Un equipo de investigadores dirigidos por la Universidad de Cambridge y la Universidad de Tübingen recopilaron varias medidas del tamaño del cuerpo y del cerebro de unos 300 fósiles pertenecientes a la familia Homo, a la cual pertenecen los humanos actuales.
Una vez obtenidos estos datos, los expertos reconstruyeron los climas regionales de la Tierra del último millón de años. A continuación, estudiaron cómo había afectado al fósil el clima mientras estaban vivos.
Una vez analizada y contrastada la información, se obtuvieron unos resultados. Se descubrió que la temperatura fue el principal impulsor de los cambios en el tamaño del cuerpo.
Por un lado, en los climas más fríos se encontraron personas que eran de gran altura, mientras en los más cálidos había cuerpos de menor tamaño. Es por eso que se cree que el tamaño corporal más grande servía como amortiguador contra tan bajas temperaturas.
Si una persona cuenta con un cuerpo grande, esta pierde menos calor cuando su masa es mayor en relación con su área de superficie.
Es conocido que en comparación con especies como el Homo habilis, los Homo sapiens pesan un 50% más y tienen un cerebro tres veces más grande.
Según aseguró la directora del estudio e investigadora del Departamento de Zoología de la Universidad de Cambridge, “podemos ver en los humanos que viven actualmente en climas más cálidos tienden a ser más pequeños y las que viven en climas más fríos tienden a ser más grandes. Ahora sabemos que las mismas influencias climáticas han estado operando durante el último millón de años”.
¿Y qué pasa con el cerebro?
Los investigadores descubrieron además que el tamaño del cerebro era menor cuando la persona vivía en una zona de menos vegetación y en las que son ecológicamente estables.
Por otra parte, las personas que vivían en áreas donde era necesario cazar para alimentarse, tenían cerebros más grandes. Esto podría ser que al desarrollar una tarea tan compleja, habría provocado un mayor crecimiento.
La directora del estudio concluyó que “curiosamente, los cambios en el tamaño del cerebro no estaban relacionados en absoluto con la temperatura, por lo que el tamaño del cuerpo y del cerebro evolucionó bajo distintas presiones”.
¿Nos afectará el cambio climático?
De acuerdo con los autores, los cambios descritos en el estudio “ocurrieron durante miles de años, o más bien, decenas de miles de años, así que unos pocos años de cambio climático afectarán poco a nuestros cuerpos o cerebros”.
A pesar de que los humanos saldrán ilesos, los animales y la vegetación si que están siendo duramente afectados.
Por ejemplo, las aves migratorias de América del Norte se volvieron más pequeñas durante los últimos años, como consecuencia de que el clima se ha vuelto más cálido.