la última gala de los Emmy brilló más por su eficacia y rapidez que por el contento de algunos de los que esperaban barrer y subirse al trono de los grandes logros. Algo así le pasó a la archi famosa serie Juego de Tronos. Estaba nominada para 32 premios, 20 se quedaron por el camino, obtuvo 12. No está mal, pero el sabor que les quedó a los de HBO fue muy agridulce. Volvieron a conseguir coronarse por cuarta vez como la mejor serie dramática, Dinklage también fue aclamado por cuarta vez como el mejor actor de reparto. El resto, diez, fueron premios técnicos, que suelen emocionar muchos menos a las cadenas, los productores y los creativos. Lo que para muchos sería un triunfo para ellos no llegaba ni al grado de amago de victoria.

59 premios De todas formas, esta serie será durante por lo menos una década la reina de los Emmy. Juego de Tronos, desaparece de esta alfombra roja con 59 premios, una cifra que va a tardar en superarse y que hoy por hoy es uno de sus mejores avales. Aunque este año no les han salido las cosas como querían en cuestión de números, es un registro insuperable por el momento.

Quizá esperaban más lustre, pero todo se acaba y se demostró en una gala que brilló por su eficacia y rapidez, no tuvo presentador y fue, comparadas con otras un visto y no visto. Eso sí, muchas estrellas paseando por la alfombra roja y alguna que otra sorpresa en los premios. Una de las sorpresas de la noche fue la que dio Fleabag. Fue elegida la mejor comedia, la mejor creación y obtuvo el premio a la mejor protagonista. Estos tres galardones tenían un solo nombre: Phoebe Waller-Bridge. Esta producción fue la gran sorpresa de la noche. Obtuvo también un premio a la mejor dirección. Fue también quien hizo sombra a los de Juego de Tronos que ya no tienen opciones para una revancha. Quizá ha sido justicia poética porque los galardones que ha obtenido Waller-Bridge se esperaban el año pasado con la primera temporada. “Me gustaría decir, desde el fondo de mi corazón, honestamente, que el verdadero motivo por el que me dedico a esto... es este”, señaló con gran sentido del humor la protagonista de la noche.

cara de susto La que puso Jodie Comer cuando su nombre sonó como ganadora al Emmy como mejor actriz dramática por su papel en Killing Eve. la actriz después que la serie fuera ignorada el año pasado no daba crédito a lo que estaba oyendo. Se da la circunstancia de que esta serie es también una creación de la británica Phoebe Waller-Bridge. Una mujer que está considerada como un genio y que se está buscando un papel también en este drama. Se espera que en los próximos premios concurra con su nuevo proyecto: Run. Eufórica subió con todo su equipo a recoger el premio a la mejor comedia. Los Emmy también repartieron su amor y galardones a Billy Porter, mejor actor dramático por Pose. Un actor que tampoco parecía creerse el galardón y que acariciaba con arrobo la estatuilla. Julia Garner se llevó el premio a mejor actriz de reparto en un drama por Orzak, serie que también fue premiada por la mejor dirección en este apartado.

Como mejor actor protagonista de comedia la suerte y fortuna recayó en Bill Hader por Barry. En reparto el mejor actor fue Tony Shalhoub por The marvelous mrs. Maisel, ficción en el que también fue galardonada como actriz secundaria Alex Borstein.

Cumplió las expectativas la miniserie Chernobyl, fue nominada como la mejor miniserie. Este es un título que ya lo había conseguido a través de la crítica. No tuvo suerte con las nominaciones de los actores, pero sí en el de dirección y guion.Last week tonight with John Oliver fue elegido como el mejor talk show. RuPaul’s Drag Race se coronó como el mejor reality. Black Mirror: Bandersnatch acabó la noche de la gala de los Emmy como la mejor TV movie. El desfile de moda de hombres y mujeres fue muy previsible: blanco, rojo y negro fueron los colores que eligieron ellas de forma mayoritaria, aunque, por supuesto, hubo alguna excepción cromático. Ellos fueron mucho más comedidos ateniéndose a chaqué con pajarita y corbata y en tonos oscuros, como en el caso de ellas, hubo también alguno que se salió por la tangente.