EL nuevo Clio es un coche redondo, sin duda uno de los mejores de su categoría. Claro que lo contrario sería imperdonable. Renault, que no suele fallar, lleva treinta años dando en la diana con el mismo proyecto de turismo escueto, asequible y polivalente. Así que después de cuatro exitosas generaciones, no sorprende ese brinco de calidad de la quinta, que aplaca a los aspirantes a derrocarlo. El recién llegado pone punto y seguido al discurso estético conocido, pero revoluciona la distribución interior y desata su ambición tecnológica. Se vende ya con dos motores dCi (85 y 115 CV) y dos de gasolina (100 y 130 CV) a los que sumará en breve un tercero más sosegado (75 CV) y otro compatible con GLP. En 2020 incorporará una alternativa con sistema de impulsión híbrido no enchufable; Renault descarta una versión eléctrica del Clio porque ya tiene el ZOE. La tarifa comienza en 15.628 euros, que se reducen a 13.474,44 al financiar la compra con la operadora de la marca.
El Clio constituye una de las vigas maestras sobre las que la firma del rombo asienta su actividad comercial. Esa condición explica el celo aplicado a tan delicada renovación, en la que Renault ha innovado con mucha mano izquierda. La metamorfosis aplicada de puertas hacia dentro contrasta con una evolución del envoltorio bastante más sutil (o conservadora). Por eso, aunque este Clio se alza sobre una plataforma nueva y estrena el 100% de las piezas de carrocería, el parentesco con la remesa saliente resulta más que evidente.
Su silueta mantiene visos de cupé deportivo al dotar a la zaga de formas musculosas y escamotear los tiradores para camuflar las puertas traseras. El tamaño, al igual que la hechura, es semejante al de la generación que se despide. La actual ocupa 4,05 metros de largo, 1,80 de ancho y 1,44 de alto, dejando 2,58 metros entre sus ejes. Quizá no presente la cabina más holgada de la clase, pero acomoda confortablemente a cuatro adultos con equipaje; su maletero, uno de los mayores del segmento, ofrece 366 litros en las variantes diésel y 391 en las de gasolina.
La sensación de continuismo estético que transmite la estampa del modelo se diluye nada más acceder a bordo. Abrir la puerta supone descubrir una cabina de concepción moderna, marcada por un sencillo y tecnológico puesto de mandos, así como unos excelentes asientos de estructura anatómica (especialmente en el acabado RS Line). En función de la definición elegida, el cuadro de mandos puede ser convencional, con relojes, o digital. Eso sí, todas las versiones llevan en mitad del salpicadero una tableta flotante vertical de gran tamaño, verdadero centro operativo del vehículo. A través del sistema conectado Easy Link ofrece prestaciones multimedia, de navegación y de información y entretenimiento; permite también realizar los ajustes del sistema Multi-sense vinculado a las terminaciones superiores, que modula algunas reacciones y puestas en escena del vehículo (iluminación, climatización sonido del motor, etc.).
La edición 2019 del Clio incrementa las dotaciones tecnológicas acostumbradas, fundamentalmente con recursos que afianzan la seguridad. Gracias a ellas revalida las cinco estrellas de EuroNcap, la máxima puntuación, justo cuando sus test han elevado el nivel de exigencia. Entre otras cosas, el modelo incorpora en fábrica un sistema de frenada autónoma de emergencia capaz de detectar viandantes y ciclistas. Dispone también del dispositivo de reconocimiento de señales de tráfico, de programador/limitador de velocidad, así como de unos faros Full LED que aportan al alumbrado de cruce 35 metros de alcance adicional y suman otros 50 al de las luces largas de carretera.
A cambio de un desembolso adicional, el modelo ofrece además diversas ayudas suplementarias a la conducción: detección de obstáculos en el ángulo de visión ciega, alerta por cambio involuntario de carril, cámaras de visión periférica, asistente de estacionamiento, etc. Próximamente dispondrá de un programador de velocidad activo que se adapta al tráfico, con una función de asistencia en atascos que permite al coche detenerse y reanudar la marcha de forma autónoma; se denomina Highway & Traffic Jam Companion.
Renault propone en el Clio cuatro definiciones consecutivas, a las que corresponden otros tantos niveles de equipamiento y precio. Comienza con el básico Life, seguido por los intermedios Intens y Zen y el deportivo RS Line; no se contempla comercializar el acabado de lujo Initiale Paris. El catálogo brinda once tonos de pintura, entre ellos uno especial denominado Valencia Naranja, así como varios paquetes de complementos y accesorios para la personalización.