conoce a Alfie, el nuevo galán de la serie, y también a Petra, una chica ucraniana a la que da vida Daria Panchenko, y cuya intervención es breve aunque muy polémica.

Las dos chicas, Emily y Petra, deciden irse de compras juntas y ahí surge el origen del enfado de los ucranianos.

El personaje interpretado por Panchenko roba varias prendas en unos grandes almacenes mientras sale corriendo y gritando su miedo a ser deportada, algo que no ha sentado nada bien en el gobierno de su país de origen.

QUEJAS EN REDES Y UNA CARTA A NETFLIX

"En 'Emily in Paris' se muestra una imagen caricaturizada de una mujer ucraniana que resulta inaceptable. También es insultante. ¿Así es cómo se ve a los ucranianos en el extranjero?", expresa Oleksandr Tkachenko, ministro de Cultura ucraniano, a través de las redes sociales y también muestra su indignación en declaraciones al diario británico 'The Mirror': "En los noventa y los 2000, los personajes ucranianos eran retratados sobre todo como gánsters. Con el tiempo esto ha cambiado, aunque no es este caso", aseguraba visiblemente molesto.

Sin embargo, los políticos no han sido los únicos habitantes del país que han arremetido contra la serie. Eugenié Havrylko, una influencer ucraniana residente en París, también ha cargado duramente contra la ficción de Netflix por la imagen que ofrece de sus compatriotas: "Conociendo vuestra influencia en millones de mentes y corazones en todo el mundo, ¿todavía hay lugar para semejante ignorancia e intolerancia? La forma en la que habéis tratado la imagen de los ucranianos en el cuarto episodio de la segunda temporada es un engaño de bajo coste, un escándalo absoluto y una vergüenza", escribía en su perfil.

Según recoge la BBC, el ministro de Cultura de Ucrania, también habría querido transmitir formalmente las críticas mediante una carta que ha hecho llegar a Netflix, aunque por el momento no se tiene constancia de que la plataforma se haya pronunciado al respecto.