PARÍS - El popular chef estadounidense Anthony Bourdain, de 61 años, protagonista de una exitosa carrera delante y detrás de las cámaras, se suicidó ayer en Francia mientras estaba trabajando en un próximo programa sobre la ciudad de Estrasburgo.
La noticia sorprendió a los millones de seguidores que, durante décadas, disfrutaron de sus platos, sus shows televisivos y de una personalidad que transmitía una especial pasión por la vida y por el mundo que le rodeaba
Bourdain fue hallado muerto en su habitación de un hotel en Kaysersberg (Alsacia) por su amigo francés Éric Ripert, propietario del restaurante Le Bernardin de Nueva York. En esta región gala, a menos de 40 kilómetros de Alemania, el cocinero preparaba una nueva emisión de Parts Unknown para la cadena de televisión CNN, cuyos presentadores anunciaron entre lágrimas el terrible final de una de sus estrellas más queridas.
El fiscal de Colmar, Christian de Rocquigny du Fayel, confirmó que Bourdain se quitó la vida ahorcándose sin que nada haga pensar que una tercera persona pudo intervenir en su muerte, aunque la Gendarmería continúa la investigación. En el pintoresco hotel de lujo donde se alojaba, “una casa con espíritu familiar” según se anuncia en su web, el personal ha recibido orden de no pronunciarse.
espontáneo y apasionado A pesar de la amabilidad de la que Bourdain hacía gala en sus emisiones, fue su carácter espontáneo e incluso las palabras malsonantes que se le escapaban de vez en cuando las que conquistaron al público estadounidense. A la televisión entró en 2005 tras haber pasado por los fogones más populares de Nueva York, y su experiencia quedó retratada en Kitchen Confidential: Adventures in the Culinary Underbelly (Confidencias de cocina: aventuras en el vientre culinario), unas memorias que le auparon como ensayista y, en cuestión de un par de años, como showman de televisión.
Primero llegó A Cook’s Tour, con el que Bourdain mostraba la cocina local de numerosos países, un formato que triunfó durante casi dos décadas y que fue continuado en No Reservations (Travel Channel) entre 2005 y 2012, y desde entonces en Parts Unknown (CNN). Con esta emisión se llevó al expresidente estadounidense Barack Obama a un restaurante local de Vietnam, donde cenaron por solo seis dólares (unos cinco euros).
Bourdain era también amigo del chef español José Andrés, con quien recientemente rodó otro episodio de su programa en Asturias. “Amigo mío... Sé que estás en un ferry yendo a algún lugar maravilloso... Todavía tenías tantos sitios que mostrarnos, susurrando a nuestras almas las grandes posibilidades más allá de lo que podíamos ver con nuestros propios ojos. Solo tú veías la belleza en todo”, escribió el español en Twitter para despedirse de su camarada, conocido por su pasión por el Jiu-Jitsu brasileño y por su compromiso en la lucha contra el acoso sexual.