Bilbao - Le gusta la cocina que tiene raíces y no le apetece que las recetas basadas en la innovación se coman las tradicionales de un bocado sin dejar espacio a esos platos que han sido compañeros fieles de los vascos desde tiempos remotos. Quizá por eso se encarga de este programa que bucea en historias de personas, en productos, sus orígenes y el retorno a una forma de hacer en los fogones que se ha transmitido de generación en generación.

¿Cómo es el nuevo programa que empieza hoy?

-Son historias de personas, de productos, de animales, de recetas y de recuerdos. Es un conjunto de cosas excelentes que tenemos en nuestra tierra y a veces olvidamos.

¿Qué tipo de historias nos vamos a comer a bocados los próximos fines de semana?

-Hay tantas... Por ejemplo, muchos no saben por qué tenemos bacalao aquí ni quiénes fueron a por él tan lejos. Es un producto que se ha convertido en un símbolo de la gastronomía pero muchos no saben cuál es la historia real.

¿Le ha sorprendido alguna historia más que otra?

-Hay muchas, algunas tienen que ver con lo que pasa entre fogones, otras son historias de la vida. He entrevistado en Lekeitio a un señor que con ocho años ya estaba pescando con su padre. En Lekunberri, hay un pastor que tiene cuatro hijas y considera que no tiene descendencia.

¿En serio?

-Sí. Se dedicaban a hacer queso porque para cuidar ovejas sólo estaba el pastor, hombre, por supuesto. Ahora son pastoras ellas, no utilizan perros, llaman a las ovejas a gritos, las llaman por su nombre? Hacen otro tipo de pastoreo, pero no es el que su padre quería.

¿Alguna otra rareza?

-En la zona de Orozko hay una raza de cabras que se llaman azpigorri, la tripa es roja. Es una raza que sólo se da en esta zona. Hay seis o siete jubilados que mantienen este tipo de cabra que da unos cabritos que en la cocina son mantequilla.

Hablemos de cocina, supongo que en este caso habrá habido pocas sorpresas para usted.

-Pues está equivocada, sorpresas nos las llevamos todos. Por muchos años que esté en la cocina, siempre aprendo cosas nuevas. ¡He grabado en Orio un bacalao al pil pil?!

El bacalao al pil pil es más vizcaino que guipuzcoano.

-Es verdad y la teoría nos tendría que haber llevado a Bilbao. En la grabación, cuando se emita, se verá una forma diferente de prepararlo, distinto a como lo hago yo en el restaurante y a como lo hacen la mayoría de cocineros. Se hace partiendo de frío, no se confita el bacalao y luego ligan la salsa. Comienzan con el aceite en frío.

Si Genaro Pildain levantara la cabeza.

-Es verdad, el Guria, su restaurante era el templo del bacalao en Euskadi. Pero en estos programas vamos a ver cómo recetas que siempre hemos imaginado de una forma, en el pasado se hacían de otra y están también exquisitas.

La cocina a nivel de grandes estrellas se conjuga generalmente en clave masculina, sin embargo la mujer ha desarrollado y transmitido muchas formas de hacer cocina que ustedes practican hoy en día.

-La mujer ha sido fundamental en la cocina y aún sigue siendo en muchos caseríos, es la que está dentro y la que sigue cocinando. La mano de la mujer ha creado muchas de las recetas que hoy en día son admiradas y las hacen los hombres en sus restaurantes; pero también hay que decir que cada vez hay más mujeres en la alta cocina.

¿Cómo surge un programa como éste, ‘Historias a bocados’?

-Hay mucha gente que no sabe dónde vive y cómo se vive aquí, pero con una mirada desde dentro. Tenemos facilidades para viajar por internet, para ir a otros países, pero creo que nuestras raíces hay que conocerlas y hay que recordarlas. Pero no sólo tenemos que recordar lo que pasaba entre fogones, también saber por qué tenemos anchoas en conserva, cómo nos enseñaron a hacerlas los italianos que vinieron en su día a esta zona.

¿Están todos los cocineros al tanto de las historias que hay detrás de cada producto gastronómico?

-Muchos cocineros somos cofrades de productos, yo lo soy del queso de Orditzia. Estamos muy involucrados, aunque no sé si con el boom que tiene la nueva cocina se acuerda de los productos tradicionales.

¿No le gusta la nueva cocina?

-No he dicho eso, ni tengo nada contra la nueva cocina, pero la base hay que saberla, cuidarla y mantenerla.

¿Sigue aportando algo la televisión al mundo de la cocina?

-Creo que sí. ETB es de las pocas cadenas que no está haciendo de la cocina un show?

Bueno, en su día si tuvo un programa show.

-Se hizo un intento, pero no continuó por esa línea. La cocina es parte de la cultura vasca, es nuestro DNI turístico. La Concha es muy bonita pero se ve en una mañana, la gente se queda una semana y es por el interés gastronómico. Es un tema que va hacia arriba. Cada vez estamos mejor.

Siempre ha habido rencillas territoriales en gastronomía, sobre todo entre Bizkaia y Gipuzkoa. ¿Hay muchas diferencias en los fogones de un territorio y otro?

-Ja, ja, ja? Creo que en el mundo de la cocina es donde menos diferencias hay, puede haberlas en lo deportivo o en lo político. Pero los cocineros de un territorio y otro mantenemos muy buena amistad.

¿No hay cuchilladas traperas?

-Pues no. De hecho, hacemos muchas cosas juntos.

¿Mantiene en su restaurante las recetas tradicionales o son innovadoras?

-Mantengo la tradición pero con un toque de nueva cocina. Por ejemplo, en la temporada de guisantes lágrima mantenemos la receta tradicional pero los hacemos con un polvo de jamón de Jabugo, un huevo a baja temperatura? Es una fusión. Pero si hacemos un besugo, lo hacemos asado. Es cocina de producto, de mercado?

¿De cercanía?

-Por supuesto. Ahora estamos con perretxikos, hongos, guisantes, alcachofas, espárragos? Pero todo de cerca.

Hablemos de estrellas Michelin. ¿Es gastronomía, experiencias gastronómicas o un show gastronómico en vivo y en directo?

-La guía Michelin valora una línea de cocina de todas las que hay. Es una cocina moderna. Mira, lo más interesante de esta guía es que restaurantes como Elkano o Etxebarri tengan una estrella. Es producto vasco cien por cien, poco manipulado y hecho con cariño. ¿Por qué no le dan una estrella al cocinero o cocinera que hace la mejor tortilla de patatas del mundo?

Quizá porque a los inspectores de la guía les parezca muy básica una tortilla de patata.

-¿Tienen que hacer una espuma de patata con crujiente de no sé qué? No, si es el mejor tío haciendo tortillas que le den la estrella. Eso es lo que le quita importancia a esta guía.

¿No se valora lo auténtico?

-Tiene otras valoraciones. ¿Dónde está el mejor cordero asado del mundo? ¿En un restaurante de Aranda? Pues que le den la estrella.