Apunto de cerrar el mejor ejercicio de su historia reciente, Opel da lustre a Zafira y MokkaX, dos piezas indispensables para la consolidación de su liderato actual en ventas. El monovolumen clásico y el crossover compacto refrescan la apariencia y enriquecen el menú tecnológico a su disposición; lo hacen, además, sin apenas comprometer el precio, táctica encaminada a que ambos acentúen su notable tirón comercial. Este estreno simultáneo forma parte de los preliminares de una ofensiva comercial con la que la firma germana pondrá en el mercado siete nuevos productos desde ahora hasta mediados de 2018.

En 2009, Opel estuvo en un tris de irse al garete arrastrada por el naufragio financiero de su tutor General Motors; la salvó el rescate in extremis por parte del gobierno de EEUU. La posterior refundación del consorcio norteamericano concedió oxígeno a la marca alemana, que al tocar fondo tomó impulso para emerger con fuerza. De vuelta a la casilla de salida, con cuentas saneadas y proyectos de automóvil ilusionantes, la casa fundada por Adam Opel a fines del XIX ha ido recuperando la confianza de la clientela europea. En especial de la española, que apuesta decididamente por sus creaciones.

La compañía se encuentra a un paso de dar carpetazo al año mirando a la competencia por el retrovisor. A principios de noviembre encabezaba claramente el mercado. Acumulaba casi el 8% de las ventas totales al sumar 76.621 unidades. Son 2.256 operaciones más que Volkswagen; la diferencia respecto al tercero, que es Renault, aumenta hasta los 4.530 vehículos. No parece probable que esa ventaja se vea neutralizada en el mes y pico que resta de 2016.

Tres productos de la nómina Opel se cuelan en el ‘top20’ de las matriculaciones. La estrella es el Corsa, que hasta octubre llevaba entregadas 23.400 unidades, volumen que lo faculta para disputar la tercera plaza al Golf -los separan hasta el momento trescientas unidades-. El Astra ocupa la decimocuarta posición y el Mokka es decimonoveno.

Este SUV ligero, que pasa a denominarse MokkaX, se sube al tren de la moda para experimentar una inusitada progresión comercial; en lo que va de año ha cautivado a catorce mil personas. El siguiente modelo en el orden de preferencias de la clientela de Opel es, precisamente, el Zafira; concita cerca de ocho mil partidarios, más de los que reúne el emblemático Insignia. Esos registros evidencian el peso específico que alcanzan uno y otro modelo en el repertorio de la marca; también explican el mimo que esta ha puesto en su operación de puesta al día.

Dicha renovación no persigue tanto la evolución de los aspectos formales -cambia el maquillaje, pero no la estructura ni las proporciones de ambos vehículos- como el aumento de la cantidad y la calidad de las dotaciones. El monoespacio y el crossover disfrutan ahora de más posibilidades de incorporar sofisticaciones técnicas concebidas para garantizar la seguridad, el bienestar y la precisión de movimientos. La conclusión es que Zafira y MokkaX adquieren un empaque superior y acentúan la sensación de calidad percibida.