Recibir un regalo y que el remitente sea una persona fallecida resulta extraño, pero es lo que llevan viviendo los amigos de Freddie Mercury en los últimos 30 años, los que se han cumplido recientemente (el 28 de noviembre) desde la muerte del músico británico.
Consciente de que su vida se iba a terminar a causa del sida, Mercury dejó un encargo a los grandes almacenes Fortnum & Mason de Londres: que enviaran todos los años una cesta con regalos a los amigos cuyos nombres aparecieran en una lista que les entregó, según informa el Daily Mirror.
Y el deseo del exlíder de Queen se ha cumplido como él quiso, y sus amigos continúan a día de hoy recibiendo su cesta. "Creemos que se trata de un gesto encantador que se repite cada año”, han confirmado los grandes almacenes al periódico británico.